Uruguay no está preparado para ser un gran exportador de carne ovina, pero un buen comienzo sería desarrollar políticas internas de promoción; además de la faena predial, que facilitaría la comercialización al pequeño productor.
Dorper es una raza nueva en el país, los primeros ingresos se registran a fines de los años noventa, pero en los últimos años “tuvo un empuje fuerte”, dijo Mauricio Nicoletti, presidente de la Asociación de Criadores de Uruguay, institución que apenas cuenta con ocho meses de formada.
“Es una raza totalmente nueva”, dijo a La Mañana el productor y titular de la cabaña Yvyra Pora, ubicada en Los Cerrillos, Canelones, sin embargo, sabe que trabaja con “una raza excepcional”, cuyo camino es largo con todas las virtudes para crecer. Actualmente Uruguay tiene más de 80 criadores dispersos en todo el territorio, de los cuales integra la Asociación de Criadores unos 25.
La majada de Yvyra Pora está compuesta por 42 madres y tres carneros. Su interés por la raza comenzó cuando tomó conciencia “de la tendencia mundial de la lana. Tenía que apuntar a una raza carnicera”, encontrando los ejemplares dorper “una raza prolífica, tiene celo todo el año, se pueden sacar tres partos en dos años, lo que permite aumentar rápidamente el número de animales”.
Otra virtud es “la velocidad de crecimiento de los corderos que es impresionante. A los cinco meses y medio o seis meses las hembras ya son fértiles y los corderos a los cinco meses y medio ya están montando, lo que es muy bueno”.
La conversión es otro aspecto destacado: “Lo que comen 10 ovejas” de otras razas, “lo comen 13 o 14 dorper”, y “he observador majadas de diferentes razas, en el mismo lugar, en las mismas condiciones, comiendo lo mismo, y mientras las dorper estaban redondas, las otras se veían como oveja normal de campo. Eso es porque con muy poca comida se mantienen muy fácil”.
Es “importantísimo el rendimiento en segunda balanza, que siempre supera el 55%, el cordero puro es del 58% o 59% y en cruza con Texel o Caramora un 57%”.
A eso se agrega la característica de que “la majada dorper pura no se esquila, y hoy tener ovinos a los que no hay que ponerle 120 o 130 pesos por año a cada animal para esquilarlo y después tener la lana guardada, es un valor. Los únicos que se esquilan son los animales que van a exposición, pero es por un tema de estética. A nivel de campo no se esquila y ese es un ahorro importante”, dijo Nicoletti.
Las razas laneras enfatizan en la carne
La raza ha participado en Expo Prado (septiembre 2023), Expo Durazo (febrero) y Expo Activa (marzo) y Expo Melilla (abril). En el Prado y en Durazno, donde el peso de la participación animal es muy importante, participaron 11 animales y 22, respectivamente, “con mucho empuje por parte de los expositores, un entusiasmo por el crecimiento y que se está trasladando a la próxima Expo Prado”, respecto a la Asociación de Criadores ha recibido “muchas consultas”.
Sobre la situación de la lana, Nicoletti dijo que tuvo su momento de auge, pero “hoy, salvo la fina o superfina, no se vende nada”, y las mismas líneas laneras como merilin, corriedale, merino enfatizan la carne.
“Merino está trabajando el merino dohne, una raza lanera tendiendo a la carne; el corriedale con el corriedale pro busca carne, no tanta lana; merilin está con merilin plus y busca el plus de la carne. O sea que todas las razas laneras, directa o indirectamente, en mayor o menor grado, están mirando a la carne. Esa es una realidad porque la lana es fácilmente sustituible, pero la carne es insustituible por ser una necesidad”.
Precisamente, esa necesidad, por ser un alimento, ha llevado a que la carne tenga “un incremento a nivel mundial. En lo nacional, si pudiéramos inculcar más consumo de carne ovina sería espectacular”, por las propiedades que tiene. Una de esas propiedades es sanitaria: “Yo soy veterinario de perros, y hay raciones hipoalergénicas con base en carne de corderos. La pregunta es por qué no se explota eso a nivel humano”, planteó Nicoletti.
“A aquellos animales alérgicos a ciertas proteínas hay que darles raciones hipoalergénicas”, explicó, y agregó que “con las personas pasa parecido, y darles una proteína menos alérgena que la carne vacuna sería positivo. Esa característica no es la más importante, pero es una de las cualidades de la carne ovina”.
Producir carne ovina “es barato” y “a fin de año siempre da resultado”, más una raza como dorper, que no hay que esquilar y tiene buen comportamiento sanitario.
Ningún gobierno fomentó la carne ovina
“El problema de la carne son los mercados –sostuvo el cabañero–; no hay políticas para salir a buscarlos”, y en lo interno “somos muy zafrales”, lo que nos lleva “al cuello de botella a fin de año, y luego de ese período del año no tenemos mercados ni volúmenes”.
