En algunas ciudades brasileñas ya han comenzado a funcionar y en las diferentes fronteras con Brasil avanza la construcción de las instalaciones que alojarán las “lojas francas” (tiendas libres de impuestos), que se estima iniciarán actividades en el transcurso del 2022. Frente a la inmimente amenaza, los empresarios de los free shop intensifican gestiones ante las autoridades del gobierno nacional a efectos de explorar soluciones alternativas que les permitan competir en esta nueva realidad de mercado.
En los últimos días La Mañana entrevistó a la presidente de la Asociación de Comercios de Free Shop, María Lina Varela, para consultarle sobre la situación actual. “A nosotros nos preocupa mucho el tema desde el año 2012”, expresó. “En su momento le solicitamos al Gobierno anterior que se creara un grupo de trabajo junto al Ministerio de Economía, que permitió en el pasado que se desarrollara el modelo de negocios del free shop de frontera que fue muy exitoso desde el momento que se creó en el año 1986. En aquel entonces permitió la salida de una crisis a los departamentos de frontera donde se instaló el régimen de free shop, concretamente en las ciudades de Rivera y Chuy, que fueron las primeras que se pudieron amparar en el Decreto 2022 que fue el que nos creó”.
“Se generaron inversiones a través de los Free Shop”
De acuerdo a lo que expresó Varela, la idea presentada fue una manera de adaptarse a los nuevos modelos de negocios imperantes, señalando que “de alguna manera nos anticipamos a los tiempos con una idea creativa de negocios que permitió la entrada de inversiones posteriores, lo que generó un cambio con la presencia de comercios de diferentes rubros como gastronomía y hotelería que fueron inversiones que se hicieron a partir del free shop. En el pasado en los departamentos de frontera las únicas fuentes de trabajo eran el Magisterio y la Policía como alternativa para capacitarse y quedar en el lugar”, dijo la entrevistada.
“Hay que destacar también la recaudación. La gente piensa que el free shop de frontera no paga y no es así, porque es un régimen bien distinto al de los aeropuertos o los buques porque nosotros tenemos un canon y tributamos IRAE, patrimonio y cargas sociales. Esto le asegura al Estado un ingreso de divisas neto. El turista que nos compra a nosotros llega, compra y se va, o sea que ni siquiera utiliza nuestras rutas y esto les cambió la cara a los departamentos de frontera. La importancia de los free shop quedó demostrada en los tiempos de pandemia ya que cuando nosotros cerramos, el resto del comercio no funcionó”, manifestó Varela.
“Los tiempos del Estado no son los del privado”
El proyecto de “fronteras gemelas”, aprobado por Brasil en el 2012, motivó en su momento a los empresarios a movilizarse, como forma de anticiparse, buscando “aggiornar” el decreto antes de que el vecino país pusiera en marcha el suyo. Sobre esto la presidente agregó: “Lamentablemente los tiempos del Estado no son los tiempos privados. Tuvimos un buen diálogo, pero no se llegó a nada y finalmente, cuando en el 2016 se reglamentó la ley, nuevamente planteamos la necesidad de formar una mesa de discusión”.
“En aquel momento, con el apoyo de quien era el intendente de Rivera y presidente del Congreso de Intendentes, el Dr. Marne Osorio, logramos reunirnos con actores políticos y empresarios de las otras fronteras, además de autoridades nacionales y departamentales, en el entendido de que había que dar una respuesta. Si bien tuvimos receptividad de poner el tema en la agenda, la realidad es que en una serie de puntos lo único que hicimos fue comparar el régimen nuestro con el de la ‘frontera gemela’. Esto Brasil lo está instalando en más de 300 municipios donde existe una frontera similar y de todas las fronteras que tienen, los más afectados somos nosotros”, explicó la presidente de la Asociación de Comercios de Free Shop.
“Demoramos hasta dos años para incorporar un producto a nuestra lista”
La capacidad de venta de productos de distintos rubros genera una complicación al sistema uruguayo. “No podemos vender productos ni de origen Mercosur ni productos nacionales como forma de proteger la región”, indicó Varela, “por lo que vendemos productos suntuarios o de terceros países. En cambio, en su propia reglamentación, Brasil establece la posibilidad de vender tanto productos nacionales como importados; lo que cambia es el arancel. Además, la lista brasileña es de tipo ‘negativo’ (ndr: cualquier producto está autorizado salvo que esté expresamente prohibido), mientras que Uruguay trabaja con una lista ‘taxativa’ (ndr: lista con descripción arancelaria de materias primas, bienes intermedios, equipamientos y servicios) y nos resulta dificultoso hacerle cambios”.
La entrevistada cita como ejemplo, la dificultad de incluir los pen drive en la lista, cuando por otro lado esta incluye pasacasetes que ya no existen. De esta manera pueden transcurrir dos años para incorporar un producto al listado. Según Varela, se pudo lograr hace un par de años la aprobación de un protocolo –para que el proceso fuera más dinámico–, pero aún no se ha logrado ponerlo en práctica.
“En lo referente a la venta de productos domésticos en Brasil, hicimos gestiones, los sacaron, pero al mes los volvieron a poner, por lo que van a operar pagando un canon de 3% sobre esos productos nacionales y un 6% sobre los importados. Nosotros hicimos todos los esfuerzos posibles para lograr un ‘canon de equilibrio’, ya que nosotros pagamos sobre costo de mercaderías y ellos sobre venta. Lo único que logramos fue que el canon bajara de un 15% a un 7,5% y un 10% según el producto y en estos porcentajes sobre costos equiparamos al precio sobre la venta de ellos”.
“¿Cómo se contiene el contrabando?”
El avance sostenido de las obras permite avizorar los perjuicios que se vienen a futuro. En ese sentido van las declaraciónes de nuestra entrevistada, que afirma “hemos manifestado una preocupación real y lo hemos hablado con el senador Tabaré Viera porque vemos el perjuicio que va a generar al comercio en general por la venta de productos de la canasta básica. Como ejemplo, la gente que vaya al este y quiera hacer compras en el Chuy va a pagar esos productos un 40% más baratos. La pregunta es: ¿cómo hace Uruguay para contener el contrabando?
Por último y ante las eventuales acciones que se puedan concretar, la presidente de la Asociación de Comercios de Free Shop de Rivera señaló: “En Uruguayana ya están, en Yaguaron también, se habla de que en menos de un año estarán funcionando en Livramento y tenemos hoy empresarios de free shop uruguayos que están pensando en instalarse del otro lado. Lo que tenemos hoy con la Cámara de Comercios de Free Shop y nuestros colegas de Chuy es un grupo de trabajo en el Ministerio de Economía con reuniones periódicas, nos había cambiado el objetivo de trabajo la pandemia, pero en lo que seguimos trabajando es en pasar a una lista ‘negativa’ con la posibilidad de poder incorporar una serie de productos y hacerla más amplia”.
“A nivel político hay movimiento, por ejemplo, Cabildo Abierto presentó un proyecto al igual que el senador Viera y el senador Botana, pero entendemos que con la presencia de todos los actores políticos se debe crear un estatuto de frontera que permita una reactivación cuando hay temas de competitividad tanto con Argentina como con Brasil. Las tratativas son permanentes, pero tenemos que actuar cada vez más rápido porque nos queda muy poco tiempo” finalizó diciendo.
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