Los corrales están pasando un momento difícil por la reducción de la cuota 481. El instrumento que aparece como necesario para cambiar esa situación es el mercado de futuros, experiencia que en el pasado no dio buenos resultados, pero para la que ahora sí están dadas las condiciones.
Álvaro Ferrés, presidente de la Asociación Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural (Aupcin) explicó a La Mañana la importancia que tienen los corrales de engorde para la cadena ganadera del país. Sin ellos toda la producción se reciente, de ahí la importancia de atender a este sector que empuja con mucha potencia, pero que está atravesando un período de caída en su perfil productivo por el enlentecimiento de la cuota 481 (la cuota europea).
“En los últimos años, el número de corrales de engorde en Uruguay, independientemente de Aupcin, está en un proceso de crecimiento, aunque hace un par de años se enlenteció. La capacidad estática de los corrales es de entre 250.000 y 300.000 cabezas instantáneas”, lo que quiere decir que “si todos los corrales de engorde pusieran ganado a la vez podríamos tener 300.000 cabezas encerradas en el mismo momento”, expresó.
El crecimiento de los corrales es “de todos los años” y ese avance y desarrollo se da porque “la gente está viendo en el sistema de terminación una oportunidad de negocio”, pero “también es verdad que en los últimos dos años esa oportunidad se ha visto afectada, pero no por la cantidad de corrales, sino porque el negocio no está bueno”.
Una prueba de eso es “el año pasado muchos corrales no operaron o lo hicieron a la mitad de su capacidad, y eso se da porque el precio de la reposición, de la comida y del gordo se desalinearon. Son número muy finos, y si los precios de la comida o de la reposición se desalinean, el resultado es que se pierde plata”.
Dicho de manera más clara, “estamos frente a un escenario donde el margen de negocio el año pasado fue negativo y este año fue positivo, pero poco positivo”, precisó. El resultado es que “la gente no está tan animada a encerrar ganado”.
Otro factor que juega de manera negativa es que “el negocio de la cuota 481 está decreciendo y por tanto genera falta de previsibilidad. Antes teníamos el precio a futuro y permitía a la industria cerrar para exportar y nosotros para producir. Eso está desapareciendo” y se pierden las herramientas que permiten “operar reduciendo riesgos de pérdida”.
Mercado de futuros
La oportunidad que se presenta al sector es “desarrollar el mercado de futuros o alguna otra alternativa de previsibilidad que sirva a los productores y a la industria para que, si quieren encerrar ganado, puedan medir la potencial pérdida, ganancia o el punto de equilibrio. Todo eso está haciendo, en parte, que los corrales no crezcan en la cantidad de animales que están engordando. Entre enero y octubre de 2024 la cantidad de animales engordados es menor que el número en el mismo período del año pasado y eso está motivado por lo que acabo de decir: el negocio no está atractivo, se perdió mucha plata, la cuota no está funcionado y no se puede pronosticar el negocio. Hay un alto riesgo en encerrar y la gente no está tomando ese riesgo”, sobre todo considerando que “producir un animal a corral es bastante más costoso que hacerlo a pasto, y cuando se toma la decisión de encerrar que tiene un costo de 300 o 400 dólares en los últimos cien días, se debe tener muy claros los números, sino las pérdidas pueden ser muy importantes”, advirtió.
Para el presidente de Aupcin, el concepto clave es “generar certezas” y para eso hay que crear “los instrumentos para que los corrales empiecen a traccionar de nuevo, sino el país no crece en la tasa de extracción, ni el volumen de faena”.
“La industria puede ofrecer determinado precio, pero si ese precio está por debajo de los costos o del punto de equilibrio, entonces no cierra, los números no dan, y eso es lo que está pasando”, explicó.
No hay un “estímulo” y eso repercute en todo el sector ganadero. ¿Por qué, cuando miramos para adelante, no vemos que haya un crecimiento de la faena o un crecimiento de la cantidad de animales terminados a corral? Porque nos esta faltando una herramienta o algo que nos genere previsibilidad para que no pierdan dinero los que invierten. Estamos trabajando para solucionar eso”.
¿Cuál sería la salida o la solución? Ferrés dice que “todos tenemos necesidad de que esto funcione” y por eso “el mercado de futuros parece ser un instrumento” positivo, aunque también “habrá que pensar en otras posibilidades” que no pueden ser otra cosa “que alguien ponga un número adecuado a la inversión”.
Un problema global y el mercado a futuro
El problema “no es solo de Uruguay, sino del mundo” con la diferencia de que “otros países tienen otra estabilidad en el mercado, en el precio del gordo, tienen otras oportunidades de negocio de exportación”; y “en otros países funciona el mercado de futuros, cosa que acá no”.
