El ritual pagano de culto al fuego le dio paso a la tradición cristiana que quedó profundamente prendada en diferentes países del mundo y con el paso del tiempo arribó junto a los inmigrantes europeos hasta estos pagos. Desde ese momento los fogones de San Juan han tenido variantes dependiendo de la época y la finalidad con la cual se celebrara, aunque siguen siendo un motivo de reunión y de comunidad.
Actualmente las noches del 23 y/o 24 de junio se iluminan en varias partes del país con el fuego que atrapa a multitudes entorno a centenarias tradiciones, bebidas espirituosas, gastronomías locales, representaciones culturales y bailes hasta la madrugada. Este tipo de fiestas no solo está cobrando cada vez más adeptos, sino que además se va extendiendo por pueblos y ciudades como una forma de rescatar aquellas viejas costumbres que eran tan comunes en otros tiempos. A continuación, compartimos tres de los tantos Fogones de San Juan que se vivieron durante este fin de semana.
Las Hogueras de San Juan, una fiesta de campaña en Rocha
Las Hogueras de San Juan en la Sociedad Rural 19 de abril del departamento de Rocha son la perfecta combinación entre las tradiciones milenarias entorno al fuego y aquellas nacidas y trasmitidas en el medio rural. Similar a aquellas fiestas de campaña en que todo el vecindario se reunía para comer, bailar y celebrar en fechas especiales. Algo que era habitual en épocas donde el medio rural estaba poblado y las reuniones eran numerosas.
Algo similar sucede cada 23 de junio cuando esta institución con trescientos socios nacida en 1950 como apoyo a los productores agropecuarios de esa zona del país, reúne entorno a sí a vecinos y amigos para celebrar las fiestas de San Juan. “La verdad que nos desbordó” dijo Carlos Silvera presidente de la institución, para describir el numeroso público que acompañó la actividad. Desde muy temprano, las instalaciones del lugar comenzaron a llenarse de gente para compartir el chocolate caliente y las tortas fritas con que se daban por iniciadas esta 14ª edición. Paralelamente comenzó a sonar la música con la cuales las primeras parejas salieron a la pista mientras un poco más tarde cada uno en su lugar revisaba e iba sumando porotos en su cartón esperando llenarlo cuanto antes para gritar “lotería” y llevarse el premio de esa ronda. Previo al encendido del fuego donde se siguieron rigurosamente con los rituales correspondientes de lanzar en sus fauces los papelitos con los deseos y todo aquello que quisieran dejar atrás, disfrutaron de la actuación del grupo folklórico local Ñandubay que en cada presentación sigue recogiendo mejores comentarios. Las Hogueras de San Juan no solo son “una fiesta familiar” como le gusta decir a Silvera sino que además forman parte de la agenda cultural y turística de Rocha.
En Cerro Colorado fue todo un éxito y van por una marca regional
Como en tantos otros puntos del país, la noche de Cerro Colorado en Florida se encendió con la fogata de San Juan, una fiesta que desde su primera edición el año pasado, dio muestra que va en crecimiento. Y aunque la lluvia promediando la tarde del sábado obligó a que la misa criolla se celebrara en el templo local y no al aire libre como estaba programada, el resto de las actividades se llevaron adelante en la explanada del Carrillón, uno de los tres edificios que hace poco tiempo fueron declarados Monumento Histórico Nacional. “Inspirar” y que los niños y jóvenes de la localidad tengan “algo para contar” en su vida adulta sobre el lugar donde nacieron y crecieron son dos de los objetivos que se plantean los integrantes de la Comisión de Eventos, Tradiciones y Patrimonio dijo Francisco Sanguinetti uno de sus integrantes.
