La segunda conferencia del ciclo “El agro en la nueva normalidad” se realizó el sábado 12 y contó con la participación del presidente de la Sociedad de Criadores Aberdeen Angus (SCAAU), Diego Oribe; el presidente de la Sociedad de Criadores Hereford (SCHU), Felipe Bove de Uruguay; Fabio Montossi del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), y el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ignacio Buffa.
El panel expuso sobre “La ganadería: desafíos para un crecimiento sostenido”, el primero en hacer uso de la palabra fue Oribe que centró su exposición en lo que llamó “buscar el objetivo país”, para lo cual hay que tener presente que hay variables que inciden en el negocio de la cadena cárnica, algunas de ellas “nos vienen dadas y no podemos hacer mucho” para cambiarlas, pero hay otras que sí. Entre las primeras están las que tiene que ver con los hábitos del consumidor, las nuevas tendencias que surjan, los nuevos productos que pueden competir con nuestra carne o la ubicación geográfica.
Otras son de tipo arancelario y sanitario, el costo país, la industria que tiene capacidad ociosa y necesitaría de mayor mercadería; los establecimientos con los niveles de preñez o la preñez y la marcación, otra variable es la gestión que debe seguir mejorando porque en una misma zona, con los mismos efectos climáticos se obtienen resultados económicos muy dispares, mencionó.
Destacó que “todos estamos en el mismo barco” y lo que haga un eslabón de la cadena “repercute en todo el complejo cárnico y en el país”, por lo cual también importa lo que haga el gobierno para “logra mejorar nuestros ingresos con aranceles más bajos y ser más competitivos en nuestro costo país”.
“Tanto en Angus como Hereford, coincidimos que necesitamos certificar pensando en el largo plazo, en que vamos a ser exigentes. Uruguay ha trabajado mucho en la marca país y ese prestigio que hoy tienen las sociedades de criadores hay que mantenerlo”.
En ese sentido Oribe subrayó que estamos ante un “desafío cultural y mental que es el que más nos distancia de nuestros competidores y que tiene que ver, en el caso de los productores, que ya no estemos pendientes (solo) de que nuestra empresa sea rentable, sino que también tener consciencia de que somos un engranaje de un gran complejo y tenemos que saber qué pasa en el mercado, estar al tanto de lo que la industria me devuelve cuando yo mandamos una tropa a faena, lo que nos dicen respecto a mi ganado” para ver cómo mejorar la producción.
“Es lógico que estemos tan pendientes de nuestra rentabilidad interna, pero tenemos que empezar a pensar en el complejo cárnico en su conjunto porque se nos va la vida a todos en eso”, definió.
Felipe Bove: el rol de las sociedades de criadores
Bove por su parte dijo que desde las sociedades de criadores “podemos hacer mucho en genética, en la investigación, con la certificación de productos que Uruguay exporte, y con la comercialización o la promoción de la carne.
Respecto a la genética dijo que las razas han ido cambiando y que el Hereford de hoy es muy diferente al de hace algunos años. Se llegó a un animal que por su resultado “sirve a toda la cadena cárnica” desde el criador, pasando por el feedlot, hasta la industria.
“Posicionar un país requiere sólida información científica porque no basta solo con decir que uno es bueno, hay que demostrarlo y saber que del otro lado hay grupos de científicos que van a estar cuestionando continuamente la información que venden los productos vinculados a los sistemas de producción” de países como Uruguay.
“Por otro lado tenemos la investigación” que desarrollan diferentes instituciones “y que las sociedades de criadores hemos tenido un rol importante en respaldar todas las líneas de investigación que se proponen. Uno de los pasos más importantes de la investigación fueron los DEPs (Diferencias Esperadas en la Progenie) que llegaron en buen momento, cada vez con mayor confiabilidad” y aportando valores y datos de toda la cadena cárnica en su conjunto. “El siguiente paso estará dado por la genómica, una herramienta que ya está aunque a veces nos falten los recursos para avanzar a la velocidad que queremos”, comentó.
En cuanto a los productos exportables, Bove dijo que la Hereford y Angus coinciden en la certificación. “La idea es garantizar que la carne proviene de buenos animales, de buenos novillos”, y ayuda a asegurar que cuando compramos carne, “ésta va a ser buena, tierna, nos va a dar esa satisfacción que estamos esperando cuando la cocinamos”.
“Tanto en Angus como Hereford, coincidimos que necesitamos certificar pensando en el largo plazo, en que vamos a ser exigentes. Uruguay ha trabajado mucho en la marca país y ese prestigio que hoy tienen las sociedades de criadores hay que mantenerlo”.
Sobre el aspecto promocional Bove destacó “la marca país”, un logro en el que Uruguay “está muy bien” mostrando “los atributos de la carne y la capacidad de diferenciarnos”.
Destacó que a su entender “la principal amenaza que tenemos como sector es el tema del gas metano, el efecto invernadero y del rol que juega la vaca. Nosotros asumimos un compromiso con INIA para empezar a investigar. Son investigaciones largas y costosas”, concluyó.
Fabio Montossi: “somos vendedores de conceptos”
Fabio Montossi, técnico y destacado referente del INIA, subrayó la importancia de la ciencia y la tecnología en el desafío de la ganadería. En Uruguay “no somos vendedores de novillos, ni de terneros, no somos vendedores de lana, ni de carne o de un top generado por una industria textil. Somos vendedores de conceptos. Y esos conceptos deben estar ligados a la confianza que buscamos en el consumidor”, expresó.
