La Mañana consultó a los ingenieros agrónomos Juan M. García, presidente de Copagran, y Julio Nin, asesor privado, quienes expusieron sobre la situación de la soja frente a la sequía que afecta a todo el país.
Copagran es una importante cooperativa agropecuaria cuya área de influencia se extiende por más de 4 millones de hectáreas distribuidas en los departamentos de Paysandú, Río Negro, Soriano y Colonia, con más de 3.000 clientes y 300 socios. Anualmente, pasan por ella más de 300.000 toneladas de grano, por lo que es una institución muy representativa de lo que sucede en una importante zona productiva del país.
Su presidente, el Ing. Agr. Juan Manuel García, dijo a La Mañana que la sequía ha afectado a la zona de acción de Copagran de diferente forma según donde se haga el análisis.
“La zona más compleja es al sur de río Negro. Tanto en Soriano como Colonia habrá un área muy grande de descarte de la cosecha con rendimiento cero o muy bajos, pero aún no se sabe exactamente de cuánto será porque después de las lluvias ocurridas en abril los cultivos tuvieron un desbalance hormonal, quisieron rebrotar y generaron hojas nuevas”, además de que también hubo un “atraso de las heladas” y todo eso demoró la cosecha y “recién se está cosechando algo en las chacras que no se habían descartado por estar un poco mejor”.
De todas formas, “a muchas de esas chacras se entró con la máquina y se terminaron descartando. Por ahora no sabemos cuál será el volumen final”, comentó, pero al día de hoy las estimaciones de rendimiento es que “será de un tercio de lo que se comercializó por la cooperativa el año pasado. Vamos a estar apenas por encima de las 50.000 toneladas cuando el año pasado Copagran superó las 170.000 toneladas de soja comercializada”.
En los departamentos de Colonia y Soriano, “estamos en un año muy complicado para una cooperativa cuyo rubro principal es la agricultura, la exportación, la comercialización de granos”, subrayó.
Paysandú y Río Negro
Diferente es lo que está pasando en Paysandú y Río Negro, sobre todo el norte de Paysandú, también en el área de ruta 90 o Quebracho, “ahí hubo eventos de lluvias superiores y se están logrando rendimientos mejores que en el sur, casi sin chacras descartadas por bajo rendimiento -como sucede en el sur-, y esos rendimientos van de los 800 kilos a 3.000 kilos. Es muy dispar, con un promedio estimado arriba de los 1.200 o 1.300 kilos” por hectárea.
En el departamento de Rio Negro se repite la disparidad: “La zona de Nuevo Berlín ha tenido muchos problemas y se parece más a la situación del sur del país, pero en Young los rendimientos son entre 800 y 1.200 kilos, y en la zona de Guichón (próximo al límite de Paysandú con Río Negro) llovió un poco más y el rendimiento es de 1.500 o 2.000 kilos”.
En síntesis, el promedio general de la soja en Copagrán se estima que será “algo más de 800 kilos, capaz que 900 kilos y con mucha área de rendimiento cero”.
Consultado sobre la calidad dijo que hay varias realidades, pero ninguna tan grave como se pudo pensar en cierto momento: En primera instancia daba la impresión que “todo iba a andar mucho más complicado”, pero cuando el producto llega a las plantas de silos y se analiza, “el dañado no es tan importante como se creyó” y “se podrá comercializar toda la soja sin problema”.
Un año con números en rojo
El Ing. García aseguró que este año “va a ser de números rojos para los productores” y en ese tema otra vez se observa “gran variabilidad” en los resultados, porque “al norte de Paysandú hay chacras que sacan más de 2.000 kilos” y eso les da margen; pero “sin duda que el cien por ciento de los productores del sur no cubren los costos con los kilos que sacarán porque se va a cosechar un 30 o 40% del área con un rendimiento de 500 o 600 kilos, 800 algunas chacras, pero la otra mitad del área será descartada con rendimientos cero. Con 500 kilos de rendimiento en el área total sembrada es imposible que el productor pueda cubrir costos”.
En cuanto al precio, señaló que Uruguay “es tomador de precios y no incide como sí lo hacen Estados Unidos o Brasil”. En el caso concreto de Brasil, “tuvo una muy buena cosecha y Estados Unidos la tuvo buena el año pasado, ahora se habla que van a sembrar un área importantísima y que viene muy adelantado con la nueva zafra”.
Pero lo que ha pasado es que “en las últimas semanas” el precio internacional de la soja “ha tenido una baja pasando de valores de US$ 540/550 la tonelada a US$ 495/505. El precio está volátil y se mantendría así, no es fácil decir qué es lo que va a pasar”.
Ing. Agr. Julio Nin: Hay áreas en que no compensa cosechar
Por otra parte, La Mañana también consultó al Ing. Agr. Julio Nin que es asesor de empresas agrícolas en la zona centro del país.
En Durazno se siembran unas 40.000 hectáreas de soja. De las chacras con las que Nin trabaja, el área que fue dada de baja “ronda ente el 20% y 40% dependiendo la empresa”, lo que “quiere decir que no ingresarán las cosechadoras poque lo que se cosecha no paga el costo. Cosechar se valora en los 100 o 150 kilos dependiendo de los costos que se han tenido. Por menos de 100 o 150 kilos de soja ya no conviene”, expresó.
De las chacras que asesora Nin en Durazno, hay dos que son empresas grandes, “ambas con seguro de rendimiento”, de las cuales “nada se destinó al consumo animal, no se enfardó ni se pastoreó, y lo que se dio de baja fue porque realmente no había soja y en muchas de ellas se sembró alguna colza invernal”. En el resto “estamos cosechando en el entorno de 500 o 700 kilos y las que están muy buenas dan 1.100 kilos”, con lo cual “no se paga lo invertido, pero el seguro ayuda frente a una catástrofe, no se gana plata, pero muchos de los costos se cubren”, subrayó.
Respecto a la calidad del grano, en la zona centro “el daño no está siendo alto”, y “aunque hay casos puntuales, en el promedio no es un problema”. Sin embargo, los costos posteriores a la cosecha se han disparado: “Se duplican y triplican los costos de la zafra pasada. El 70% u 80% de las toneladas que se están mandando se está secando, y también se constatan muchos cuerpos extraños”, concluyó.
“El riego necesita una política de Estado”
El presidente de Copagran, Ing. Agr. Juan Manuel García, dijo que “el riego ha crecido mucho, pero sigue siendo limitado” y planteó que se necesita “algunas políticas de Estado, quizá con represas para multipredios”.
Advirtió que, aunque quisieran, y muchos productores quieren, “no le es posible afrontar una inversión tan grande” y son muchos los motivos: “Por ejemplo, productores que no tienen líneas de crédito y un plan adecuando a sus necesidades, otros no tienen la capacidad de tomar agua porque no tienen un río importante o un lugar para hacer una represa”.
“Otro tema es la energía eléctrica porque hay zonas donde no se llega con la potencia que requiere un equipo de riego, y si eso no lo hace el Estado o la UTE es imposible para el productor. Son muchas las puntas que se deben atender: financiamiento, plazos, intereses, deducciones fiscales y la potencia energética. Todas esas cosas son limitantes”.
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