Hubo desfile cívico, militar y de caballería criolla. Compartieron un brindis y presenciaron una intensa agenda cultural. Hubo espacio para el recuerdo y las anécdotas. Los festejos se extenderán durante todo este año, de acuerdo con lo proyectado por la comisión de vecinos.
A lo grande. Así fueron los festejos por los 100 años de José Enrique Rodó en Soriano. La localidad, que inicialmente se llamaba Pueblo Drabble, cumplió este 12 de junio su centenario bajo esa nueva denominación y los actos centrales estuvieron encabezados por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou. Todo fue preparado con mucho cuidado por los integrantes de la Comisión de los 100 Años, que continuarán durante todo este 2024.
La agenda transcurrió como estaba planeada. El trabajo que durante todo el año desarrollaron los integrantes de la comisión organizadora dio su fruto y con creces. Uno de los momentos más emotivos fue cuando el grupo musical Blanco y Negro interpretó la canción que compusieron dedicada a la localidad. La actividad cultural se llevó a cabo en horas de la tarde en el Club Deportivo y Social Rodó, que estaba lleno bote a bote. Ana Clara Urrutia se mostró agradecida por la convocatoria que colmó todas las expectativas. Es “una fiesta de todos”, resumió.
Urrutia nació en el departamento de Colonia, pero “siempre viví acá” dijo con orgullo a La Mañana. Ingeniera agrónoma de profesión, desarrolló la actividad en la zona asesorando a los productores lecheros de la ex Cooperativa Carli, actualmente Copagran. Con orgullo recuerda su pasaje por la educación primaria en la Escuela 49, donde su madre fue maestra “de vocación”, resaltó. Todos los días viajaban desde Paraje Duraznito a siete kilómetros del pueblo con su madre y un grupo de niños en la Ford A de la familia para asistir a clases.
Con el tiempo la comunidad ha ido obteniendo logros importantes. Ahora tienen secundaria completa, una biblioteca a nuevo y las nuevas tecnologías están disponibles para todas las edades. Urrutia señaló que durante su periodo de estudiante para alcanzar ciertos conocimientos había que ir a la capital. Hoy se pueden conseguir con una computadora, celular o en el caso de los adultos mayores en la tablet. Sostuvo que el deporte sigue siendo una de las principales características de los pueblos y que el suyo, José Enrique Rodó, se caracteriza “por ser muy solidario con la gente”.
Cacho, toda una vida en José E. Rodó
Felipe Cuello, más conocido en la zona como Cacho, tiene 81 años y desde los 11 vive en José Enrique Rodó, cuando su padre se instaló en la localidad para ocupar el cargo de juez de paz. Desde entonces siempre ha vivido en el pueblo donde formó su familia y trabajó como policía. Desde esa tarea creó un fuerte vínculo en la zona, donde convivió con varias generaciones en el desarrollo de la comunidad. En ocasión del centenario, la localidad se vistió de fiestas y fue un día de reencuentro con familiares, amigos y vecinos, muchos de ellos con quienes hacía bastante tiempo no se veían. “Me encontré con cantidad de gente del pueblo” y hasta hubo espacio para la anécdota jocosa, como cuando uno de sus amigos lo saludó diciendo: “¿Cómo andás, Cacho?” y de tanto tiempo sin mantener contacto no lo recordaba, contó a La Mañana.
Entre sus recuerdos, surgió el de la ruta 2, cuando aún era de balasto y ya dividía al pueblo por la mitad. La bituminización y la alta velocidad obligó la intervención de la comunidad, encabezada por el cura párroco Silvano Sanson, de origen italiano, que realizaron gestiones ante el Ministerio de Trasporte y Obras Públicas para la construcción de once lomadas de burro para evitar accidentes fatales que ya por entonces fueron varios. Ya en ese tiempo el flujo de vehículos de origen argentino era importante, indicó.
Técnico de fútbol del club local en los años 1970 e impulsor de las categorías formativas de baby, Cacho sabe de la importancia que el deporte tiene en una pequeña comunidad y para la formación social de sus integrantes. Reconoció que muchos de los jóvenes no finalizan la educación secundaria, pero no tienen que emigrar para encontrar una salida laboral. Se mostró orgulloso por el bajo nivel de desempleo de la zona y lo vinculó a la alta oferta laboral, básicamente relacionada con el sector productivo. Entre los distintos emprendimientos destacó el frigorífico avícola que nutre de fuentes de trabajo a un importante número de vecinos. Aunque está orgulloso de vivir en una villa “extraordinaria”, no deja de lamentarse por la influencia de la droga sobre los más jóvenes. Dijo que existe, como en todas partes del país, y cuando puede intenta disuadir mediante el diálogo franco a las nuevas generaciones para que no entren en ese mundo tan penoso.
La Sociedad Rodoniana
La Sociedad Rodoniana mantiene un firme vínculo con la localidad del departamento de Soriano. Esa amistad que se fue gestando con el correr de los años revela el valor que la comunidad de ese departamento le atribuye a la figura y el pensamiento de quien lleva su nombre. Al ser consultado por La Mañana, Jorge Leone, tesorero de la Sociedad, dijo que en varias oportunidades han coincidido. La última vez fue en 2017, cuando se desarrollaron los actos recordatorios de los 100 años del fallecimiento de Rodó.
Durante la entrevista remarcó la importancia del pensamiento de Rodó para el país y el reconocimiento que obtuvo en América y España. Sobre Ariel, una de sus principales obras, sostuvo que su pensamiento tuvo tanta fuerza que se creó el “arielismo”. Con respecto a las diferentes etapas de su trabajo señaló que este libro está dirigido a los jóvenes, donde “les hace ver todas las posibilidades que tienen como ser humano”. Sobre el concepto de democracia, Leone señaló la importancia que para el autor tenía como forma para que los seres humanos se agrupen y organicen. A su vez explicó que Rodó le dio un gran valor a la integración latinoamericana que se debía ejercer sobre los pueblos que en ese momento histórico “marchaban por su lado y no tenían en cuenta” su raíz hispánica.
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