En los últimos 4 años el sector lechero uruguayo viene atravesando una de las crisis económicas y productivas mas grandes de su historia, aunque incluso, algunos productores ya la están considerando como la peor de todas.
El motivo es claro y directo, responde a un marcado descenso del precio internacional de todos los productos, principalmente la leche en polvo entera, que de valer por encima de los US$ 5.000 por tonelada, cotiza en la actualidad a US$ 2.969, lo que claramente refleja el cambio de ingresos que tuvo la industria y que se trasladó a los tamberos, generando la actual situación.
Gabriel Bagnato, gerente General del Instituto Nacional de la Leche (INALE), comentó a La Mañana que “si uno toma los datos de productores remitentes activos en el Fondo de Financiamiento y Desarrollo Sustentable de la Actividad Lechera (FFDSAL), y compara el período diciembre 2017 frente a mayo 2019, tenemos una salida de 0,25 productores por día (un productor cada 4 días). Esto surge de 2.507 tambos remitentes declarados en el FFDSAL en diciembre de 2017 y 2.377 tambos remitentes declarados en mayo de 2019”.
Hay que destacar que en 2015 no estaba activo el FFDSAL hasta fines de año, por lo cual el dato que hay es el de DICOSE (que puede incluir algún productor más que no está en el FFDSAL). Allí se aprecia que para 2015 es del orden de los 2.879 productores remitentes. Si comparamos ese número con los 2.377 remitentes actuales (teniendo en cuenta que son fuentes de información diferentes), tenemos 502 productores remitentes menos, 1 cada 3 días aproximadamente.
Otro punto que no hay que dejar de lado y vale la pena analizar es la faena de vacas lecheras, que aumentó significativamente cuando comenzó la crisis sectorial en el 2015. Del orden de las 76 mil vacas en un año en 2014 se pasó al orden de las 90 mil vacas si tomamos un promedio del período 2015-2018.
En el primer trimestre del 2019, en referencia al primer trimestre del 2018, la faena aumentó 1% (22.929 en 2019 frente a 22.690 en 2018).
Otro punto no menor en este escenario es el comportamiento de la remisión a planta entre 2013 y el 2018 (punta a punta) se podría decir que está en valores similares, aunque en el medio hubo años de descensos importantes (no solo por crisis de precios sino por temas climáticos también).
Esto es una preocupación porque en esos 5 años no se registró crecimiento de la remisión a planta como si venía pasando en años anteriores.
Comparado el primer trimestre del 2019 frente al primer trimestre del 2018 tenemos una caída de un 9% (384 millones de litros frente a 421 millones de litros).
Desde la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL) insisten en que otro aspecto negativo es la venta de leche en polvo entera que la industria realizó a Venezuela, en un negocio impulsado por el Gobierno en 2016, y que ahora niega y nadie se hace cargo de los 30 millones de dólares que ese país le debe a Conaprole. Es de destacar que en diciembre de 2018 desde Venezuela se hizo un depósito de US$ 8,7 millones, lo que generó expectativas de un cobro total de la deuda, que finalmente se esfumaron.
Hoy los tamberos se centran en una demanda judicial contra el país caribeño, buscando que en poco tiempo se pueda cobrar esa deuda.
Atendiendo esta compleja situación, Conaprole viene realizando en el último tiempo un importante esfuerzo para poder mantener el precio de la leche en niveles dignos para los productores y actualmente está pagando un precio que hoy en día deja cierto margen al productor, pero que no se puede recomponer debido al fuerte endeudamiento que tomó en los años de crisis.
Tras muchas reuniones, intercambios y hasta desencuentros con el Gobierno, en las últimas semanas comenzó a gestarse una nueva herramienta financiera que podría quedar pronta a mediados del mes de agosto y con un monto final de US$ 25 millones de dólares. Para poder agilizar este producto, se tomarían como garantía los US$ 13 millones que quedaron disponibles del Fondo de Garantía Lechera (FOGALE), mas los US$ 3 millones del fondo anticíclico.
Walter Frisch, presiente de ANPL, sostuvo que hasta el momento las características que marcan el borrador de este proyecto marcan que el productor recibirá US$ 0,02 por la remisión del último año. Por lo tanto, un productor podrá acceder a US$ 8 mil si su remisión anual se situó en 400 mil litros.
Mientras tanto la forma de pago irá de la mano con el aumento por el precio de la leche consumo, que para el próximo mes de agosto sería de $ 1,47 por litro.
“Lo bueno de esta herramienta es que es opcional, por lo que cada productor puede optar por mantener el formato actual y recibir un mayor precio por la remisión desde agosto, o tomar el crédito y pagarlo con ese aumento” sostuvo Frisch.
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