La política alimenticia llevada adelante por Bruselas como fue habilitar para el consumo humano la venta de insectos, y el temor actual a que se habilite el consumo de carnes sintéticas en toda la UE, ha encendido las alarmas en la península itálica que procura defender su patrimonio agroalimentario
El gobierno italiano aprobó el pasado martes un proyecto de ley que prohíbe la producción, uso y consumo de carnes sintéticas cultivadas en laboratorios. De esta manera se convierte en el primer país de la Unión Europea en tomar esta decisión con el argumento de salvar el patrimonio agroalimentario de la nación. Ahora la decisión queda en manos de los parlamentarios que de confirmar la iniciativa del ejecutivo prohibirá que la industria italiana pueda producir alimentos “a partir de cultivos celulares o tejidos derivados de animales vertebrados” como lo indica el texto original.
El parlamento debería tomar el proyecto en los próximos dos meses e inclusive incorporarle modificaciones si lo entiende pertinente. De esta manera el gobierno de Roma pretende anticiparse a una posible “luz verde” desde Bruselas permitiendo a los países europeos disponer de este tipo de productos en sus mercados domésticos.
En una clara señal que está llevando adelante el gobierno italiano se decidió que el ministerio de Agricultura también pase a llamarse Agricultura y Soberanía Alimentaria. Francesco Lollobrigida, al frente de esa secretaría de estado consideró que estos alimentos cultivados “no garantiza la calidad ni el bienestar” de los consumidores.
El grupo de presión agrícola Coldiretti elogió la medida tomada por el gobierno italiano contra los alimentos sintéticos en defensa de la producción local. El proyecto estipula que las fábricas que contravengan esta decisión podrán cerrarse y los productores perder su derecho a obtener financiación durante tres años e inclusive multas de hasta 60.000 euros para quienes los comercialicen.
“La aprobación de una ley de este tipo cerraría el potencial económico de este campo naciente en Italia, frenando el progreso científico y los esfuerzos de mitigación climática”, dijo Alice Ravenscroft, directora de política del Good Food Institute Europe. Por su parte la red de empresas de alimentos Cellular Agriculture Europe criticó la medida y sostuvo que se está limitando las opciones para los consumidores preocupados del bienestar animal y el impacto ambiental. El grupo anti-vivisección LAV calificó el proyecto de ley como “una cruzada ideológica y anticientífica contra el progreso”.
Una acusación ingrata, y la reacción de Uruguay
El fundador de Microsoft Bill Gates, Jeff Bezos presidente de Amazon y el exvicepresidente de Estados Unidos Al Gore se asociaron en el proyecto de carne artificial e invirtieron en la compañía que produce carnes y lácteos en base a hongos denominada Nature´s Fynd. Con la intención de introducirse en la producción de alimentos alternativos, desde 2012 se investiga la acción de un microbio denominado Fusarium yellostonesis, detectado en las aguas termales de Yellowstone, Estado Unidos.
En 2021 Bill Gates señaló en una entrevista de prensa que la carne es causante de “un desastre climático que provoca el calentamiento global y dejará más muertos que la pandemia Covid 19”. Este comentario encendió la pradera sobre todo en aquellos países, como Uruguay, que produce carne de animales basados en procesos naturales.
Estas declaraciones provocaron el rechazo de todo el sistema político uruguayo y la inmediata respuesta a través de una carta abierta de quien en su momento era presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), hoy ministro de Ganadería Fernando Mattos fechada el 8 de febrero de 2021. En la misiva, Matos rechazaba esas aseveraciones del empresario norteamericano “pues no hay evidencia científica que determine tal extremo”. A continuación se indica que “es un engaño deliberado al consumidor llamar carne a un producto que no debe denominarse de esa manera”. En otro párrafo Mattos describe que se comparte la preocupación de Gates con respecto a la sustentabilidad de los procesos productivos en la ganadería “y valoramos el reciente apoyo brindado a través de una compra de créditos de carbono a un establecimiento australiano que utiliza sistemas de pastoreo rotativo”. Cerrando la carta se invitó a Bill Gates a conocer la producción ganadera de Uruguay con más de 400 años en base a pasturas naturales.
