Cerca del mediodía la parrilla y el quiosco del Servicio de Ayuda Rural del Uruguay (SARU) abrieron sus puertas nuevamente en el marco de la inauguración de la Expo Prado 2020, minutos más tarde Loli Ponce de León fue una de las primeras clientes.
Como ya es tradicional hace más de 60 años,
SARU está presente en la Expo Prado con su parrilla y quiosco, mediante los
cuales recaudan la mayor parte de los ingresos para trabajar durante el resto
del año apoyando la formación y educación de cientos de jóvenes del medio
rural.
Según Beatriz Methol, presidenta de SARU, “el principal escollo para el acceso a la educación en los jóvenes rurales es el transporte y hospedaje en pueblos cercanos. Entre hogares y clubes de niños este año vamos a pasar los 500 niños y jóvenes atendidos por SARU, y con la particularidad de que estamos llegando también a las familias por medio de canastas”.
Desde horas de la mañana del miércoles, cerca de diez voluntarias, parrilleros y funcionarios, trabajaban en el local de la parrilla, además de las cuatro voluntarias que se preparaban para comenzar la actividad en el quiosco, cercano al Ruedo Central de la Expo.
Este año, como en todo el predio de la Rural, las medidas sanitarias están presentes con un protocolo estricto que se cumple a rajatabla. Por esa razón, la parrilla está habilitada con un aforo limitado de comensales y algunas voluntarias no pudieron hacerse presentes por estar dentro de la población de riesgo.
Al mediodía, el padre Alfonso Bauer, Inspector Salesiano, dirigió una breve ceremonia de bendición de la parrilla y las voluntarias en su tarea las próximas semanas. Recalcó la importancia de que trabajo y oración se unan “para continuar ofreciendo este servicio que brinda oportunidades a tantos jóvenes del medio rural. Que sientan alegría de servir y conectar con los chicos que hace 65 años disfrutan de la obra de SARU”.
Primeros visitantes
Luego de la bendición y con la parrilla inaugurada, comenzaron a llegar los primeros comensales. En ese sentido, una de las primeras fue la primera dama, Lorena Ponce de León, que recorrió las instalaciones junto a su equipo, conversó con las voluntarias de SARU, y almorzó en el local.
Para Loli la obra no es desconocida, puesto que días atrás visitó la Fazenda de la Esperanza Betania, en Melo (Cerro Largo), institución con la que colabora SARU desde hace años, donde entregó donaciones de parte de “Unidos para ayudar”, proyecto al cual apoya desde hace varios meses.
También estuvieron presentes almorzando en la parrilla el presidente del Banco República, Salvador Ferrer, el subsecretario del Ministerio de Ganadería Juan Ignacio Buffa, y los directores del MGAP Fernanda Maldonado y Leonardo Olivera, entre otros comensales que se suman en apoyo a la tradicional parrilla de SARU año tras año.
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