En un comunicado a la opinión pública explican cómo las medidas sindicales sorpresivas afectan a los productores, causándoles importantes pérdidas económicas al generar costos imprevistos e incrementar a futuro la oferta con la correspondiente caída de precios.
Seis de las principales instituciones gremiales del país pidieron al Gobierno intervenir y tomar acciones en el conflicto que se desarrolla en la industria frigorífica y que lleva más de cinco meses sin lograr que las partes lleguen a un acuerdo. También señalaron los principales y graves perjuicios que causan los paros sorpresivos en el sector productivo que es totalmente ajeno a las partes en conflicto y por tanto no tiene ninguna incidencia en su causa como tampoco en su posible solución.
En un comunicado fechado el lunes 23 de diciembre, la Asociación Cultivadores de Arroz, Asociación Nacional de Productores de Leche, Asociación Rural del Uruguay, la Comisión Nacional de Fomento Rural, Cooperativas Agrarias Federadas y la Federación Rural plantearon la necesidad de declarar como esencial la faena de los animales que ya están en planta.
Expresan que “desde hace varias semanas los trabajadores vienen realizando paros sorpresivos que afectan la faena en diversas plantas frigoríficas”, causando graves perjuicios en el productor.
Los firmantes explican que cada vez que un animal es trasladado a planta es porque está pronto para ser faenado, lo que significa que por lo menos tiene “dos años de trabajo, con todos sus costos acumulados (proceso de cría y engorde, costos de alimentación, sanidad, inversión en genética, trazabilidad, etc.)”.
Antes del envío a faena, cada animal tiene que cumplir determinadas condiciones, como “una cuarentena sanitaria, con una permanencia en el último destino de por lo menos 45 días”.
El conflicto y los paros sorpresivos hacen que los animales enviados sean devueltos a los establecimientos, y cuando eso pasa “suceden varias cosas”, entre ellas “el productor rural pierde su venta, restringiendo así sus ingresos y su capacidad de asumir sus compromisos (entre ellos los sueldos de sus trabajadores)”.
El animal cuando sale del establecimiento estaba en “las mejores condiciones”, físicas como de salud, pero se le devuelve “con pérdida de peso” y con “stress importante” motivado por el viaje en camión a planta, las 24 horas o más de encierro en corrales y nuevo traslado al ser devuelto al establecimiento.
Además “se pierde la cuarentena de permanencia que había cumplido, por lo tanto, el productor va a tener que esperar 45 días o más para poder venderlos nuevamente”.
El derecho a huelga no está en discusión
Las seis gremiales no cuestionan el derecho a huelga que tienen los trabajadores de la industria. Ese punto “no está en discusión”, aseguran.
Sin embargo, especifican que no pueden admitir “la huelga sorpresiva con todos los perjuicios referidos que genera a los productores rurales”.
“Una huelga en la faena no solamente afecta a la industria frigorífica, sino también perjudica a los productores y a sus trabajadores: nuestro producto tiene un momento de finalización y si no lo extraemos de nuestros predios nos atrasa los ciclos de producción y afecta nuestros recursos”, señalan.
Otro efecto negativo es el aumento de la oferta de ganado terminado que debe ser faenado. El aumento de la oferta “produce una reducción de los precios recibidos por los productores”.
Los productores no tienen responsabilidad ni integran la negociación colectiva, por tanto entienden que no pueden ser “los principales perjudicados por este conflicto”, por lo que pidieron al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti, “la declaración de esencialidad de la faena bovina de los animales que ya ingresaron a plantas de faena”.
Asimismo, solicitan “a las empresas frigoríficas y a los gremios de trabajadores que junto con las autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, logren soluciones que permitan retomar el ritmo de faena propio de la época”.
En el párrafo final hacen un llamar a cuidar la cadena cárnica por lo que significa para el país, el trabajo de los uruguayos y la economía nacional: “La producción cárnica nacional es uno de nuestros principales productos y motivo de orgullo de los uruguayos. Cuidemos nuestra cadena productiva que ha sido, es y será unos de los motores de nuestra economía y generadora de trabajo para los uruguayos”.
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