39 heridos y cientos de viviendas destruidas es el saldo del evento climático de Paysandú. El presidente Lacalle dijo que el daño “es grande” y destacó el trabajo coordinado del Estado como la solidaridad de los vecinos.
El lunes 11 de julio “a las 07.00 horas Paysandú sufrió un evento climático de magnitud que determinó varios destrozos en la ciudad” así como “en los municipios Piedras Coloradas, Porvenir y Guichón”, además de “otros eventos de menor intensidad en el entorno de las rutas 26 y 13”. Así comenzaba la conferencia de prensa Fermín Farinha que ocupa la titularidad de la Intendencia de forma interina ya que el titular, Nicolás Olivera, se encuentra en España a donde viajó por el Congreso de Intendentes junto a otros jefes comunales.
Horas después, a través de un comunicado oficial del Centro Coordinador de Emergencias Departamental (Cecoed) se informó que el evento climático consistió en vientos que “excedieron los 120 kilómetros con lluvias y granizo”, lo que ocasionó “desprendimientos de techos, caídas de árboles, cortes en el tendido eléctrico, derrumbe de muros, y obstrucciones en la circulación” en rutas y calles.
Este martes 12 de julio próximo a la hora 11.00 el presidente Luis Lacalle viajó a Paysandú para observar por sí la magnitud de lo ocurrido, se reunió con las autoridades departamentales y representantes de Cecoed, y tomó contacto con los ciudadanos que le expresaron la gravedad de la situación que están viviendo. Acompañaron al mandatario el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y el ministro de Defensa Nacional, Javier García.
“Fue una corriente descendente”
Paralelamente se hizo presente en el lugar un equipo del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) para analizar lo sucedido. Posteriormente la directora de Servicios Meteorológicos, Natali Bentancor, dijo que “no fue un tornado”, lo que se pudo establecer “por la distribución de daños”. Lo que sucedió fue “una corriente descendente” que se caracteriza por “formarse en muy poco tiempo” y hace un efecto “de barrer”.
“Las rachas de viento fueron entre 120 y 130 kilómetros por hora”, estableció, lo que “está comprendido en una alerta naranja” que emitió Inumet “en tiempo y forma”. La duración del fenómeno fue de “aproximadamente 10 minutos”, dijo, tiempo suficiente para causar el daño constatado.
Daños materiales y 39 personas heridas
Al momento las personas heridas son 39, ninguna de gravedad; respecto a las familias afectadas, el número final no está determinado pero se estima entre 500 y 1.000. A los daños materiales en los hogares se suman las constatadas en instalaciones de empresas como el diario El Telégrafo, silos de establecimientos agrícolas, el aeropuerto local y el Batallón de Infantería Leandro Gómez.
También se debió cerrar por varias horas el puente Paysandú-Colón por quedar sin energía eléctrica, cuyo funcionamiento se restituyó a primera hora de la tarde del martes.
Las autoridades instan a los damnificados, cualquiera sea el tenor y la gravedad, a denunciar las afectaciones sufridas, aunque también se estima que el volumen del daño crecerá en la medida que las personas vayan constatando y atendiendo sus situaciones.
Se destaca el accionar de las distintas instituciones estatales como la solidaridad de privados en procura de brindar apoyo y soluciones a quienes perdieron parcial o totalmente sus viviendas. Los evacuados son trasladados al estadio 8 de Junio.
Luego de recorrer el departamento el presidente Lacalle dijo que “el daño es grande” y valoró “la solidaridad de los vecinos en todos los barrios” como la “buena coordinación entre todas las reparticiones” estatales.
Reconoció la “urgencia” que hay en todos por solucionar lo que implica quedarse sin casa en 10 minutos, “estamos apurando, a veces los tiempos del Estado no se condicen con la urgencia”, dijo, y aseguró que se está haciendo “el esfuerzo para que el material” que permita reconstruir o reparar “no falte”. “Vamos a tratar de estar a la atura de las circunstancias”, subrayó.
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