El Dr. Paiva, productor ovino reflexionó sobre el Congreso Mercosur Texel que se realizó en Argentina; también comentó aspectos del sector en Uruguay, dijo que nuestro país mantiene la delantera en muchos aspectos, pero no está libre de dificultades.
En el marco de la Exposición Rural de Palermo realizada en Buenos Aires a fines de julio, la Asociación Argentina de Productores de Texel organizó el Segundo Congreso del Mercosur Texel, que reunió a criadores e importantes referentes de la raza de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, junto a delegaciones de Bolivia, Chile que solicitaron asistir.
Uno de los productores uruguayos participantes fue el veterinario Dr. Norberto Paiva, expresidente de la Sociedad de Criadores Texel de Uruguay y responsable de cabaña Rancho Grande, ubicada en la cuarta sección de Treinta y Tres.
El primer congreso de la raza se realizó en Uruguay en 2023 durante la Expo Melilla, evento que contó con la presencia de la Sociedad de Criadores Texel de Inglaterra. En 2025 la organización corresponderá a Brasil.
El encuentro se realiza de forma anual y tienen como valor que permite “unificar orientaciones y criterios en todos los sentidos, con cada país presentando su visión con la victoria del año como la problemática”, expresó Paiva.
Las delegaciones de los países participantes fueron “muy numerosas, y eso hizo que fuera un congreso muy interesante” que también tuvo “una muy buena organización”.
La apertura del Congreso fue el jueves 25 de julio con diferentes exposiciones de los países participantes y una mesa de debate; y el viernes 26 se realizó la jura clasificatoria de la raza con Paiva como uno de los jurados: “Por primera vez se hizo un jurado tripartito: un juez paraguayo, otro brasileño y un uruguayo”.
De los animales en exposición dijo que “llama la atención el crecimiento de la raza en Argentina, en el número que se expuso como la calidad y uniformidad”, una característica que es regional:” “Hoy en el Mercosur estamos llegando a un Texel muy uniforme, de un nivel productivo alto, muy homogéneo y con un criterio de producción muy elevado”, aseguró.
La calidad productiva y la carne gourmet
En cuanto a los planteos que se hicieron en el Congreso, Paiva dijo que se trató “la historia y la visión del año para cada una de las gremiales, hasta propuestas a futuro en temas que incluyeron la unificación en los criterios de jura”.
Explicó que la raza está en un momento de “transición”, porque originariamente Texel fue una forma de “ponerle carne a razas laneras, de ahí la preferencia por el vellón blanco y la prohibición de todo lo que fuera a afectar esa blancura de las lanas tradicionales. Pero hoy la realidad del mercado es otra, con lanas de 22 micras hacia arriba que no valen, y eso hace que haya detalles que pierden valor”, llevando a la discusión de esa “transición, qué aceptar y qué no, determinar la importancia de los detalles morfológicos que poco tienen que ver con la calidad de la res en sí. Esos son los temas que se están discutiendo”.
A su vez, hay “dos puntos que son los más importantes”. Uno es “la calidad de la producción ovina medida por evaluaciones genéticas, algo en lo que Uruguay va adelante” junto con “la selección por emisión de metano” que se hace en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), “registrando ganancias y conectando los datos con otros países del mundo que trabajan con igual criterio”.
Por otra parte, pretendemos “imponer la raza Texel como carne de calidad gourmet que es lo que va a valorizar la producción, que sea una raza universal, y para eso las sociedades de criadores deben trabajar con el mercado de calidad, con la industria frigorífica, con los mataderos. Es un desafío que podemos lograr porque la raza está organizada y tiene un crecimiento exponencial de productores por año en todas las sociedades de criadores. La raza se está expandiendo y la señal de eso es la gran demanda de hembras que se está dando”.
“Se piensa mucho en Europa, pero el mercado nuestro está en Brasil”
Todo esto “surge como una luz, en el escenario decaído de los ovinos, y merece el apoyo”, enfatizó. “Si pensamos qué países han privilegiado la producción de carne ovina, un ejemplo es Reino Unido que tiene 32 millones de ovinos siendo una vez y media Uruguay, abastece el 40% del mercado europeo y el resto es consumo interno”. Sin embargo “Uruguay está obsesionado con que la oveja primero es productora de lana y después de carne, no mira la otra opción como productora de carne en sí”.
Texel, junto con otras razas productoras de carne de Uruguay, está trabajando en conjunto bajo la premisa de que “las razas de carne pueden producir un corte gourmet por el que van a pagar más”, favoreciendo las producciones intensivas de alto valor, señaló el profesional.
Cuando hay poco, “lo que tenemos que buscar es un valor alto y eso se logra con un producto de calidad, eso es posible hacerlo y desestacionalizarlo, por fuera de los meses de consumo habitual”, porque además “hay un mercado que no está explotado”.
