En esta emergencia agropecuaria ante la innegable sequía que atraviesa el territorio nacional, desde Tacuarembó los productores familiares se organizaron en pos de concientizar y llamar la atención de autoridades de la institucionalidad pública y privada para la toma de medidas que colaboren con estos trabajadores rurales.
Semanas atrás, productores familiares nucleados en Mesas de Desarrollo Rural de Tacuarembó y representantes de todos los rubros productivos, de cara a la preocupación ante la emergencia agropecuaria, presentaron una carta pública ante la institucionalidad del departamento, con motivo de realizar un llamado urgente y una invitación a la reflexión sobre sus roles ante la situación crítica.
En el documento, los productores realizaron un repaso del papel que juegan en el mercado local y una puesta a punto de lo que viven desde hace unos tres años respecto a sequías vinculadas con el cambio climático. Señalaron que la producción agropecuaria familiar es de vital importancia para la economía nacional, y que entre el 70% y 80% de las unidades de la producción en Uruguay son del tipo familiar y ganadero, también la producción de alimentos básicos, así como el 30% del valor bruto de la producción agropecuaria.
En la carta se destaca que el productor familiar es el componente social que genera arraigo en el medio rural, “cualquier empresa, según la situación económica o la fluctuación del mercado, cambia de lugar o tipo de producción, pero la familia rural permanece en el campo y continúa con el tipo de producción que desarrolla”, detalla el documento.
Sociedad organizada de la ruralidad e institucionalidad
Lourdes Sequeira, integrante de las Mesas de Desarrollo Rural de Tacuarembó, en diálogo con La Mañana planteó que actualmente el pequeño productor de baja escala y mediano, está apostando a, en principio, acceder a algún crédito que les permita tener un respaldo económico para, básicamente, comprar ración o fardo que es lo que los puede salvar en este momento.
“En los campos falta agua y pasto. Con el tema del agua se está apelando a la solidaridad de algún productor vecino o acarreando agua de la ciudad para poder darle a los animales, y también para la producción hortícola y demás, ya que todos los rubros están afectados”, explicó la entrevistada.
Aseguró que la compra de ración y fardo también está complicada ya que no hay casi oferta en el norte del país, y los pocos lugares en donde se vende es con alguna persona conocida, pero a un costo muy alto. “Uno apela a los créditos, pero tampoco hay en dónde comprar”, lamentó.
Entre otras cosas, los productores tratan de informar al resto sobre las medidas que existen para hacer más llevadero el tema de los pagos de impuestos de los servicios básicos, “porque hay que hacer que la caja chica dure y pueda subsistir lo más posible en este entorno”, dijo Sequeira.
“Es una situación, como se dice en la prensa y en las gremiales, que hace tres años se viene dando. Por eso estamos tratando de trabajar con la institucionalidad pública y privada. Pero esta vez es la más feroz de todas, se extendió mucho en el tiempo y no pudimos llegar al punto de coordinar una estrategia nacional entre la sociedad organizada de la ruralidad y la institucionalidad, entonces nos tomó un poco desprevenidos”, detalló la entrevistada.
Explicó que los productores familiares ya habían dado aviso en el mes de octubre que se acercaba una emergencia agropecuaria, es decir, que unos tres meses antes visualizaron el panorama actual, sin embargo, “no fuimos capaces de sentarnos a dialogar y tomar medidas entre todos para que no llegar al punto en el que estamos ahora”.
Expresar necesidades
La carta pública está firmada por productores familiares nucleados en las Mesas de Desarrollo Rural de Tacuarembó, este espacio se creó a nivel nacional por ley en el año 2008, para la descentralización de las políticas públicas. Nuclea a toda la ruralidad, productores familiares, colonos, organizaciones, fomentos, organizaciones rurales, y de todos los rubros (agricultores, lecheros, hortícolas, ganaderos).
Son espacios abiertos de diálogo para que la ruralidad pueda exponer lo que necesita, lo que se puede construir en colectivo de manera que, a nivel de las autoridades e instituciones, puedan ser reflejo de la realidad y, entre todos ellos, tener un desarrollo rural real y tangible, según dijo Sequeira.
En el departamento, las Mesas de Desarrollo tienen una larga trayectoria de trabajo, se han logrado diversas cosas, por ejemplo, generar un encuentro departamental de mujeres rurales y el encuentro departamental de jóvenes rurales. “Tenemos muchas experiencias, hemos presentado nuestro trabajo a nivel nacional e internacional”, indicó la entrevistada.
En ese contexto, los productores y los referentes de la Mesa, “como nos sentimos tan identificados con esta política que sabemos que funciona, nos juntamos y decidimos hacer algo para que las autoridades pudieran reaccionar como ameritaba la situación, porque veíamos que se nos venía feo y no había ninguna gremial ni organización que nucleara la producción familiar a nivel nacional que saliera a pedir diálogo y medidas”, aseguró.
Respuesta en acciones
Si bien los productores no han recibido una respuesta formal del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca o de alguna autoridad, la realidad muestra que después de la carta se han tomado en cuenta los planteos. “Fue una sorpresa para algunas de las autoridades nacionales la redacción de esta carta, pero se han movido en cuanto a las medidas”, declaró la entrevistada.
“Sabemos que un rubro como la lechería -que planteamos en la carta que el tema de la energía es vital para ese sector-, se pudo hablar un poco más con la gremial y el tema de los fondos se han agilizado. Así como el pago de los aportes y de los servicios básicos también como UTE, OSE y con el manejo de los calendarios, que no sean todos los vencimientos en las mismas fechas porque no nos da la espalda económica”, expuso.
Agregó: “las organizaciones rurales deberían salir más al ruedo, a hablar lo que es la producción nacional, tratar de trabajar en colectivo, hacer valer los espacios que están conformados por ley. No se pueden crear políticas públicas o medidas desde el Estado sin tener la voz de los productores del medio rural, que son quienes pueden decir lo que se está viviendo”.
Medidas una a una
Las medidas que plantearon los firmantes de la carta tiene que ver con quelos aportes tributarios y pagos de servicios básicos se prorroguen con un plazo no menos a tres meses.
Además, que los planes de acceso al agua para la producción, se coordinen apoyos directos para abastecer a predios familiares que lo soliciten.
Que, en vez de la entrega de fardos, el MGAP diseñe una línea de partidas individuales a los productores para la compra directa de alimentos, evitando las demoras actuales de implementación.
Que MGAP haga uso de los canales habituales de arribo de apoyos al departamento, a través de su oficina local para asegurar el acceso universal a los planes y la difusión masiva por las Mesas de Desarrollo y organizaciones rurales.
Que el Instituto Nacional de Colonización asuma los costos implicados en la limpieza de tajamares, ya que los colonos cuentan con pocos recursos económicos para esas tareas.
Que las líneas de proyectos del MGAP sigan contemplando de igual manera la asistencia técnica y la inversión económica diversificada para la iniciación productiva y desarrollo de sistemas a menor escala.
Que se diseñe un Sistema Nacional de Comercialización de productos cárnicos derivados de la producción familiar, ya que no cuentan con una “caja de ahorro” para afrontar situaciones como la emergencia actual.
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