El SUL analizó las causas de la fuerte caída que ha tenido la fibra en las últimas semanas. La llegada del invierno en el norte enciende una esperanza de mayor necesidad y compras que empujen el precio.
La lana en el mercado de Australia cayó por séptima semana consecutiva y cerró a US$ 8,55, que son 27 centavos de dólar (-3%) por debajo de la semana anterior.
El Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) explicó en su análisis semanal que la caída se de a que “los compradores italianos se mostraron muy selectivos, dejando una mayor proporción de lana de alta calidad en manos de operadores chinos de lo que es habitual”.
Además, en esta época del año es “normal” que haya un enfriamiento en la demanda. En ese sentido agrega que “los datos muestran que este es el cuarto año consecutivo en que los precios ajustan a la baja entre julio y setiembre”.
“Este año la degradación de precios está siendo exacerbada por el enlentecimiento de la economía global. La suba de la inflación, con su consecuente aumento en los costos financieros, logísticos y de almacenamiento, afectan la confianza de los operadores y su posibilidad de retener su stock para venderlo más adelante”, detalla.
Aumento de la oferta
En otro orden, hay una “creciente producción de lana en Australia” que impulsó la oferta y la venta. “En las 9 semanas desde que empezó la zafra se vendieron 44.000 fardos más que el mismo periodo de la zafra anterior, un aumento de 15,6%”.
Lo “alentador” en medio de la fuerte caída que ha tenido el precio internacional de la fibra, es el “inminente aumento en la producción de textiles para satisfacer las necesidades de los consumidores del hemisferio norte de cara al invierno”, dijo el SUL.
Ante eso “hay esperanzas de que el surgimiento de una mayor demanda conlleve al fortalecimiento del precio de la lana en los próximos meses”.
No obstante esa buena perspectiva, “la incertidumbre en el panorama internacional genera dificultades a la hora de hacer predicciones”.
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