En todo el país hay 34 escuelas, cada una con su perfil educativo, y los alumnos egresan con la formación necesaria para enfrentar lo que el mundo les va a pedir.
La Escuela Agraria Artigas de UTU sembró 12 hectáreas de arroz las que se encuentra en óptimas condiciones de desarrollo vegetativo y sanitario, y se estima que será cosechado en el mes de marzo o abril.
El Ing. Agr. Juan Fitipaldo dijo a La Mañana que ese es sólo un ejemplo de las actividades que desarrolla el Programa de Educación para el Agro de UTU, del cual es su director: “El programa abarca a todo el país, en el caso de Artigas se plantan unas 12 hectáreas de arroz cada año que es lo que tenemos capacidad de riego” tomando el agua del rio Cuareim con las autorizaciones.
“Ese arroz es parte del objetivo educativo” de esa escuela que brinda formación agraria. Los alumnos participan de la cosecha y del seguimiento, “todo el trabajo se hace con la escuela, salvo la cosecha porque no tenemos la maquinaria y se contrata el servicio”.
En ese predio concreto “se planta arroz y se hace rotación con pradera. Hay un plan de desarrollo con rotación y se va combinando con pradera para generar forraje para el ganado, no hacemos monocultivos”, explicó, además “se hace ganadería con Angus”.
Las áreas educativas de las escuelas agrarias varían en todo el país. Hay 34 escuelas de las que 32 tienen internado, y muchas tienen alguna preferencia en su perfil educativo. “Por ejemplo la escuela de lechería en Colonia Suiza porque ahí está todo el tema lechería y elaboración de queso”, igual sucede con la vitivinicultura en Canelones.
“Cada escuela tiene una tendencia productiva: unas tienen tambo, otras profundizan en ciclos ganaderos, o ciclos ganaderos combinados con producción de forraje, o plantación agrícola como en Trinidad que se plantó soja y se va a plantar trigo. Se trabaja a todo nivel y en todas las escuelas”, según su perfil de producción.
Que los alumnos “salgan con la mayor formación”
La formación se brinda a tres niveles que son “básico, bachillerato y cursos terciarios de donde los alumnos salen con el título de técnico” que puede ser forestal, técnico en lechería, agrícolas ganaderos, entre otros.
El alumno que hace el bachillerato “puede ir a la Facultad de Agronomía o Veterinaria de la Universidad de la República o del ámbito privado, también puede hacer un curso terciario si sigue en la UTU”, especificó Fitipaldo
Sobre el nivel de enseñanza y formación, dijo que se apunta “a la excelencia educativa y eso nos lleva a la excelencia en las prácticas agrícolas, y dentro de estas está la producción que generan las escuelas según la especialidad que se prioriza”.
El objetivo es que los alumnos “salgan con la mayor formación para que puedan desarrollarse en su actividad privada, con todo el conocimiento, y que no encuentren con sorpresas cuando comiencen a trabajar, que egresen con el mayor nivel para cumplir con lo que el mundo les pida”.
Para tener una buena educación hay que contar con la formación de los docentes y tecnología de calidad. “En maquinaria, a partir de 2020 se compraron tractores, enfardadoras, sembradoras, todo ese tipo de maquinarias se había dejado de lado en la administración anterior y nosotros entramos con ese objetivo, el de dotar nuevamente a las escuelas agrarias del mayor potencial educativo y para eso precisamos buenos equipos y mejorar la actualización de los docentes. En el mundo los avances son rápidos y también tienen que ser rápidos la actualización educativa y de las estrategias educativas”.
Respecto al arroz plantado en Artigas, Fitipaldo dijo que se cosechará, luego irá a molino y se usará como alimento de los internados de las escuelas agrarias. En 2021 la producción tuvo un excedente de 25 toneladas de las cuales 5 de donaron a Primaria y el resto se vendió a mercado por iniciativa del director general, el Ing. Juan Pereyra.
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