“Lamentablemente Uruguay no tiene leyes de promoción del rubro ovino, lo único en que se piensa es en que Uruguay puede producir lana Merino para las lavanderías uruguayas, pero no hay nada que promueva la carne. Pasan los gobiernos y seguimos igual, sin promoción del rubro, sin promoción de productores, sin facilitar la producción de carne para tener una faena local importante”, planteó.
El comportamiento estacional “es cultural, pero fundamentalmente porque no hay oferta”, porque “cuando se perdió el mercado de San Pablo se generó oferta y la gente entendió que podía consumir carne ovina de calidad”.
Estos son temas “logísticos estratégicos mal llevados por Uruguay”, sin embargo, el Instituto Nacional de Carnes (INAC) “hizo un análisis sobre el mercado de San Pablo que se había perdido y lo redondea en la posibilidad de producir un cordero de raza carnicera o cruza pero de no más de 6 meses” para lograr “cortes para restaurantes de alto nivel y una población de varios millones de habitantes, lo cual se repite en otros estados” de Brasil.
Curiosamente “nosotros pensamos mucho en Europa, pero el mercado nuestro está aquí cerquita, en Brasil. El INAC la tiene muy clara, y en los 30 años que llevo trabajando en esto Conrado Ferber es el primer presidente que cree en el rubro ovino en todos sus términos de calidad”, comentó.
Los dos enemigos del ovino
En Uruguay la producción ovina “tiene dos enemigos, uno es la admisión temporaria que ha bloqueado la producción de lana del país y no se ha encontrado una solución de fondo. El resultado es que hay varios kilos de lana en los galpones, porque la admisión temporaria tiene beneficios y no paga impuestos que sí paga la producción de Uruguay”.
“Lo segundo es que no quieren liberalizar la faena dentro del país para el mercado interno. Quieren que el mercado local sea cautivo y lo es de determinadas industrias” que se manejan según “les conviene”.
El mercado interno se libera “habilitando la faena y el radio de distribución de 40 kilómetros que por decreto está sometida la faena de carne ovina de los mataderos departamentales. Si esa restricción se levantara podríamos llegar a cualquier negocio y comenzaría a rendir un trabajo legal, sanitariamente correcto y con publicidad para lograr el buen consumo de una carne que tiene excelentes condiciones”.
Esas condiciones “no las tiene la carne de vacuno”, pero “un ovino joven, tiene menor cantidad de grasa saturada porque no tuvo tiempo de desarrollarla. Está medido y estudiado por INIA la baja cantidad de colesterol”.
Aclaró que “no todas las carnes son iguales porque hay razas más eficientes que otras, que convierten más con menos emisión de metano y mayor rentabilidad”.
A modo de conclusión, Paiva dijo que “al pasar raya vemos que todos los países tenemos los mismos problemas, que es la valorización y la promoción de la carne de calidad”. Partiendo de ahí, “Uruguay ha sido líder en evaluaciones y genéticas”, y “la desventaja hoy es la importación de la genética inglesa que la tienen todos los países que compiten con nosotros”, pero Uruguay no.
“Todavía no firmamos el acuerdo sanitario para importar semen de Inglaterra, pero lo estamos resolviendo con el Ministerio y esperemos que antes de fin de año se solucione. Ya tenemos los protocolos planteados y dependerá de la celeridad que le ponga el Ministerio, porque lo peor que puede pasar es que tengamos que triangular la misma genética a través de Paraguay y Argentina pudiendo hacerlo directamente”.
La traba está “en un tema político de reconocimiento de protocolo sanitario” debido al scrapie, pero “la seguridad de que el material genético que vende Inglaterra es libre (de esa enfermedad) y no la transmite, es de un cien por ciento porque los años lo han demostrado”, y hay algo más, “Uruguay no puede presionar a Inglaterra a que nos compre carne con hueso cuando el mercado principal de su carne es Europa que no logró firmar con Uruguay un acuerdo de carne con hueso”.
“El mundo tiene hambre, pero no frío”
“Lo gracioso” es que esas razas “son de origen europeo, países consumidores de productos de calidad, sin embargo Uruguay toma solo como ejemplo a Australia y es el único país al que mira. Pero nosotros que trabajamos con la raza carnicera tenemos otra visión porque la oveja puede olvidarse de la lana y pensar que debajo del cuero tiene un producto de altísimo valor que mantiene la rentabilidad”, dijo el Dr. Norberto Paiva, expresidente de la Sociedad de Criadores Texel a La Mañana.
“La lana es un bello producto, aporta mucha mano de obra, tiene un retorno social muy importante, pero como alguien lo dijo en el congreso, ‘el mundo tiene hambre pero no frío’, lo que resume una gran verdad. Hoy es más fácil vender comida que abrigo, donde ya están compitiendo otros tejidos”, concluyó.
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