El pasado fin de semana tuvo lugar los últimos 2 remates auspiciados por las sociedades de criadores en la zafra de toros 2019.
Varios fueron los puntos que quedan para analizar de este periodo de comercialización de reproductores, pero el principal es la apuesta que hizo el criador por invertir en genética.
La firmeza de los precios por la carne vacuna en el mercado internacional, apoyado por la crisis que generó la fiebre porcina africana en China, que hizo explotar los precios en los mercados internacionales de la carne ya que debe suplir el faltante que tiene en el mercado interno.
Es claro que las cabañas de punta siguen teniendo los mejores resultados, pero es en base a genética, inversión y años de selección que tienen los resultados que se ven en las pistas de las principales exposiciones ganaderas del país.
También se sigue dando el fenómeno de ventas por parte de cabañas nuevas, que llegan al mercado para ofrecer buenos toros y que fueron también demandados en su totalidad durante sus ventas este año.
En lo que refiere a los remates de las exposiciones ganaderas del interior del país, también se dio un fenómeno particular
El principal remate en cuanto a precios fue el de la cabaña Las Anitas de Alfonso, que comercializó sus toros a un precio promedio de US$ 5.323.
En esa subasta se registró también el precio máximo por un toro, que estuvo en US$ 39.400.
En cuanto a cada raza, Aberdeen Angus fue la que más ejemplares vendió, mientras que Hereford fue la que vendió a un mejor promedio sus ejemplares. Se destacan también buenas ventas de Brangus y Braford.
El principal desafío, decían los involucrados previo a la zafra, era vender todo y con mejores promedios respecto a la subasta del año anterior, ya que el mercado así lo exigía.
Y así fue, la demanda cumplió con las expectativas y los precios fueron superiores.
Ahora queda la apuesta del lado del productor y también del clima que mucho ha incidido e incidirá siempre en el resultado productivo de las empresas ganaderas.
Se espera, según los principales modelos climáticos internacionales, condiciones de normalidad para el verano, lo que permitirá al criador apostar a los vientres para prepararlos de buena manera para el entore de primavera.