“Cuando se funda la ARU en 1871, el país era muy joven, un país nuevo, y ese espíritu inicial de los fundadores nunca se perdió. Siempre se estuvo y se está en la búsqueda de un país más moderno, de una sociedad más integrada”.
“Presidir la ARU fue un altísimo honor, una lindísima responsabilidad”, dijo Gerardo García Pintos, quien estuvo al frente de la institución de 1994 a 1996, convirtiéndose con 36 años en uno de sus presidentes más jóvenes.
Con la disposición de “apertura al diálogo con los gobiernos de todas las orientaciones”, ARU se convirtió “en un actor importante, constructor de las políticas agropecuarias. La voz de la Rural siempre ha pesado, se ha escuchado y tomado en cuenta en la decisión de políticas”, señaló.
Cada vez que se debe abordar un tema, se hace “con una voz muy equilibrada, ponderada y siempre proponiendo, aun cuando también se debió criticar”. Esa madurez se la han dado los años, pero además destaca que la Rural tiene buena estructura en su Directiva, “con un sistema de conformación que se puede renovar la mitad, lo que le permite tener memoria institucional. Siempre hay gente que puede contar lo que pasó hace mucho tiempo. Tener esa memora institucional le da una cordura y un equilibro que me parece es muy importante, conjugando veteranos con gente más joven, de todo el país y de todas las producciones”, valoró.
Cuando García Pintos asumió la Presidencia de la ARU, la democracia uruguaya apenas contaba con 10 años. “Uruguay era muy diferente al actual, estaba mal económicamente; hoy somos un país mucho más rico”.
En 1995 comenzó el tercer período de Gobierno, ya había alternancia de partidos y la democracia comenzaba a afianzarse. “Lo bueno de ese período fueron las políticas liberales que se estaban implantando. Me refiero a la importación de ganado en pie, a la libertad en la comercialización de cueros, la no intervención del Estado en los mercados. Hay que recordar que poco antes se había intervenido el mercado de la carne que visto hoy suena como algo increíble”, pero pasó.
“Todas esas reafirmaciones de políticas hoy son de Estado, porque a los gobiernos del Partido Nacional y el Partido Colorado se sumaron luego los del Frente Amplio que las han mantenido”, precisó
No fueron años fáciles y hay que tener buena memoria para valorar: “El endeudamiento de los productores, los precios que no tenían nada que ver con los de hoy, eran parte de muchas dificultades”.
También señaló que ARU es una institución valorada: “Yo soy hombre de la Rural y por la Rural he presidido otras instituciones, una más sectorial como el Secretariado Uruguayo de la Lana, y más recientemente la Confederación de Cámaras Empresariales, y lo que puedo decir es en el sector privado la ARU es muy escuchada y muy respetada. Es de las instituciones que marcan la línea, siempre tratando de modernizar el país”.
“La madurez actual viene de la mano de los 150 años y de una línea que se mantiene a pesar del paso del tiempo y de las diferencias de cada época que nos toca vivir”. ARU es una institución “fundamental”.
García Pintos finalizó recordando que durante su gestión el sector rural logró reducir el impuesto municipal a los semovientes del 3% al 1%. “Fue en el Gobierno de Luis Lacalle”, padre de actual presidente. “Un logro de la ARU y la Federación Rural, ambas instituciones debimos reunirnos con una cantidad de diputados y senadores para lograr eso”, comentó.
TE PUEDE INTERESAR