Ana Montes de Oca es periodista desde hace ocho años en el diario Acción y conduce el informativo del mediodía en Difusora Soriano. Habló con La Mañana sobre sus primeras armas en la profesión, las dificultades y las satisfacciones que genera ejercer el periodismo desde el interior y cuáles son sus armas más importantes para entender a la gente y poder trasmitir lo más verazmente posible sus vivencias.
Si hay algo de lo que se pueden jactar los periodistas del interior que desempeñan esta esplendida tarea, es de esa versatilidad a la cual se acomodan de cualquier manera, ya sea para ocuparse de los más diversos temas, como para adaptarse a lo que tienen a mano para ejercer lo más profesionalmente posible esta noble profesión.
Ni en momentos de gran actividad –como ocurre cada enero cuando en muchos lugares los periodistas deben multiplicarse para encontrar la noticia–, ni las distancias que indudablemente son mucho más largas que en la capital donde esa noticia a veces está a varios kilómetros de caminos de tierra o balasto, ni mucho menos los destinatarios que como miscelánea van desde el intendente local, que es un vecino más, hasta el habitante bien metido en medio del campo y que espera esa noticia para saber lo que ocurrió en el pueblo, son bajo ningún concepto una barrera para que se lleve adelante más que una profesión, una pasión. Así de simple y con estos conceptos La Mañana comenzó la entrevista con la periodista de diario Acción y Difusora Soriano de Mercedes, Ana Montes de Oca.
Con esa calidez que suelen tener los comunicadores de tierra adentro, habló sobre sus orígenes en los medios, esa primera nota que vio impresa y le regaló más que una emoción, cómo hay que remediarse para andar de un lado a otro buscando la noticia del día y por qué las notas sociales son para ella las que más cercanías le ofrecen con la gente. Tiene muy buen relacionamiento con sus colegas, de quienes aprende permanentemente.
Desde el interior profundo
Ana nació en Egaña, una pequeña localidad del interior de Soriano y aunque pasó gran parte de su vida en Mercedes, tiene muy en claro cuáles son las necesidades de la gente de tierra adentro y cómo desde un medio de comunicación se puede hacer conocer sus realidades y hasta ayudar a resolver sus problemas. Para esto la regionalización de la información es muy importante y en ese sentido, de forma permanente, mantiene un ida y vuelta con las poblaciones de todo el departamento, donde siempre hay algo que contar.
Cursó estudios en lo que hoy se conoce como la Facultad de Información y Comunicación (FIC) luego de un breve pasaje por Psicología. Como sucede habitualmente, una docente que desarrollaba el periodismo político “nos hizo amar la carrera”, de la cual hoy vive con orgullo. Desde hace ocho años trabaja como periodista en el diario Acción de Mercedes y desde el año pasado conduce el informativo del mediodía en Difusora Soriano. Combina ambas tareas entre la adrenalina que genera la producción de noticias con el aprendizaje de una profesión que todos los días le está enseñando algo nuevo.
Su primera nota apareció en un medio nacional, cuando era estudiante de comunicación social en UTU “y fue hermoso”, sentenció al referirse a ese momento tan particular en que leía ese primer trabajo impreso. Coincide en que “a veces no te das cuenta el impacto que esa nota tiene” sobre el resto de la sociedad hasta que te lo hacen saber los lectores o la gente que se encuentra del otro lado del receptor.
Cercanía que genera vínculos
La cercanía que los medios de comunicación tienen con los gobiernos locales –por las dimensiones al cual se circunscribe su radio de acción–, hace que se generen vínculos muy diferentes que los establecidos en las grandes ciudades. En ese sentido Ana se siente muy cómoda desarrollando el periodismo en una comunidad que muestra estas características. Entre las complejidades que impuso la pandemia de covid-19 aparecieron algunas fortalezas, como la generación de mayores vínculos con las autoridades departamentales en momentos en que había que mantener a la comunidad informada y para eso se requería de muchas horas de dedicación a un tema que desde las primeras horas se mostraba muy complejo. Para ella, compartir todo ese tiempo fue generando un clima de confianza amortiguado por el respeto mutuo que nunca puede faltar entre ambas partes.
Con este contexto tan particular, el haber tenido la oportunidad de recorrer el departamento acompañando al Cecoed y las autoridades sanitarias para que la población del interior se pudiera vacunar, fue una oportunidad para estrechar esos vínculos con esas comunidades con las cuales además había que ser empáticos. El ejercicio de la profesión le enseño que sentarse un rato más con la gente, conocer sus problemas y generar confianza mutua “es vital para poder transmitir lo que de otra forma sería imposible”.
No duda en que las notas sociales son “las que te enseñan”, sobre todo aquellas que tiene a la comunidad como centro. Aún tiene fresca en su memoria el sentido de solidaridad colectivo cuando había que enfrentar los incendios y “ver esos vecinos, esa solidaridad” que desplegaron en procura de un bien común. Ana no duda que ser empático es una herramienta más que el periodista debe tener a mano para conocer la realidad del otro y trasmitirla lo más fielmente posible.
Como toda actividad humana, y el periodismo no es excepción, existen tareas que a veces se tornan un poco más complejas que otras. Dijo, sin ningún prurito, que enfrentarse a grandes personalidades de diferentes disciplinas puede transformarse en una tarea difícil a la hora de aprovechar esa oportunidad que la profesión ofrece. Aprovechar al máximo el tiempo disponible o desarrollar un buen cuestionario que posibilite la mejor nota, suele ser la parte más compleja que hay que enfrentar día a día.
Es feliz con lo que hace
Dijo con orgullo sentirse acompañada por su familia, elemento que no es un detalle menor si se tiene en cuenta las exigencias que implican ejercer la profesión de periodista.
“Creo que no podría hacer otra cosa”. Con esta simple frase, así de concisa pero también así de tajante, nuestra entrevistada deja por sentado que es feliz haciendo periodismo desde el interior, donde muchas veces no es fácil pero donde sí deja muchas satisfacciones.
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