Se advierten desafíos sanitarios, a la vez que las chacras aún no permiten el ingreso de mosquitos para realizar las aplicaciones, pero la tecnología de los drones ayuda y es una buena opción.
¿Cómo han afectado las últimas precipitaciones a los cultivos? Atrás quedó la sequía, ¿debemos preocuparnos por el exceso hídrico? La Mañana se entrevistó con la ingeniera agrónoma Marilín Banchero, técnica de Copagran en el departamento de Colonia y asesora particular en la zona núcleo de la agricultura, quien espera muy buenos resultados de soja y maíz, aunque hay que cuidar los aspectos sanitarios que presentan algunas amenazas.
Banchero comentó que en los últimos días las precipitaciones fueron “abundantes, entre 260 y 320 milímetros”, ante lo cual “las sojas respondieron espectacular, tanto las que tenían buen potencial como las que venían un poco castigadas y se recuperaron”.
Sobre el maíz observó que “ya venía con complicaciones, dependiendo mucho de la fecha de siembra”, porque hay algunos “sembrados muy temprano o muy tarde que están espectaculares”, no así los de “fecha intermedia que fueron castigados por la falta de agua de enero, y estas últimas lluvias no ayudaron a la recuperación”.
En cuanto a los rendimientos, dijo que “el maíz de primera ronda los 9.500 o diez mil kilos como promedio; y las estimaciones de la soja hoy van de 2.500 a tres mil kilos, pero falta y por tanto ese estimado se irá actualizando y por eso cambiando”.
Retraso en la cosecha, problemas de calidad y sanitarios
Banchero agregó que la lluvia “llegó en la cosecha de los maíces de primera, por lo que se da un retraso, además de que se han visto brotados en algunas chacras”. Ese brotado significa que “de tanta humedad el maíz brota dentro de la chala repercutiendo en la calidad”, porque cuando ese grano se manda a la industria, “la planta de recibo hace un análisis de calidad y esa situación se cuenta como grano dañado”, restando a la calidad y por tanto afectando al productor. El brote “es bastante generalizado en maíces de primera que están para cosechar”.
Por otra parte, Banchero comentó que pasadas las lluvias “estamos esperando que las chacras tengan piso para entrar con las herramientas, sobre todo el uso del mosquito”. Mientras eso no sea posible “muchos productores apelan a los drones como alternativa”.
El asunto es que se ha detectado “bastante ataque de lagarta, que se ve favorecida por las altas temperaturas y la humedad, también hay chinches y focos de roya asiática”. Esta última “es una enfermedad que baja de Brasil, que no se registra todos los años y que es bastante compleja de manejar; se disipa por viento y este año llegó” a Colonia.
Explicó que sale de Mato Grosso, Brasil, que es donde las esporas viven todo el año, y va bajando de cultivo a cultivo llegando a la soja del sur de Brasil, de ahí pasa al norte de Uruguay y con el viento va bajando hasta alcanzar el sur.
En la zona de trabajo de la ingeniera Banchero hay focos de roya asiática registrados en Ombúes de Lavalle (Colonia) y Dolores (Soriano), pero no se ha dado en el área de Carmelo o Nueva Palmira (Colonia).
Recalcó la importancia de detectar a tiempo la enfermedad, “porque si no los costos productivos son muy elevados con un altísimo detrimento en el rendimiento”, y si se trata de una chacra que tiene márgenes ajustados el daño puede ser más que importante, “cuando quizá era posible controlarla por un monto módico de un fungicida. No invertir en un fungicida puede llevar a perder muchos kilos de soja”, anotó.
Sobre el momento de la soja, dijo que “está en pleno llenado de grano en su mayoría, y las más tardías en la formación de chaucha. Y en el maíz hay de todo porque este año se sembró mucha área y de forma escalonada, lo que resultó en maíces de primera que se están cosechando y los de segunda que están en floración y formación de rendimiento de la espiga”.
En cuanto al sorgo, Banchero precisó que el área en Colonia “es insignificante” y “de girasol no hay ninguna chacra” en donde ella se desempeñe. “El productor que hace sorgo en general es por su condición de agrícola-ganadero y la finalidad es pastoreo”. Recordó que recientemente hubo un importante avance del pulgón amarillo y “desde que se instaló esa plaga que se manifiesta todos los años hubo una importante reducción del área”.
Uso de drones
Consultada si los altos volúmenes de precipitaciones han afectado a los cultivos, dijo que no ha visto casos de estrés por exceso hídrico, “todo lo contrario, han aprovechado el agua de forma excelente con muchas hojas y vainas nuevas. No vemos cultivos con estrés, salvo algún anegamiento puntual”.
Al momento, “con el agua que tenemos en el suelo llegamos hasta fin del ciclo sin problema. Como dije, la afectación se da porque impide el ingreso de los mosquitos que deben realizar aplicaciones para el cuidado sanitario y no hacerlo puede causar mermas en el rendimiento”.
La opción está en los drones, que tienen la contra de que “rinden poco, unas ochenta hectáreas por día, y tampoco hay tantos como para cubrir la demanda”.
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