Alrededor del fuego las más de trescientas personas que concurrieron a la fiesta disfrutaron de los espectáculos de alto nivel que brindó el grupo teatral Babilonia del Pinar, las representaciones del ballet Orientem Ad Solem de Ciudad de las Costa y las interpretaciones del grupo musical Orejano de Fray Marcos. Como desde tiempos inmemoriales cuando comenzaron a aparecer las fiestas del fuego como un ritual pagano ligado a la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte, también por estos tiempos y ya con ribetes religiosos y culturales, la gastronomía sigue siendo una excusa que reúne a la comunidad. Chocolate caliente, panificados, chorizos, panchos y tortas fritas acompañaron y le hicieron el honor al vino caliente, la bebida espirituosa que cada vez está cobrando más fuerza en el país durante estas fechas. En esta oportunidad la receta fue elaborada por Alejandra Carrau en base a naranja, canela, clavo de olor, azúcar y vino. Todos tenían que hablar de esa bebida que no solo fue sensación para los paladares de los mayores presentes, sino que además “parecía que te corría otro hombre por dentro” como lo describió a La Mañana Roberto Diringuer integrante de la organización. Durante varias horas el fuego con su magia particular fue el centro donde convergieron conversaciones entre vecinos y conocidos, risas, aplausos a los artistas y los tradicionales rituales frente a las llamas que son parte de las noches de San Juan.
Con la mira puesta en el próximo año, los organizadores aspiran a que Los Fogones de Cerro Colorado se transformen en un evento regional y trascienda las fronteras del departamento para tener un alcance nacional. Para eso proyectan una tercera edición que incluya también otros espacios públicos como el anfiteatro al aire libre Víctor Damiani, una de las creaciones de Alberto Gallinal y que forma parte del circuito patrimonial de la localidad. Diringuer reconoció que se trata de un complejo que Gallinal diseñó para ser utilizado por toda la comunidad.
En Bodega Rovere de San José ya es una marca registrada
Ya como una marca registrada los Fogones de San Juan son una experiencia única en Bodega Rovere en el departamento de San José. Así como los vinos cosechados durante cuatro generaciones desde su llegada de Italia, esta festividad que este año se celebró el viernes y sábado, sigue creciendo y transformándose en un referente regional. Es más, no solo quienes participan de las actividades son voceros en sus lugares de origen, sino que además tienen muy presente que el 23 de junio hay una cita a la cual no se puede faltar en la bodega familiar ubicada en el Camino José Ignacio, Paraje Bañado a cinco kilómetros de la ciudad de San José.
En esta oportunidad y para potenciar este fin de semana especial, Bodega Rovere desarrolló una alianza estratégica con Hostería del Parque de la ciudad maragata que les permitió a los visitantes de otros lugares poder participar de las dos jornadas. La propuesta comenzó con un repaso por la historia que ronda a los Fogones de San Juan (el sábado a cargo de una docente de historia), desde épocas inmemoriales y que ha trascendido hasta nuestros días con sus respectivas variantes históricas, culturales, paganas y religiosas y hasta gastronómicas dependiendo del lugar donde se esté celebrando. Mientras que la historia de la familia anfitriona entorno a la producción de uvas y vinos estuvo a cargo de Tamara Rovere que con ese cariño especial que solo pueden tener quienes desarrollan una actividad que forma parte de su propio ser y el de los suyos, logra compartir y captar la atención de los visitantes.
La propuesta gastronómica contó con una picada, el tradicional vino caliente que como el fuego forma parte de la maga de la noche, una sabrosa cazuela de matambre criolla y la posibilidad que tuvieron los presentes de degustar los vinos que produce la firma. El espectáculo musical fue de Thiago finalista de la voz Kids Uruguay que con sus canciones emocionó a los presentes. Y como no podía faltar, los participantes salieron a bailar acompañados de buena música y diversión. Tamara Rovere contó a La Mañana la emoción de reproducir acorde a estos tiempos, una fiesta que “nació con uno” en tiempos en que las familias solían encender fogatas, competir con sus vecinos sobre cuál era la más grande y disfrutar de una manera sana y amena.
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