Así y todo, Uruguay tiene experiencia en ese tipo de comercialización, “ya se hizo y no tuvo el éxito que se esperaba, pero a diferencia de entonces ahora vemos que se están dando las condiciones para que funcione”. Se debería poner en práctica “en los próximos meses”, planteó.
Es un sistema como el que vemos en la soja, pero aplicado a la ganadería; eso genera la oportunidad de que el productor se calza en un precio que asegura no tener pérdidas y ganar algo”. La diferencia es que el precio de la soja uno lo ve en Chicago, “acá el precio de la carne hay que ir a ver a cuánto está en la Bolsa de Uruguay”.
El sector ganadero uruguayo “no tiene esa cultura, los ensayos que se hicieron no anduvieron bien”, pero hay que “probar copiando de otros países en los que sí funciona. Es algo que en el mundo existe y debería funcionar también aquí”.
Todo esto “lo veo como una posibilidad”, o la otra “es que la industria esté dispuesta a dar un precio a futuro con entrega física y nosotros estemos de acuerdo con ese precio y entregar, como pasa ahora con la cuota 481. Eso sería lo ideal y sería muy bueno que pasara, lo que sucede es que al no estar la cuota es difícil”.
Si mañana sale el mercado de futuros, “lo que va a pasar en Uruguay es que vamos a ir creciendo lentamente en la cantidad de ganado encerrado” y se potenciará la ganadería, teniendo en cuenta que “el corral es una complementación perfecta de los sistemas pastoriles”, y que “todas las razas sirven”, aunque alguna tenga mayor valor en el mercado que otras.
Importancia de los corrales de engorde
Ferrés insistió con que “no se puede ignorar la importancia que tienen los corrales de engorde para la ganadería nacional”. Ellos “son la causa por la cual Uruguay faena 2,3 millones de cabezas de vacuno, y si queremos crecer no tenemos más remedio que incrementar los corrales, no hay otra elección. Si queremos mejorar la tasa de extracción tenemos que ir a una mayor intensificación, por lo tanto, a mayor uso de los cordales de engorde”.
Todos los actores de la ganadería “precisan de los corrales, y la posibilidad que tiene Uruguay de crecer en exportaciones es que funcionen. No hay ninguna otra posibilidad”, subrayó, y ese sistema “convivirá sin problemas” con el ganado a pasto. “Los dos modelos se necesitan uno al otro y un productor puede llegar a tener ambas opciones productivas”
Asimismo, el corral “maximiza el concepto de bienestar animal”, porque “un animal maltratado en un corral de engorde no va a engordar. Nosotros precisamos que engorde y nos preocupamos y ocupamos para que el animal esté bien en todo sentido: en lo sanitario, en el confort, en la temperatura ambiente. El corral de engorde se preocupa en sobremanera por el bienestar animal. Y en lo que tiene que ver con el medioambiente estamos monitoreados y controlados, además de que entendemos que es algo muy positivo. Todo lo que genera el corral, como el estiércol, se recicla y se usa en las pasturas, tiene una complementación espectacular”, definió.
Por tanto, hay una “gran conciencia en el manejo medioambiental y una gran oportunidad en el manejo del bienestar animal”.
Uruguay está preparado
Consultado si Uruguay está preparado para expresar todo el potencial posible de los corrales de engorde, Ferrés dijo que “no hay que tener ninguna duda de eso”, porque además significa un empuje para la agricultura.
“Los animales necesitan del grano, son grandes consumidores, y el grano lo podemos producir nosotros: maíz, cebada, sorgo. La consecuencia es que el desarrollo ganadero y el desarrollo agrícola van juntos y es una transformación muy importante para el país”.
Otro desafío de nuestro sistema productivo “es ver cómo hacemos para incrementar el peso de carcasa. Año a año mejora el precio de carcasa, pero si queremos jugar en la cancha grande tenemos que ir a carcasas más pesadas aún”, concluyó.
El agro no para, y no es un eslogan
En los últimos años hemos escuchado cómo desde el medio rural se dice con insistencia y convencimiento que “el agro no para”. Podría ser un eslogan de marketing, pero es la realidad. Prueba de ello -–y no es la primera vez que pasa– es que el presidente de Aupcin, Dr. Álvaro Ferrés, concedió la entrevista a La Mañana sobre un equipo de riego y en plena tarea rural en la zona de Capilla de Sauce. “En esta zona hemos ligado mal con las lluvias y estamos instalando un equipo para regar 100 hectáreas de cultivos de verano, como maíz y soja, cuyo objetivo en el caso de la soja es comercializarla, y el maíz usarlo como consumo en el corral”, dijo. “El plan de rotación es maíz, soja, un puente verde y praderas de alta producción”.
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