Un encuentro que trajo acuerdos en las diferencias
Más de un año después se produjo el primer contacto entre las autoridades uruguayas y representantes de la Fundación Bill Gates y Melinda Gates. Durante tres días intercambiaron opiniones, mostraron los avances del país en más de 50 años de enriquecimiento tecnológico y científico, escucharon a profesionales de la investigación en materia de producción animal y vieron trabajar y escucharon la opinión de los productores, que en definitiva son los que se desempeñan en la primera línea de acción.
El ya ministro Mattos señaló que el encuentro surgió tras algunas manifestaciones de Bill Gates “que encontramos inadecuadas”, lo que motivó la reacción mediante una carta abierta. A la salida de uno de los encuentros con los representantes de la Fundación Gates, Mattos sostuvo que “creemos que hoy llegamos desde las diferencias y a través del diálogo a muchas coincidencias respecto de los objetivos” que busca su actividad filantrópica especialmente en la producción ganadera y agrícola. Durante esos días conocieron el sistema productivo ganadero uruguayo, “se han sorprendido” de la fortaleza institucional del país, “del respeto por la biodiversidad y el ambiente” y la búsqueda de sistemas sostenibles de producción a través de la academia. El secretario de estado señaló que “se llevaron una imagen de Uruguay distinto” por su sistema productivo ejemplar y que puede ser tomado como referencia para el desarrollo de la producción ganadera para otros países. A partir de ese momento se abre una ventana de oportunidades “donde la Fundación ha quedado muy impresionada con algunos trabajos que venimos realizando aquí en ese sentido” y que son coincidente con los de ellos “respecto a cómo llevar adelante una producción sostenible”.
Se fueron impresionados por la forma de producir del país
Para José Bonica titular del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), que delegaciones desde el extranjero quieran conocer de primera mano que es Uruguay “y todo lo que hacemos” en investigación, producción e institucionalidad pública “es muy importante”. Durante esas jornadas pudieron ver como es la aplicación de la investigación junto al trabajo con los productores como sucede con la Central de Kiyú en la raza Hereford. La delegación tuvo la oportunidad de primera mano apreciar como es la aplicación de esas tecnologías en los propios establecimientos y cómo funciona con la institucionalidad del país. El jerarca aseguró que les impresionó cómo funciona la investigación codirigida y cofinanciada entre los privados y el Estado y que con intereses distintos “son capaces de interactuar en conjunto”. Nos sentimos orgullosos no solo de exportar alimentos sino también por mostrar experiencias de como “lo rural interactúa con todos los intereses de toda la sociedad”.
Fundación Bill Gates también tiene un uruguayo
La delegación de la Fundación Gates estuvo integrada también por el uruguayo Ruben Echeverría quien resumió las tres jornadas como “una visita de aprendizaje”. Sus declaraciones se centraron en la satisfacción de haber conocido “cuáles son las prácticas que Uruguay ha hecho (en materia de producción ganadera), que políticas ha tomado y que institucionalidad tiene el Uruguay”. Además, fue una oportunidad para ver cuáles de estas prácticas se podría “adaptar y adoptar” a otras regiones especialmente “mirando mitigación de gases, la conservación de la biodiversidad” y también en materia de productividad y economía. Explicó que forma parte de una Fundación familiar que tiene un objetivo geográfico muy marcado en África y Asia. Se propusieron colaborar con Uruguay pensándolo “como observatorio de buenas prácticas” sobre cómo se está midiendo “la mitigación de gases (de efecto invernadero) y el manejo de los rodeos”.
Uruguay como observatorio de buenas practicas
Samuel Thevasagayam principal vocero de la Fundación Gates durante esa visita señaló a Uruguay como “un país hermoso” con excelentes investigadores y productores. “Quedé muy impresionado con el sistema de producción animal” y como son capaces de hacer producción sostenible cuidando el ambiente “y teniendo un sistema económicamente viable”. Como deberes se llevaron armar un esquema sobre cómo se puede instrumentar colaboraciones para transmitir todos los conocimientos recibidos en aquellos países donde se centra la actividad de la Fundación. Consideraron como usar a Uruguay como observatorio “sobre cómo se producen políticas en este campo”.
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