Los principales desafíos de la citricultura pasan por bajar los aranceles que se deben pagar, pero también por desarrollar nuevas variedades, con lo cual Uruguay podría diferenciarse y destacarse.
Aunque el citrus está presente en varios departamentos, su rol en los del norte es fundamental como generadora de trabajo directo e indirecto, en particular en esta época del año que comenzó el período pico de la zafra. “Junio es el momento en que se acelera a fondo con la llegada de las bajas temperaturas”, oportunidad en que las diversas “variedades empiezan a madurar”, dijo el Ing. Agr. Carlos M. Fraschini, gerente general de Azucitrus.
“La zafra empezó hace dos meses con la cosecha de mandarina principalmente, a mediados de mayo fue la cosecha de limón y ahora en junio seguimos fuerte con la mandarina y el limón, pero se suman las naranjas y llegamos al pico de actividad”, expresó.
“La citricultura sigue siendo el motor de la zona. Se estima que genera un puesto de trabajo en forma directa por cada hectárea y hay unas 14.000 ha de producción, o sea que ahora serían 14.000 personas trabajando, estamos en pleno pico de actividad, tanto en el campo como en las plantas de packing”.
En el campo, “la actividad más demandante es la cosecha” donde se emplea “mucha gente joven que adquiere su primera experiencia laboral; en cambio en plantas de empaque hay una participación mayoritaria de mujeres”. Estamos hablando de una fuente de trabajo “con una concentración zafral principalmente de mayo a octubre”.
Consultado si la sequía afectó la producción de este año, Fraschini dijo que no. Explicó que “la citricultura de exportación cuenta en gran parte con riego y además los focos de sequía estuvieron más concentrados en zonas que no son productoras” de estas frutas, y aquellas zonas cítricas que sufrieron falta de agua, “no fue algo extremo”.
De todas formas, precisó que aunque el volumen a nivel país no se va a ver afectado por la sequía, “sí hubo quintas, por ejemplo en San José, que sufrieron algún efecto” adverso.
Por otra parte, en verano hubo “algún evento puntual de granizo”, concretamente en el norte de Paysandú, “con afectación de algunas quintas”. Respecto a eso dijo que desde la industria se está trabajando en el tema de los seguros. “Se buscan alternativas como un seguro para eventos climáticos que incluya granizo y que sea accesible para los productores. Hoy hay posibilidades de asegurar contra granizo, pero los costos son inviables y ante eventos cada vez más frecuentes los productores pueden quedar frente a situaciones críticas” y en eso los más afectados suelen ser los de menor tamaño.
Por eso el seguro es una herramienta sobre la cual “se está conversando desde hace tiempo y tenemos expectativas de llegar a un esquema que abarque a todos los productores de todos los tamaños. Si nos unimos todos podríamos encontrar un sistema que nos garantice una cobertura a un costo viable. Para eso también tiene que haber voluntad política del Ministerio”, opinó.
Mejorar la competitividad de los productores
Como ocurre en otras áreas, la salida de productores del rubo también se da en la citricultura. “La tendencia es muy parecida a la que ocurre en otros sectores que es de concentrar la producción, a pesar de que en Uruguay hay muchos productores pequeños y en muchos casos combinados con otros rubros, sobre todo en el norte. Salto sigue siendo el principal lugar de producción con productores que se dedican al mercado interno y no participan del proceso de exportación”.
“En general los niveles de producción para exportación se han mantenido bastante estables con una leve tendencia a la baja en los últimos años asociado a un proceso de reconversión que se está dando, un poco por la demanda de Estados Unidos pero también por los nuevos materiales. Uruguay está trabajando con el INIA en el desarrollo de nuevas variedades que buscan mejorar la capacidad de los productores en un mercado que está cada vez más competitivo”.
El “gran desafío es encontrar herramientas para poder competir con Sudáfrica, Chile y Perú que vienen creciendo muy fuerte”, mientras que “Uruguay está estancado y uno de los principales motivos es el diferencial arancelario sobre todo en Europa”.
Nuestro país tiene “desventajas a la hora de competir a nivel internacional y ese es un tema en el que se viene trabajando fuerte, con mucha expectativa, para que Uruguay logre avanzar en acuerdos que nos permitan mejorar la rentabilidad de los productores y aprovechar las ventajas comparativas que hoy podemos tener a nivel de productor”, apuntó.
En ese sentido el trabajo con INIA es para desarrollar “nuevas variedades y ahí si tenemos oportunidad de diferenciarnos porque serían materiales de producción nacional que nos podría servir para destacarnos. Incluso estamos en un proceso de hacer acuerdos a nivel internacional para que esos materiales se prueben en el mundo y puedan generar otro tipo de negocios para Uruguay y el INIA, para seguir invirtiendo en investigación y desarrollo de nuevas variedades estratégicas y claves para que Uruguay se pueda diferenciar” de sus competidores.
Estados Unidos se consolida como destino
El foco del sector está puesto en la exportación con el fin de abastecer al hemisferio norte que está en verano. “Ellos no tienen producción” y se abastece aquel mercado, “principalmente en las cadenas de los supermercados, y esta es la época de mayor demanda”.
Estados Unidos es el principal cliente para las mandarinas uruguayas, “el mercado se sigue consolidando” con una “temporada que arrancó muy bien, el clima acompañó, y la producción temprana de (la variedad) Clementina a nivel nacional es buena” y está llegando a aquel país.
Dentro de Estados Unidos, los productos uruguayos “van solo a la costa este” que es “logísticamente a donde podemos acceder”, además por “un tema de protocolos sanitarios”, y porque acordamos abastecer el norte del país y no el sur que es una zona productora”. “Estamos yendo al puerto de Filadelfia” y de esa forma llegamos a una de las zonas más poblada de Estados Unidos, ya que “en un radio de dos días de camión se puede acceder al 60% de la población estadounidense que para nosotros es un mercado gigantesco”.
El oeste también es importante, pero ese mercado es abastecido por Chile y Perú que están sobre el océano Pacífico.
El desafío arancelario
La citricultura viene trabajando junto con el Gobierno el tema de los altos aranceles que debe pagar. “Tenemos una mesa de mercado y nos juntamos periódicamente para ir viendo por donde se puede avanzar. Lamentablemente Uruguay es pequeño y la citricultura es pequeña dentro de Uruguay, pero tenemos que alinearnos y el país está haciendo un esfuerzo para lograr que el Mercosur avance y también buscar alternativas para flexibilizar y poder avanzar de forma directa”, dijo el gerente de Azucitrus.
Los otros países del Mercosur están en una situación similar, pero Paraguay “produce poco y es para industrializar y hacer jugos, y Brasil es el productor más grande del mundo pero participa poco” en el comercio exterior.
Argentina en cambio es exportador y sufre como Uruguay las limitaciones arancelarias con el problema de que no pudo acceder a Estados Unidos y “quedó rehén de sus exportaciones a Europa, sin poder competir y básicamente está desapareciendo del mapa internacional, y ese es un claro ejemplo de por qué tenemos que trabajar para volver a ser competitivos en Europa”, enfatizó.
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