El crecimiento sostenible está ligado al apoyo de las políticas públicas y a la competitividad del sector privado para posicionarse mejor. “Hay elementos que hacen al crecimiento sostenido” como “la innovación, la producción verde, limpia y ética; el satisfacer y estar orientado a capturar los nichos de mercado de mayor valor, incorporar la calidad de vida y el desafío del desarrollo humano. Otro elemento es la ciencia y la tecnología apoyando y desarrollando y dando contenido al crecimiento sostenido, porque cuando compramos un concepto en el fondo compramos confianza y si compramos confianza eso tiene que tener un soporte científico y tecnológico”, apuntó.
Ejemplificó con el stand del INIA en la Expo Prado, donde se presenta el concepto de una sola salud, hoy conceptualmente el concepto de una sola salud involucra al animal y al ser humano, “yo le incorporo el ambiente y ahí está el triángulo del concepto de una sola salud. Si nos posicionamos mejor en eso vamos a estar mejor ubicados” en el mundo. “Cuando uno piensa en esas dimensiones, el aumento sostenible es tener mayor productividad y eficiencia pero con menos tierra, menor consumo de agua, menores emisiones de gases de efecto invernadero y menor recurso de la energía”.
Lo peor que nos puede pasar es generar mensajes difusos y de poca capacidad de amplificación. Tenemos que concentrar los mensajes en un ámbito y la Mesa de Campo Natural es el ámbito.
Subrayó que “posicionar un país requiere sólida información científica porque no basta solo con decir que uno es bueno, hay que demostrarlo y saber que del otro lado hay grupos de científicos que van a estar cuestionando continuamente la información que venden los productos vinculados a los sistemas de producción” de países como Uruguay.
“Hay que certificar productos y procesos, hay que tener un concepto de marca, hay que tener un etiquetado que demuestre la diferenciación de ese producto, la trazabilidad, el marketing, la comunicación y una sólida base científica”.
Buffa y los tres escalones de la producción
Cerró las presentaciones el subsecretario del Ministerio, Ignacio Buffa, quien resumió el “producir más” en lo que llamó “tres grandes escalones. El primer agregar valor por cantidad, Uruguay puede producir más en la mayoría de los rubros; segundo, el agregado de valor que no es solo cortar, achicar sino que nuestro gran desafío es empaquetar conceptos y contar la forma de producir; y el tercer escalón es la venta del sistema, del saber hacer, en Uruguay la ganadería es el buque insignia deberíamos vender el cómo lo hicimos, porque la trazabilidad se va a desarrollar en otro país. En resumen, los escalones son: cantidad, incorporar concepto y vender el saber hacer”.
Sobre el “primer escalón”, el subsecretario dijo que “la ganadería tiene un potencial que no está explorado”. Tenemos “una agenda no desarrollada porque en ganadería se vive el síndrome EPP que es equilibrio perfecto perverso”.
Explicó el EPP señalando que “Uruguay produce 2,8 millones de terneros, faenamos 2,3 millones, se mueren y se comen en Uruguay 300.000 y se exportan otros 300.000. Eso da un equilibrio perfecto, y si se desaliña alguna de estas variables comienzan a aparecer alertas. Ese es un EPP que tenemos que quebrar y uno de los factores que más incide es el acceso a mercados”. A su vez el acceder a mercados “tiene dos patas: lo sanitario, donde estamos bien pero los demás nos igualaron por lo tanto ha dejado de ser una ventaja competitiva; y la otra pata el componente arancelario”.
Respecto a lo arancelario Buffa señaló que Uruguay paga más de U$S 200 millones en aranceles y que es “absolutamente relevante” tener una agenda de acceso a mercados “y para poder salir de ese EPP tenemos trabajar muchísimo en la alternativa que podamos colocar mejor nuestra carne”.
En cuanto al segundo escalón enfatizó que “hay muchas instituciones asociadas a la venta de conceptos”, dijo, pero consideró que la Mesa de Campo Natural (MCN) debe ser “el punto de encuentro de todas las iniciativas”. Cabe señalar que la MCN está integrada por el MGAP, el Plan Agropecuario, INIA, las facultades de Agronomía y Ciencias, y el Secretariado Uruguayo de la Lana, y posee una mesa ampliada que incluye a varias instituciones destacadas del medio rural.
Oribe: “todos estamos en el mismo barco” y lo que haga un eslabón de la cadena “repercute en todo el complejo cárnico y en el país”
Ingresando al tercer escalón mencionó la necesidad de que “la MCN sea el punto de encuentro de todas las iniciativas. Lo peor que nos puede pasar es generar mensajes difusos y de poca capacidad de amplificación. Tenemos que concentrar los mensajes en un ámbito y la MCN es el ámbito”, acentuó.
“Tenemos que salir de declararnos buenos productores de carne, a decir ‘los datos son estos’ porque no estamos ante un tema de opinión sino de datos y hay que ser muy rigurosos en la coordinación porque lo peor que nos puede pasar es que no coordinemos. La única manera que tenemos de potenciar los recursos que poseemos que tenemos es coordinando”.
“Los desafíos están planteados y no los puede resolver solo el sector agropecuario, acá tiene que estar los ministerios de Relaciones Exteriores, de Ambiente, de Trabajo, todos los actores que participan en la construcción estructural de competitividad, y este gobierno tiene un compromiso para que eso suceda”, concluyó.
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