En Uruguay “no tenemos costumbre de comer oveja, son muy pocas las carnicerías que tienen un corte para la venta, y te venden medio cordero o un cuarto, no un corte, que los hay, pero faltan las políticas de venta. La falta de políticas significa que podemos poner el producto en la góndola, pero si la gente con tiene costumbre no lo va a elegir, y el carnicero no va a adquirir una mercadería que no tiene salida”, manifestó el criador.
“Es un tema de educación, pero de los gobiernos que nos tocaron ninguno hizo el trabajo de fomentar el consumo de carne ovina, de hacerlo arrastraría un montón de cosas positivas. El ovejero es un productor muy especial, siente la oveja, tiene arraigo por lo que hace y eso se está perdiendo porque el stock ovino también ha disminuido pasando a 5 millones, que tenemos ahora. Es preocupante cómo se ha perdido la cultura”, observó Nicoletti.
Junto con eso “hay un cambio sobre la presencia del ovino en el país, antes la oveja estaba en el norte, ahora está en todo el país, en la faja de Montevideo y todo el cinturón perimetral de San José, Canelones, Florida, Maldonado, hay montones de pequeñas chacras, todas con ovejas. Hay mayor cantidad de productores de ovinos con muy poco volumen”.
Consultado sobre las dificultades de comenzar con el rubro, Nicoletti dijo que “iniciar con dorper es caro porque no hay muchos ejemplares en el país” y eso hace subir los precios, pero “las razas laneras que son más abundantes tienen el problema de la esquila y un pequeño productor del sur se encuentra con que faltan esquiladores”.
En definitiva, lo que está pasando en Uruguay es que “cada vez tenemos más cantidad de productores con menos ovinos” y hay que implementar políticas que permitan a esos pequeños productores comercializar lo que produce.
Agregó que una medida concreta y de fácil implementación es “dar carne ovina en los hospitales u otras instituciones”, eso movilizaría muchas toneladas mensuales.
Lo que el pequeño productor necesita
Todo el sector requiere de varias medidas, algunas ya mencionadas por Nicoletti, como “fomentar el consumo local” lo que es “fundamental”. “Lo otro es salir a buscar mercados”, pero “la encarnerada no tiene que ser tan zafral; tenemos que buscar razas que tengan períodos de fertilidad más largos, cosa de tener partos todo el año y contar con una oferta de animales todo el año, porque si logramos mayor demanda debemos tener la oferta” adecuada.
“Poder ser un país al que nos demanden significa que debemos tener la oferta, y eso es dificilísimo por las costumbres del productor, que tiene un cordero zafral y que aún no termina de salir del sistema lanero”, indicó Nicoletti. A su vez, “está la idea de que un cordero pesa hasta 12 kilos y más que eso es un capón, pero eso ya no es así. Hoy hay corderos limpios de 45 kilos y más, son corderos sin cortar los dientes”. Aquello de los corderitos de 12 o 14 kilos máximo “es un mito histórico, pero si el animal es una raza carnicera, se le da un manejo diferenciado, buena comida, por naturaleza el peso va a ser mayor”, explicó el productor.
Senador Domenech solicitó a MGAP e INAC faena predial y frigorífico móvil
Durante la Expo Prado de 2014 el Instituto Nacional de Carnes (INAC) presentó una planta de faena móvil multiespecie. El equipamiento contaba con una zona “limpia” y otra “sucia”, y se había acordado con la Facultad de Agronomía el tratamiento de los residuos líquidos.
En cuanto a la faena predial, el productor Mauricio Nicoletti, explicó que sería “una medida que ayudaría”, porque “un productor que tiene 20 ovejas y que saca 20 corderos, ¿a quién se los vende si no hay frigorífico que se los tome en un número tan bajo? Hay muchos predios con un número reducido de ovejas, permitírsele la faena al productor ayudaría a la comercialización de forma rentable”.
Sobre este tema, el pasado 16 de abril, el senador cabildante Guillermo Domenech en la media hora previa del Senado, señaló que ha estado “vinculado a la actividad agropecuaria” casi toda su vida, y en ese tiempo ha visto “muchísimas familias abandonar el campo” con la pérdida de valor que eso implica. Refiriéndose al rubro ovino hizo una solicitud para “que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Instituto Nacional de Carnes estudiaran la posibilidad de autorizar, en determinadas condiciones, la faena predial o permitieran la utilización de plantas de faena móviles” como la que posee INAC.
Planteó que la faena predial con el uso de plantas de faena móviles, “ayudaría al desarrollo de pequeños y medianos productores para una salida eficaz a su producción”.
TE PUEDE INTERESAR