El jueves 17 se llevó a cabo la cuarta conferencia de Charrúa TV y La Mañana, del ciclo “El agro en la nueva normalidad” que abordó el tema forestal. Participaron el presidente de la Sociedad de Productores Forestales, Diego Mora; el presidente de la Asociación de Empresas Contratistas, Pablo Santini; el director del Programa de Investigación Forestal de INIA, Roberto Scoz; y el director de la Dirección Forestal del MGAP, Carlos Faroppa.
Mora destacó la evolución del trabajo forestal en los últimos 25 años. Se hizo mucho “para generar las condiciones del empleo que hoy nos da orgullo mostrar”, personas que viven en poblaciones alejadas sin la “oportunidad de un empleo digno y de calidad, pero el sector forestal se lo ha dado”. Cuando se comparan algunos años con el presente “sorprende la diferencia en cuanto a la calidad de trabajo que se ha ido generando y las oportunidades de empleo en zonas que estaban deprimidas”, subrayó.
“Como sector necesitamos más competitividad y más mercados. Se ha hecho un muy buen trabajo con la celulosa, pero tenemos potencial para ir a más, eso es obtener más recursos de los bosques incorporando más valor dentro de nuestro país para potencial lo que podemos producir. Para eso hay aspectos como el costo logístico, la infraestructura vial, las modalidades de transporte” que se deben atender y solucionar.
“El objetivo es prestar un servicio cada vez más profesional”
Pablo Santini apuntó que “más del 90% de las actividades forestales en Uruguay son realizadas por empresas contratistas forestales”. Anualmente Uy mueve “entre 16 y 17 millones metros cúbicos de madera por año, se plantan unas 60.000 Has de bosque y se prevé que en el futuro el volumen de movimiento de madera llegue al 25 y quizá 30 millones de metros cúbicos anuales, son volúmenes de crecimiento más que importantes”, destacó.
Sobre la Asociación que preside dijo que “la gran mayoría de las empresas” que la integran “están certificadas, lo que hace nuestras empresas deben adaptarse y cumplir” con altos requerimientos, siendo “un sector de alta tecnificación” que exige la permanente capacitación del personal.
“El objetivo es prestar un servicio cada vez más profesional, mejorando la actividad, productividad y competitividad”, destacó.
Hay que hablar de madera y de su valor agregado
Scoz por su parte destacó la importancia de generar conocimiento y difundir los avances en los lugares adecuados y de la forma adecuada.
Mencionó como “desafíos” el “agregado de valor, todo lo que es agregado de valor va a redundar en beneficio nuestro, por eso hay que hablar de madera, construcción, mueblería. ¿Cómo aprovechar la cadena forestal? ¿Ustedes se imaginan un esquema de cadena forestal?, en Google hay miles de ejemplos”, aseguró.
“Fíjense todo lo que hay, cuán grande es el vaso de la cadena forestal y cuánto el espacio que tenemos para llenarlo. Tenemos un vaso grande y está bien lleno con una buena cantidad y manera muy sólida, pero tenemos mucho espacio más para agregar valor” yeso “hace a la economía circular, a fijar carbono, a productos naturales, productos que pueden tener nuestra marca”.
El investigador invitó a que se busque y averigüe todo lo que hay por descubrir en la madera, “se van a asombrar: madera líquida, prendas hechas con celulosa porque es una fibra, un montón de novedades que salen de este rubro”.
Hacia los 3.000 millones en exportaciones
Cerró el ciclo el director de la Dirección Forestal del MGAP, Carlos Faroppa, que resaltó las certificaciones que posee Uruguay. “Tenemos 1 millón de Has de plantación”, “casi el 90 % de esos bosques está certificado y la mitad tienen doble certificación lo que hace a la sustentabilidad futura de esos proyectos”.
Agregó que Uruguay cuenta “con una extracción de madera de 17 millones” pero en dos o tres años “vamos a pasar a 23 o 24 millones y una capacidad instalada de 30 millones de metros cúbicos. Para que tengan una proporción de los volúmenes que vamos a trabajar en este país, un barco lleva 45.000 metros cúbicos”, detalló.
Por otro lado subrayó que se desarrolló “una cadena de producción” con dos plantas de celulosa y otra en construcción, pero también tenemos más de 90 aserraderos, más de 13 plantas de impregnación, una planta de tableros laminados, y otras industrias accesorias” además de “todos los beneficios no asociados como la apicultura, todo el servicio ganadero”, etc.
Respecto a la energía Faroppa dijo que Uruguay no tenía capacidad de producirla y que si no fuera por la autosuficiencia de las plantas de celulosa, éstas no se hubieran podido instalar.
También destacó que en el último año las exportaciones fueron por 1.800 millones luego de un pico de 2.200 millones, y “pero vamos a superar los 3.000 millones de dólares en exportaciones, eso lo vuelve en dinero en el primer rubro de exportación”.
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