La falta de precipitaciones es una amenaza en un año en el que las lluvias han sido escasas, pero por el momento no ha habido problemas con las implantaciones.
Los cultivos de verano enfrentan la falta de precipitaciones y el calor propio de ésta época del año. El Ing. Agr. Leonardo Pérez, profesional independiente que se desempeña en la zona litoral, fue consultado por La Mañana sobre el desempeño y las perspectivas de los cultivos, los cuales, si reciben agua en el momento adecuado, tendrían un buen desempeño, y aunque aún es muy pronto para estimar resultados se están “implantando bien” y ese es un buen inicio, aunque aclaró que quizá “les falta un poco el agua, pero nada de que sea de urgencia. Las últimas lluvias en algunas zonas fue poca pero no hemos tenido problema con las implantaciones”, expresó.
El girasol tiene todo para seguir creciendo
El girasol volvió para quedarse y con un nuevo impulso. En los últimos años el área iba en un proceso de crecimiento, pero durante la zafra pasada ese crecimiento “fue más importante”, sin embargo la zafra actual muestra un descenso del área respecto a la anterior.
Explicó que esa leve caída del área se debe a la diferencia productiva que se dio la zafra pasada, y éstas fueron causadas por las lluvias que recibieron o que faltó en las diferentes chacras. Lo que pasó es que “en aquellas zonas donde el rendimiento fue menor este año hay una menor área, y donde el rendimiento fue mayor se observa un área mayor, pero los que aumentaron área no compensa a los que disminuyeron”.
Las chacras de primera estamos a diez días de que arranque a florecer”, el estado general del cultivo es muy bueno, y para seguir así “se necesitan lluvias en unos 15 días, y luego un agua posterior para el llenado de grano”.
Respecto a las palomas que son causa de preocupación para quienes desarrollan este cultivo, dijo que por el momento no hay mayores problemas porque una mayor área distribuye el daño causado por las aves, además de haber híbridos nuevos que quiebran muy bien el capítulo impidiendo que las aves puedan posarse y por tanto causan menos daño”.
Cuidar el pulgón amarillo en sorgo
En cuanto al sorgo hubo una disminución de área, pero allí donde se plantó “está espectacular” aunque hubo “algún ataque de oruga bolillera”.
La zafra pasada el problema mayor del sorgo fue el pulgón amarillo que “hizo mucho daño”, pero ese problema se solucionó con el sorgo tolerante al pulgón que ha evitado el daño. Sin embargo, “siempre es necesario continuar con el seguimiento del cultivo, teniendo en cuenta que el daño que puede causar de una semana a otra es imponente”, advirtió.
El calor ha causado algún daño en la soja
Sobre la soja Leonardo Pérez dijo que el área “aumentó un poco” aunque el productor se muestra más moderado y ya no quiere hacer todo de ese cultivo. “La de primera viene bien y sin daños salvo casos puntuales de trips y arañuela que son plagas que aparecen cuando hay déficit hídrico y atacan la planta estresada”.
La de segunda “se va implantando muy bien, la última siembra se hizo en los últimos 10 o 15 días y ahora estamos atentos a su evolución”.
Respecto a las precipitaciones, “las últimas siembras están precisando agua” ya que el calor ha causado algún daño: “Con el calor y días de 40 grados se registraron algunas muertes de plantas por estrés calórico”, pero por el momento no parece un tema preocupante. Las chacras más vulnerables son “aquellas con menor cobertura del suelo, lo que hace elevar la temperatura del mismo provocando en esos predios mayor mortandad de plantas, principalmente de Paysandú hacia el norte”.
Un dato “interesante” es el “aumento del área de soja Enlist que es resistente al glifosato, 2,4-D y glufosinato”, expresó. Es una herramienta más que se suma al paquete tecnológico, recomendado para el control de malezas latifoliadas anuales y perennes, principalmente amaranthus sp, problemática que viene aumentando en los últimos años.
Crecimiento del riego
Consultado sobre la evolución del riego en los departamentos del litoral, el Ing. Pérez dijo que esa es una herramienta que “ayuda a estabilizar los rendimientos” y por eso se ve crecer: “Hay chacras que no tenían riego y lo han incorporado, cada vez se ve más”, seguramente poque “los proyectos que han facilitado las inversiones, que son grandes y sobre las cuales hay que estimar bien su amortización”.
“Regar tiene su costo y hay que hacer muy bien la cuenta para que los números den. De lo que no hay duda es que el riego ha ido aumentando año a año, incentivado por los proyectos y las facilidades impositivas”, señaló.
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