En un mundo que cada vez exige mayor cuidado ambiental y animal, Fernando Gallo productor hortícola de Tacuarembó en entrevista con La Mañana Rurales, reflexiona desde su rubro, su experiencia y perspectiva sobre los desafíos que tienen por delante y la importancia de brindar educación sobre la producción orgánica.
El Movimiento Hortícola está emplazado en Tacuarembó cuyo principal responsable es Fernando Gallo, que hace 15 años comenzó a trabajar la tierra “sin nada, hasta la asada era prestada, pero hoy manejamos más de 300.000 plantas y unos 60.000 plantines”, produciendo zapallito, morrón, tomate, acelga, perejil, apio, repollo, rabanito, lechuga, cebolla de verdeo, espinaca, rúcula y albaca.
Aunque Gallo se inclina por lo orgánico, el 85% de su producción lo es, valora la importancia que tienen “todos los tipos de producción de alimentos para los países. Los que somos chicos a veces no sabemos lo grande que podemos ser produciendo alimentos, lo nuestro no tiene un techo, porque produciendo alimento de calidad le estamos dando a la gente, además del alimento diario, un valor agregado a la sociedad”.
“Tenemos una cultura que infla mucho el globo por lo que hace la selección de fútbol pero no se le da el valor al trabajo del productor granjero o lechero, no le damos el valor que esas familias se merecen, que en su mayoría son establecimientos entre medianos y chicos que se instalan en el campo y producen alimentos de muy buena calidad. Nosotros desarrollamos conocimiento, también ingenio para producir porque cuando estás con el bolsillo pelado te ingenias mucho más para sacar una producción para adelante”, reflexionó.
Respecto a la situación que atraviesa la producción, dijo que “no estamos ni cerca de estar bien, estamos en una crisis muy importante. Hace un año un paquete de semillas salía $ 2.200, hoy $ 3.700, los insumos han subido un disparate y para solventar el negocio hay que producir el triple”, señaló.
“No necesitamos tantos químicos para producir”
Por otra parte, Gallo comentó que introdujo en su producción el uso de hongos orgánicos para controlar hormigas, pulgón y otras pestes de hojas. “Usamos hongos orgánicos, no usamos insecticidas ni químicos, solo los hongos que ya vienen preparados específicamente para la producción y es un muy buen campo para experimentar”.
“Hace un tiempo hicimos una capacitación de 6 meses con la Ing. Agr. Alda Rodríguez y a través de Inacoop (Instituto Nacional del Cooperativismo) y eso nos cambió la producción. Antes usábamos 100% químicos, empezamos a cambiar a orgánico y actualmente tenemos el 85% o 90 % orgánico con abono verde, compostera y lombriz Californiana. El abono verde es impresionante, la gente corta el césped y lo tira, pero si lo que cortas se vuelca a la tierra o se entierra, las plantas crecen impresionante. Entonces no necesitamos tanto químico para producir”.
“Empecemos a conquistar esas cabecitas”
Fernando Gallo subrayó la importancia de brindar educación sobre la producción orgánica. “Como productores chicos nosotros necesitamos apoyo de las instituciones, pero no solamente económico, también social porque trabajar con materia orgánica, con hongos orgánicos, es brindar un producto sano a la sociedad. Y si la sociedad se junta, las escuelas, cárceles, centros sociales y dicen ‘vamos a traer este tipo para explicar cómo se produce orgánicamente’ se puede empezar a cambiar la cabeza desde chico y no esperar que tenga 30 años para hacerlo”.
“Empecemos a conquistar esas cabecitas explicarles lo que se tiene que hacer. Eso es educación y no necesitamos que venga el Estado a ofrecerme plata. Me gustaría que mi conocimiento no se quede perdido en el tiempo, que pueda llegar a más gente, mi conocimiento y el de tantos más que también saben. Mi conocimiento sacó mi familia adelante y tengo seis familias que viven directamente de mi producción, eso quiere decir que no es tan mala”, finalizó.
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