Ayer se realizó el evento 257 de Fonterra, primero del mes de abril, que comenzó con una leve suba luego de cuatro caídas consecutivas. El incremento fue de apenas 1,2 % y el promedio por tonelada fue de US$ 2.969.
La manteca subió 4,5 % hasta los US$ 4.263, el queso Cheddar se incrementó 0,2 % (US$ 4.395); la leche en polvo descremada cayó 0,8 % (US$ 2.514) y el principal producto para Uruguay, la leche en polvo entera, subió 2,1 % (2.820).
La manteca fue el producto que más subió, sin embargo el valor alcanzado ayer se mantiene muy por debajo del de hace un año cuando la tonelada cotizó por encima de los US$ 5.500.
El Cheddar por su parte se mantiene en valores similares a abril de 2019, pero entre junio y noviembre del año pasado este producto registró caídas importantes, alcanzando su piso en noviembre (US$ 3.609) luego del cual repuntó hasta los US$ 4.395 actuales.
La leche en polvo descremada está cien dólares por encima del valor de abril del año pasado, pero a la inversa de la manteca en los últimos doce meses supo tocar un máximo de US$ 3.068, pero ha tenido varias bajas consecutivas hasta los US$ 2.514 de la jornada de ayer.
La leche en polvo entera subió 2,1 % y eso es una buena noticia para los tambos uruguayos, aunque insuficiente para cubrir los costos.
En abril de 2019 la tonelada de leche en polvo entera cotizaba a US$ 3.269, ayer apenas a US$ 2.820. En los últimos doce meses este producto alcanzó un máximo de US$ 3.331 (en diciembre), pero desde entonces cayó hasta los US$ 2.820.
La suba, como tal, es bienvenida en la producción y la industria, pero es insuficiente para atender la situación de la lechería en general, particularmente para los productores que cobran la remisión en peso y deben pagar sus insumos en dólares.
Respecto a la moneda norteamericana el martes retrocedió 30 centésimos y hoy abrió a en el Banco República a $ 42,00 y $ 44,20 a la compra y venta, respectivamente. El interbancario a $ 43,037 (1,37 % menos que el valor del lunes).
Ayer se cumplieron 12 días sin que el Banco Central interviniera.
Fonterra cerró establecimiento por detectar parte del personal positivo por COVID-19
Fonterra anunció ayer que tuvo que cerrar un centro de distribución en Edendale (en la zona sur de la Isla Sur de Nueva Zelanda) al confirmar que parte del personal dieron COVID-19 positivo.
Las personas afectadas fueron 2, los que formarían parte del llamado “grupo Bluff” en referencia a los contagiados un casamiento celebrado en la ciudad Bluff el 21 de marzo.
El personal fue retirado del lugar por 48 horas para que se pudiera efectuar una limpieza a fondo por lo que se estima que el resto de los empleados que no tuvo contacto con las personas infectadas podrán volver a trabajar con tranquilidad.
Aquellas secciones no afectadas en Edendale continuaron operando con normalidad, realizando tareas de recolección y procesamiento de leche.
“Nuestros empleados también son miembros de la comunidad y, como sabrán, existe un brote importante localmente, conocido como el grupo Bluff. Con esto en mente, nuestra prioridad es tomar medidas y precauciones para mantener nuestro personas protegidas”, dijo el director de Suministros de Fonterra, Gordon Carlyle.
“El tamaño de nuestro negocio, con más de 20.000 empleados en más de 20 países en todo el mundo, combinada con la naturaleza global de COVID-19, significa que es inevitable que algunas de nuestras personas den positivo”, comentó.