El treinta por ciento de los predios ganaderos de todo el país tiene garrapata, un parásito que genera pérdidas de cincuenta millones de dólares anuales.
La garrapata es un grave problema del que Uruguay no escapa y que genera importantes pérdidas en la ganadería. La Mañana consultó al doctor Marcelo Cortés, veterinario oficial de Sanidad Animal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y dinamizador de la campaña contra la garrapata, quien destacó que se trata de un desafío sanitario que va acompañado de varios factores negativos como la necesidad de control, las enfermedades que transmite, el proceso que requiere el uso de los medicamentos y las consecuencias, especialmente los residuos en la carne: “Todo eso ubica a la garrapata como uno de los principales problemas de nuestra ganadería y de la región”.
Cortés comentó que en 2021 se inició un censo nacional que finalizó en 2022 y por el que se buscaba saber a nivel predial la gravedad del problema, su extensión y qué zonas son libres. “Cuando terminamos de procesar la información, obtuvimos la prevalencia de enfermedades. De los 45 mil predios ganaderos que hay en Uruguay, el treinta por ciento tienen garrapata. Eso llevado a números indica que la garrapata está presente en unos 13.500 predios en todo el país”.
Dicho de otra forma, unos 4,5 millones de vacunos tienen garrapata y la mayoría de ellos está bajo “un sistema de buen control, pero a medida que va pasando el tiempo notamos que aumenta la multi resistencia”, además de que “hay estratos de predios, que son pocos pero preocupan mucho, que ya tienen resistencia grave incluso a casi todos los grupos químicos de garrapaticidas que existen en plaza”.
El veterinario recordó que “algunos trabajos que ya tienen un tiempo” atribuían a la garrapata “pérdidas por 43 millones de dólares anuales”, pero actualmente ese treinta por ciento de los predios, con unos 4,5 millones de vacunos, se traduce en pérdidas “cercanas a los cincuenta millones de dólares anuales”.
“En un predio promedio en la región norte del río Negro, el gasto por cabeza de animal en un campo con garrapata ronda los veinte dólares; y debemos tener presente que el 45 por ciento de los productores que tienen garrapata aplica entre nueve y doce tratamientos al año; un estrato un poco inferior aplica entre cinco y ocho; y otro estrato del cinco por ciento aplica más de doce tratamientos y llega a más de dieciocho”, precisó Cortés.
Hemovacuna, una dosis genera inmunidad del ochenta por ciento
El funcionario del MGAP agregó que algunos predios a nivel nacional aplican tratamientos que, a pesar de tener buenos químicos preventivos y curativos, también poseen la contraindicación de un elevado tiempo de espera para el envío a faena: 213 días, poco más de siete meses.
No obstante, se observa que aumenta el uso de la hemovacuna, “una herramienta cuyo uso pregonamos como preventiva contra la tristeza parasitaria”, la enfermedad que transmiten las garrapatas.
La hemovacuna es producida por la División de Laboratorios Veterinarios (Dilave/MGAP) y un laboratorio particular. Últimamente ha habido “un crecimiento muy importante debido a que en 2019 el MGAP entregó 49 mil dosis y entre 2022 y 2023 se superaron las cien mil dosis. Hoy, entre la vacuna particular y la oficial, se llega casi al quince por ciento de los terneros nacidos en zona de garrapatas. Esos animales están siendo vacunados y la meta es lograr por lo menos el veinticinco por ciento de vacunación”.
El profesional recordó que a inicios de los años 2000 se entregaban apenas 3.500 dosis: “Prácticamente se vacunaban solo los toros para remate”. El aumento que vemos hoy es posible porque “en el productor hay más conciencia, conocimiento y se le ha perdido el miedo a la vacuna, que es viva atenuada con un protocolo para aplicarse”.
Esta vacuna “permite trabajar con animales en situación de alto desafíos por garrapatas y da buenos resultados. Una dosis genera inmunidad de por vida en el ochenta por ciento o más, y en caso de hacer una segunda vacunación el porcentaje se eleva a más del noventa por ciento. Es una buena herramienta y el ganadero está viendo que eso es así y por eso su uso viene con un crecimiento exponencial”.
Además de sus buenos resultados, la vacuna permite no usar químicos como imidicarbo “debido al tiempo de espera, sobre todo cuando se trabaja con invernada”.
