Se trata de parte del análisis que el técnico meteorológico Gabriel Labrador preparó para La Mañana.
Al norte del río Negro, noreste y este del país, las precipitaciones continuarán frecuentes e intensas, por encima de lo normal. Para el resto de Uruguay las lluvias serán normales o levemente superiores. Las temperaturas medias del aire cercanas a la superficie estarán más elevadas en los departamentos del litoral oeste y norte. Estos fenómenos son representativos en esta parte del continente de una marcada presencia de El Niño, luego de una sequía histórica de tres años debido a la presencia de La Niña.
Tras la inestabilidad propia de la primavera que se termina, el próximo viernes 1º de diciembre (desde el enfoque astronómico lo hará el viernes 22 de diciembre a las 00:07 hora local en el Solsticio de Capricornio) comienza el verano meteorológico.
El técnico meteorológico Gabriel Labrador explicó a La Mañana que este año se suman otras forzantes climáticas que actúan sobre Uruguay, como el fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS). Básicamente, ENOS se trata de un evento natural, producto de la interacción entre el océano y la atmósfera que ocurre a escala cuasi planetaria y tiene su origen en una inmensa región del Océano Pacífico intertropical (frente a costas de Ecuador y Perú). ENOS se asocia a cambios significativos en las temperaturas de la superficie del mar y en los vientos alisios predominantes en el Pacífico ecuatorial e intertropical, determinando alteraciones de la circulación general atmosférica que afectan los flujos de humedad y calor en todo América y otras regiones del mundo, produciendo principalmente variaciones en los regímenes de precipitaciones y temperaturas.
Luego de una sequía histórica en Uruguay de tres años, debida fundamentalmente a la acción de la fase fría de ENOS, denominada La Niña, prosigue la influencia de su actual fase cálida, El Niño. Para el Sureste de América del Sur, en la región de la Cuenca del Río de La Plata, generalmente, bajo los efectos de El Niño las lluvias tienden a registrarse con valores por encima de lo normal fundamentalmente en primavera y verano. Sin embargo, a pesar de que la fase cálida de ENOS, El Niño, se consolidó, y se pronostica que continúe hasta posiblemente mayo de 2024, sus efectos no han repercutido inmediatamente y en forma homogénea sobre todo el territorio uruguayo.
Particularidades de El Niño
El profesional indicó que cada evento de El Niño tiene sus propias particularidades. Dijo que los efectos del El Niño en la región dependen también del grado de interacción con otras forzantes climáticas, pero sí se debe indicar su presencia significativa en la Cuenca del Plata, como lo son la Oscilación Antártica, la Anomalía Térmica del Atlántico Sur, la Oscilación Madden-Julian e incluso otras variables tan lejanas como el Dipolo del Océano Índico. Las interacciones con estas forzantes climáticas pueden disminuir o intensificar los efectos derivados de El Niño.
Se trata de un sistema complejo, en que ocurren diversas interacciones entre los océanos, los continentes y la atmósfera. Básicamente cumplen el rol de distribuir la energía recibida del Sol, y la materia fluida en el planeta Tierra, haciéndolo habitable casi en su totalidad. La energía se propaga por la atmósfera y los océanos en general desde las áreas más cálidas, en forma de calor, responsable de las temperaturas del aire y del mar. Esta materia fluida la conforman el agua de los océanos, ríos, mares y el aire de la atmósfera, donde el vapor de agua tiene vital importancia. Labrador señaló que en general las interacciones de energía con la materia y los cambios de estado físico producen los fenómenos meteorológicos. Vale reiterar el rol del vapor de agua, cuya condensación por mecanismos físicos produce las nubes y precipitaciones.
Durante la primavera
Particularmente durante esta primavera 2023 la frontera norte y noreste con Brasil y sus estados del sur, y en el litoral norte se presentaron con una alta frecuencia de registros de lluvias. Mientras que en el suroeste, zona núcleo de la agricultura uruguaya, los registros fueron inferiores justo cuando los cultivos de invierno se encontraban en las primeras etapas. Con el avance de la primavera y acercándose el verano, se generalizó el aumento de temperaturas y lluvias, lo que mejoró la productividad, pero los excesos de calor y humedad trajeron problemas de calidad, fundamentalmente en las cebadas y trigos.
La señal más fuerte de El Niño, con lluvias por encima de lo normal en el sureste de América del Sur está ocurriendo desde prácticamente la primera semana de setiembre de 2023 en la cuenca alta y media del Río Uruguay, lo que ha aumentado los caudales a tal punto que, aguas abajo, a cientos de kilómetros de distancia, las crecientes provocaron inundaciones en los departamentos de Artigas, Salto y Paysandú.
Perspectivas para los próximos meses
En cuanto a las perspectivas para los próximos meses, Labrador dijo que en general, las proyecciones de diferentes modelos de predicción climática mensual y estacional reflejan bastante concordancia. Tanto el análisis de los modelos de América del Norte como el de los europeos muestra con algunas variaciones que las regiones al norte del río Negro, noreste y este las lluvias continuarían más frecuentes e intensas con valores por encima de lo normal. En tanto las temperaturas medias del aire cerca de superficie se presentarán con un sesgo claramente de valores más elevados en los departamentos del litoral oeste y norte. Algunos modelos de predicción climática mensual marcan también lluvias por encima de lo normal en el sureste para enero 2024. El resto de Uruguay presentaría un comportamiento con lluvias dentro de lo normal y levemente por encima de lo normal e igual escenario para las temperaturas.
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