La Cámara Uruguaya de Fabricantes de Maquinaria Agrícola trabaja para lograr las mejores condiciones para sus empresas asociadas que enfrentan una fuerte competencia de empresas internacionales que gozan de ventajas importantes.
Hace 5 años se fundó la Cámara Uruguaya de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cufma) que actualmente está conformada por 15 empresas que se distribuyen en todo el país y genera más de 350 puestos de trabajo directos, muchos de ellos en las pequeñas localidades del interior del país, con lo cual ayuda a que las familias permanezcan en su lugar de origen en lugar de trasladarse a las ciudades capitales departamentales.
Cecilia Casulo, directora ejecutiva de Cufma, dijo a La Mañana que la Cámara reúne a 15 de 30 “empresas que trabajan en la fabricación de maquinaria e implementos agrícolas, algunas de ellas con una larga trayectoria en el país, tenemos empresas de 60, 30, 20 o 10 años.
Las producciones son “heterogéneas, de implementos para la industria ganadera, hortícola, frutícola, lechería y forestal”, fabricando todo tipo de elementos como “alas de riego, cinceles, cultivadores móviles, mixers, subsoladores, zorras, rastras, tolvas, cargadores frontales, comederos, bebederos, plantadoras de plantines, cosechadoras de nogales y olivos, guinches de tres puntos, cosechadoras, tanques, silos móviles, plantadoras de árboles y más de 300 implementos diferentes”.
“Son pequeñas y medianas empresas ubicadas en localidades como Ombúes de Lavalle, Young, Santa Catalina, Raigón, Colonia Wilson, Rafael Peraza, Las Brujas, Empalme Olmos, Dolores, Florida, Montevideo, Paso de los Toros”, destacó.
Casulo manifestó que el sector necesitaba ser impulsado: “no nos creían que en Uruguay existían fabricantes de implementos agrícolas y empezaba a deslumbrarse la fabricación de maquinaria”, esa invisibilidad colocaba a las empresas uruguayas “en desigualdad de condiciones frente a los productos importados”.
“Nuestro desafío fue hacerle entender al gobierno que realmente estábamos en desigualdad de condiciones, estábamos frente a un sector productivo de protecciones efectivas negativas y eso teníamos que demostrarlo estando todas las empresas juntas”, explicó. Se entiende por protección efectiva negativa “cuando el producto importado tiene mejores condiciones o mayores ventajas a nivel de la reglamentación del país frente a la producción nacional, por ejemplo para traer un tractor o una cosechadora importada, lo ingresamos como bien de capital y no pagamos ningún tipo de tributo, pero cuando se quiere importar chapa, llantas, cubiertas, motores o cualquier tipo de kits o materiales, materias primas para fabricar esa maquinaria acá en Uruguay, tenemos que pagar todos los tributos, aranceles, tasas, IVA, por eso se llama que es un sector de protección efectiva negativa”, dijo la empresaria.
“Esa es la desigualdad de condiciones” a la que se enfrentaban las empresas locales: “ventajas para el importador y las desventajas para el fabricante nacional”, destacó.
Una ley que nos hace más competitivos
Para corregir ese problema, en 2019 se aprobó por unanimidad la Ley de fomento a la fabricación de maquinaria e implementos agrícolas, Ley N° 19.637, y en setiembre de ese año se reglamentó, lo que constituye “un paso importante ya que iguala en condiciones de competencia a los fabricantes nacionales con los importadores de maquinaria e implementos agrícolas. Hoy esa ley está comenzando a ser instrumentada por las empresas”, puntualizó.
Detalló que “el artículo 5 de la ley exonera de todo recargo, incluso el recargo mínimo, el impuesto aduanero a la importación, la tasa de movilización del bultos, la tasa consular y todo tributo cuya aplicación corresponda en ocasión de la importación, incluso el IVA, a los bienes destinados a integrar el costo de las máquinas e implementos agrícolas, así como a los materiales, materias primas, partes, piezas, repuestos y kits de dichas máquinas y accesorios. Los mismos deberán ser declarados no competitivos con la industria nacional”, dijo Casulo.
Es una ley que “nos hace más competitivos” y “competitividad es lo que buscamos como industria nacional”.
Las empresas que forman la Cámara “son pequeñas y medianas, todas son de capital nacional, todas, salvo alguna excepción, están ubicadas en ciudades o localidades pequeñas del país, y uno de los valores agregados más importantes es que generan derrame en su propia localidad, hacen que la gente se quede viviendo allí”. Es el caso de una empresa que “da trajo a cien personas en una localidad de solo mil habitantes, u otras que da mano de obra a 20 personas donde hay 5.000 habitantes. Cada una en su localidad genera un derrame interesante, muchas veces impidiendo que la gente se vaya a Montevideo”, apuntó.
Un consorcio para bajar costos
Cufma nació “como Cámara con un fin político muy claro: el de buscar la igualdad de condiciones para sus empresas socias; pero por otro lado, empezamos a trabajar con un perfil más comercial”. Con ese fin se formó un consorcio que permite realizar “compras en conjunto”, algo en lo que “estamos dando los primeros pasos” con compras “en conjunto que nos genera una baja de costos importante” porque se compra en mayor cantidad y teniendo en cuenta que “la mayoría de los insumos que nosotros usamos para fabricar son importados”.
Por otro lado “el consorcio pretende mejorar la gestión de las empresas, y ahí tenemos que estar cerca de las diferentes herramientas e institutos como Ande, Inefop, etc. para poder colaborar con las empresas” que conforman Cufma.
“La tercer pata del consorcio es la internacionalización: la idea es que como el mercado uruguayo es pequeño, iniciar un camino hacia la internacionalización de todas las empresas para que aquellas que quieran puedan tener las herramientas para exportar sus productos”.
Acuerdo con el INIA
Casulo destacó como un hecho relevante el acuerdo que Cufma tiene con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) La Estanzuela y la voluntad de extender el mismo al resto de esa institución.
Por ese acuerdo, que definió como “excelente” Cufma “fabrica maquinaria que entrega sin costo a INIA para que las use en sus diferentes estaciones experimentales, a los 6 meses INIA hace un reporte sobre el funcionamiento de la maquinaria con la opción de comprarla o devolverla”.
El trabajo conjunto con INIA lleva dos años “y el resultado es excelente porque no solo nos han comprado maquinas sino que hemos desarrollado maquinas innovadoras junto con los ingenieros del INIA”, destacó.
Importación de maquinaria usada
La directora ejecutiva de Cufma mencionó como “uno de los grandes desafíos” el tema de “la importación de usados” teniendo en cuenta que “Paraguay y Uruguay son los únicos del Mercosur que permiten la importación de maquinaria usada”; a nuestro país “ingresan sin pagar nada y sin tener en cuenta que acá se fabrica” maquinaria. Eso es competir en condiciones desfavorables y es un segmento de mercado que tenemos que trabajar, tenemos que poner el tema sobre la mesa”.
Las buenas razones de Cufma
Cecilia Casulo dijo que “los miembros de Cufma tienen buenas razones y desafíos para seguir adelante” y mencionó “la formación y consolidación” del consorcio (Confia); la incorporación al sector en las cadenas globales de valor”; la inserción externa a través de lograr una mayor integración entre las tecnologías mecánicas y las TIC´S porque hoy se trabaja con un grado muy bajo de complejidad tecnológica en la mayoría de los casos”; y el apoyo a la “educación dual como herramienta y metodología de enseñanza para desarrollar la industria a través del compromiso desde el ámbito empresarial en la formación dual porque estamos convencidos que mejora la productividad de las personas y organizaciones”.
TE PUEDE INTERESAR