Los arroceros cerraron una zafra con altos rendimientos por hectárea, pero lo que se viene no parece ser tan positivo y en el sector se observa cómo los insumos siguen caros, el petróleo no baja y el precio internacional del grano sigue sin crecer.
La pasada zafa arrocera fue “buena”, así la define el presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), Alfredo Lago, quien advierte que tal como están las condiciones ahora, para la próxima zafra se presentarán dificultades que podrían derivar en una caída del área.
“A nivel productivo fue una buena zafra con datos muy positivos para las chacras y eso fortalece al productor porque cuanto mayor sea la productividad, mejor se pueden enfrentar los costos”, expresó.
Pero esa situación no debe engañar porque mientras los otros rubros agrícolas han subido en sus precios internacionales, con el arroz no sucedió lo mismo. “Si uno mira el precio del trigo, soja, maíz, sorgo y la carne, están en otro nivel. El arroz por ser un elemento básico para el 70% de la población mundial, el mundo pone mucha presión para que sea barato y por eso hay subsidios y políticas de comercio que aseguran que las poblaciones de menos recursos puedan adquirirlo a un precio bajo”.
Si se analiza el valor del producto y los costos que deben enfrentar los productores, nos encontramos con una posición de sensibilidad, “inclusive poniendo esta misma productividad y marcándola para el año que viene la ecuación pasa a no tener rentabilidad positiva, por lo que entendemos que el área no se mantendrá al ritmo de crecimiento de las zafras pasadas. Va a costar mantener el área que se sembró el año pasado”.
Otro elemento es que hace 20 años que el mundo produce más arroz del que se consume, aunque ahora “hay un indicador que podría revertir eso en la zafra que está en marcha en el hemisferio norte”, con lo cual habría “algún ajuste en el precio”, expresó el presidente de ACA.
Sobre los cambios que se observan en Asia, mencionó que en el mundo hay una “capacidad más ajustada para mantener el nivel productivo porque hay problemas de clima y los insumos son caros, por tanto es muy probable que los países recorten el uso de insumos, básicamente fertilizantes, lo que va a hacer decaer la productividad”.
“Por otro lado hay incremento del consumo” debido al alza de productos como el trigo lo que obliga a “recurrir a lo más barato que es el arroz”.
Esas “dos variables van a contrapelo de años anteriores” y “en el corto y mediano plazo podrían generar una mejoría comparativa en el precio del arroz”.
Las anteriores son todas variables del plano global, en lo interno Lago dijo que no ve en Uruguay una corrección de los costos capaz de generar condiciones favorables. Por tanto “los productores deberán tomar definiciones respecto a los fertilizantes y agroquímicos caros, además de los combustibles de precios muy altos. Eso nos lleva a que la alternativa sea la corrección del valor del arroz a nivel mundial”.
Faltan precipitaciones
Pero en lo local hay otro factor que se observa con preocupación, la falta de precipitaciones. No ha llovido y por tanto “no hay agua en los embalses, necesitamos que este invierno llueva por encima de lo normal porque el agua es un factor determinante” al momento de decidir la intensión de siembra.
La siembra del arroz inicia por el 20 de setiembre y para comenzar se debe contar con agua, y en la medida que se vaya captando más agua podría crecen la intención de siembra, pero nunca se debería pasar del 5 o 10 de noviembre. “Por ahora tenemos tiempo para recuperar los embalses, pero los pronósticos no son muy alentadores”, observó.
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