Del 14 al 16 de febrero se llevó a cabo la 9ª Fiesta del Pollo y la Gallina, un evento temático que reúne a toda la cadena productiva del sector avícola desde la producción de huevos hasta el pollo parrillero realizado en la localidad de San Bautista bautizada como Capital Nacional de la Avicultura por ser el centro natural de la producción avícola de Uruguay.
Denis Villalba, propietario de Avícola Valle Alegre, una empresa que trabaja toda la cadena de manera integrada, dijo a La Mañana que San Bautista es una localidad que la mayoría de los uruguayos tiene que buscar en el mapa, sin embargo allí se da “un fenómeno único en el país” porque con 2.500 habitantes en la zona urbana “concentra el 60 % de la avicultura” nacional, y es esta actividad la que ha logrado que la tasa de desocupación sea del 0 %.
Consultado sobre los desafíos de la industria avícola dijo que éstos pasan fundamentalmente por “aumentar el consumo interno e impulsar la exportación”.
Sobre el mercado interno lamentó que “en las últimas décadas las avícolas hemos trabajado de manera muy poco profesional y mal articuladas gubernamentalmente. No hemos tenido una política conciliadora entre las avícolas y el gobierno para trabajar unidos”.
Por lo tanto el camino es que el producto se “promocione de otra manera” y tener “otro relacionamiento” con el Instituto Nacional de Carnes y el Ministerio de Ganadería para “ahí sí elaborar un plan de incentivo del consumo. Si las avícolas somos inteligentes el consumo se puede aumentar en 3 o 5 kilos” por persona.
“En Uruguay el consumo per cápita ronda los 23 o 24 kilos al año frente a Argentina que está en 46 kilos, Brasil y Colombia 47 kilos. Hace 20 años Colombia estaba a 20 kilos y ahora en 47. Nosotros hace diez años atrás estábamos a 23 y seguimos en ese consumo. Eso habla a las claras que hay algo que no estamos haciendo bien”, observó.
Al referirse a la exportación dijo que “la gran traba son los costos fijos” que nos dejan “en desventaja con Argentina y Brasil porque estos tienen un grano y una energía mucho más barata, y una escala de producción mucho más grande. Entonces cuando hay que competir el único mercado que tiene Uruguay debido a sus costos es la Comunidad Europea, pero para eso se necesitan habilitaciones especiales y la única planta que reúne ciertas características para poder exportar a ese destino es Granja Tres Arroyos.
Las otras pueden ser habilitadas para terceros países”, explicó.
La avicultura “genera muchísimo valor agregado y mucho empleo”
Por otra parte el exdiputado canario Tabaré Hackenbruch subrayó la importancia de la avicultura para Canelones. “De la ruta 11 al norte” la avicultura es “de las principales fuentes laborales” junto con los tambos y Conaprole”. En la zona conocida como El Santoral “se desarrolla la actividad avícola en toda su cadena que va desde la producción con el nacimiento de los pollitos BB que pasan al façonero, y luego la actividad frigorífica y la distribución”. Es un rubro que “genera muchísimo valor agregado y mucho empleo”, comentó.
Pero es un rubro que atraviesa “las mismas dificultades que otros sectores productivos del país” y es que tiene “costos muy altos, y cuando hay que competir con otros países no somos competitivos”.
Añadió que “la exportación de Uruguay debe ser no por volumen sino por calidad y a un precio razonable con esa calidad. Es verdad que los consumidores están dispuestos a pagar un mejor precio pero con cierta racionalidad y margen, y es ahí donde entran en juego el costo de producción de nuestro país con el combustible, la electricidad y otras variables que no podemos manejar porque dependen de los precios internacionales”.
En cuanto a que Uruguay tampoco logra incrementar el consumo de carne de ave, Hackenbruch dijo que “es un tema cultural muy fuerte” y que el mismo fenómeno se da “con la carne de cordero que se come mucha en determinadas fechas, o el pescado que se consume en Viernes Santo”.
Carlos Testa: la Cancillería será fundamental para lograr lazos comerciales
El diputado de Cabildo Abierto, Carlos Testa, coincidió con Hackenbruch sobre lo perjudicial que son los costos para el sector que “no escapa” a que “somos un país caro”.
Hizo hincapié en que “el potencial de la avicultura está en el nivel de exportación que podamos tener, producir para exportar”, pero también en el consumo interno ya que es la segunda carne más consumida después de la de vacuno.
Allí, en la apertura de mercados, “Cancillería será fundamental para poder lograr los lazos comerciales, pero si no solucionamos el tema de fondo que son los costos, ahí se nos va la vida”, advirtió.
Dijo que es “un despropósito” que Uruguay compre carne de pollo a Brasil, no obstante consideró que “si eso se hace así es porque los números dan para eso y porque los números no dan para competir contra eso”.
Una fiesta con proyección nacional
Tabaré Hackenbruch, que en marzo asumirá como subsecretario en el Ministerio de Vivienda, dijo que la Fiesta del Pollo y la Gallina debe ser de carácter nacional porque la avicultura “se va consolidando año a año como un elemento de producción y hay mostrar todo lo que mueve esa industria que también es un elemento de promoción turística interna del departamento”.
Es un evento “consolidado y capaz haya que pasar a un proceso como marca” para que haya “una movida turística interna”, como sucede con otras fiestas en el país. O sea que “ya no sea solo gente de Canelones y Montevideo sino que sea una fiesta a nivel nacional que genere información y propaganda hacia el sector avícola, que genere empleo y trabajo a nivel turístico”, proyectó.