¿A qué precio amanecerán los productos agrícolas hoy, o a cuánto la semana que viene?; ¿y los precios de los insumos? ¿Cómo se explican las variaciones que observamos al momento de analizar el comportamiento de los valores? Como todo, las respuestas a esas interrogantes son complejas.
Gonzalo Gutiérrez, asesor privado, explicó a La Mañana que “la pandemia generó alteraciones macroeconómicas globales muy importantes” y a su salida “nos encontramos con algunos problemas productivos” en cuanto a la “caída de la oferta”.
Otro problema fue que durante la pandemia los países tomaron medidas para apuntalar la actividad económica que resultó en “un exceso de liquidez” con un dinero sin valor debido a “tasas de interés muy bajas” lo que implicó “más liquidez e inflación creciente” con lo cual “la especulación financiera se volcó a las materias primas, a todas, incluso las agropecuarias, generando un proceso de mayores precios sobre todo en los mercados de futuro que es lo que se vio en noviembre, diciembre y enero”. “En febrero ocurre la invasión rusa, el miedo genera otra ola alcista de las materias primas, sobre todo el maíz y el trigo” que llegan “a máximos históricos en términos nominales”.
Pero el mundo vio que esos precios récord “no se condicen con la realidad porque no nos íbamos a quedar sin petróleo, sin trigo, sin soja, lo que había era un ajuste temporal y el reajuste posterior es más o menos violento en función del temor de los agentes económicos sobre lo que está sucediendo”, expresó.
Además, en las últimas semanas los bancos centrales subieron las tasas y al hacerlo “se enfría la economía”, es que las autoridades monetarias “prefiere contener la inflación y luego ocuparse del resto de los problemas”.
Por otro lado, “los valores de la soja, maíz, etc. tienen un componente especulativo muy grande que puede ser del 20% o 30%, sobre todo los mercados a futuro”, pero si “el trigo a futuro cae detrás debería hacerlo el trigo físico y detrás los fertilizantes, los fletes” y demás costos.
Ante la consulta si los granos necesitaban un ajuste, Gutiérrez dijo que eso era “saludable, porque cuando los precios son históricamente altos hay problema de demanda”, pero como “no fue normal la amplitud de la suba tampoco es normal la amplitud de la baja. En el medio está realidad”.
Sobre lo que debe esperar el productor, el analista dijo que según “los manuales de buenas prácticas, cuando la relación de precio es favorable, aunque no tengas sembrado el cultivo, lo que tenés que hacer es calzar el costo de producción, o sea vender anticipado para asegurarte ese precio. Hay que fijarse un margen de ganancia con ese cultivo y aferrarse a él, pero ocurre nos quedamos esperando que siga subiendo y como no se tiene un plan de ventas cuando el alza pasa ese buen precio se escapa como agua entre las manos”.
Finalmente expresó que el mundo va hacia una recesión: “En Europa segura, Estados Unidos tiene un signo de interrogación, y Sudamérica no tanto, pero hay que estar atentos porque vamos a tener mucha volatilidad en los meses que vienen”.
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