Pérdidas invisibles
Cortes enfatizó que la tristeza parasitaria causa “las pérdidas visibles y la mortandad de los animales, cuyo total puede variar según las características de cada año”.
El censo de 2021/2022 se hizo un período se seca y mostró que Uruguay bajo esas condiciones “tiene una mortalidad anual muy cercana a los quince mil” animales, y los datos del Dilave Treinta y Tres muestran que la “morbilidad nacional es del ocho por ciento, con una letalidad del 73 por ciento”. Sin embargo, bajo otras circunstancias esos indicadores podrían aumentar “y llegar a veinte mil o veinticinco mil” animales muertos.
La mortalidad es “la punta del iceberg que vemos, pero se dan otras pérdidas que no se ven, como la menor producción en kilos, sobre todo de los animales que no han sido hemovacunados. Esas pérdidas, sobre todo en las categorías jóvenes, mientras logran estabilizarse y generar inmunidad, está calculada en treinta por ciento menos de ganancia, que son unos treinta kilos menos que otros animales de la misma categoría, pero libres de garrapata o vacunados. Y treinta kilos de ternero son sesenta dólares. Es decir, no vemos el ternero muerto, pero la pérdida está”.
Además, “en la categoría de vaquillonas que se podrían estar entorando están faltando treinta kilos que van a quedar para el año próximo. Esa es una de las mayores pérdidas, que no vemos y tampoco cuantificamos”, subrayó.
No todas las garrapatas son portadoras de la tristeza parasitaria, por lo que puede haber animales con garrapata sin esa enfermedad. Sin embargo, si se compra un vacuno portador asintomático y se introduce en el campo donde hay garrapatas no infectadas, estas van a ingerir sangre de ese animal enfermo y al poner sus huevos en muchos de ellos va a estar presente la enfermedad, que luego se trasladará a los vacunos en los que trepe iniciándose el ciclo en un campo que antes no tenía la enfermedad.
Otros animales
La garrapata común del ganado puede parasitar varias especies, aunque está adaptada y se encuentra muy cómoda en el vacuno, que es al cual va a transmitir la tristeza parasitaria específica del vacuno.
“También puede subir a un equino y cerrar el ciclo”. Los caballos tienen “su propia tristeza parasitaria”, dijo el especialista.
Agregó que los ovinos es la especie “en la que la garrapata se encuentra más incómoda”, porque cada vez que sube a uno “se le hace más difícil la vida y no logra desarrollarse, llegar al tamaño ni incidir tanto como en el vacuno, en el que puede ingerir más sangre y poner más huevos. Por ejemplo, una garrapata caída de un vacuno puede poner entre tres mil y cinco mil huevos, pero en un ovino el número es reducido, lo mismo ocurre cuando cae de un equino”.
Los animales salvajes “también pueden transportar la garrapata, como el ciervo axis o el jabalí, pero desde el punto de vista epidemiológico le damos valor e importancia al trabajo sobre el vacuno”.
En el mundo
Consultado sobre la incidencia de la garrapata común de ganado en el mundo, el doctor Cortés dijo que “amenaza el ochenta por ciento de la ganadería en el mundo, y el único país que la erradicó fue Estados Unidos en 1943”.
Actualmente ese país “tiene una zona en transición en el límite con México, ahí persiste la vigilancia y hay predios con focos; además tiene una población de venado cola blanca que transmite la garrapata, pero tiene un programa específico para su control”. Actualmente, “gran parte del país está libre de garrapata y mantiene un programa de control con una fuerte presión sobre los ganados que importa desde México”.
En el mundo hay solo “cuatro países que tienen legislada la enfermedad: Argentina, Estados Unidos, Uruguay y México”.
Brasil, que es un importante productor y exportador, no tiene legislación al respecto, lo que significa que “el movimiento entre los estados se puede hacer con garrapata” y la consecuencia es que “el trasiego de las cepas de garrapata de multi resistencia ha aumentado de forma alarmante”.
Por esa razón en Uruguay “insistimos en que la resistencia y la multi resistencia son el problema más grave a nivel país y regional, por eso todas las baterías deben estar en solucionar o minimizar todo lo posible ese problema, porque es un parásito que siempre se va a volver resistente”.
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