El jerarca señaló que las cláusulas ambientales de los países importadores se convierten en barreras comerciales que no favorecen a países como Uruguay, pero estamos preparados para superarlas
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, destacó las fortalezas que tiene Uruguay en un mundo cada vez más complejo, y valoró que con el paso de los distintos gobiernos se ha ido construyendo una política económica verde, cuidando el monte nativo, los suelos y la trazabilidad, con leyes que incluso tienen 30 años y que son previas a la tendencia ambientalista contemporánea. Las expresiones del jerarca fueron realizadas este miércoles 5 en la segunda edición de Agro en Punta que se realiza hasta el viernes 7.
El ministro dijo que Agro en Punta toma el “estilo de Uruguay” que es el de “mancomunar el sector público y el sector privado, en una articulación necesaria para proyectar un gran país agropecuario: Uruguay es “el país más agropecuario del mundo porque desde aquí se generan los alimentos, las fibras y los biocombustibles que el mundo necesita”.
El agro también es “fuente de trabajo” que “asegura un estilo de vida que es el estilo de la ruralidad. Más allá del negocio, Agro en Punta permite mostrar la producción, la responsabilidad de los procesos productivos sostenibles, la preservación de los recursos naturales, la certificación y el agregado de valor productivo y ambiental con productos sanos, inocuos y de calidad. “Somos un gran país de pequeña dimensión; un gran actor en el mundo agropecuario”, subrayó.
Destacó el apoyo que el presidente Luis Lacalle ha dado al agro, y consideró que continuará siendo así porque es una “política de Estado de un país estable, política, económica y socialmente, más allá de las alternancias en el poder que determinen las urnas. Más allá de eso Uruguay es previsible y confiable”.
El Ministerio trabajó para sortear todas las dificultades como la “variabilidad climática que nos expone en un grado creciente de vulnerabilidad, y en ese sentido generamos políticas públicas que las vamos a transmitir al próximo Gobierno, porque tenemos que proyectar un futuro desafiante e incierto con las variables geopolíticas que hoy afectan al mundo y determinan una tendencia proteccionista que debemos vencer a través del diálogo y el fortalecimiento de los organismos multilaterales”. “Levantar barreras genera una enorme dificultad a un país con vocación exportadora como Uruguay”, aseguró.
A eso se suma que a los países agropecuarios se nos ha querido “responsabilizar por el cambio climático, cuando en realidad somos la gran víctima”, porque “los grandes emisores de los gases de efecto invernadero son otros sectores de la economía”.
Recordó que hace un año el país salió de la peor sequía de la historia, y reflexionó que debemos prepararnos para “eventos climáticos cada vez más frecuentes” para mejorar la capacidad de resiliencia del sector.
Asimismo, mencionó su preocupación por los requisitos ambientales como los de la Unión Europea y las exigencias que introducen factores ambientales en el comercio. Sin embargo subrayó que “Uruguay se ha posicionado en una política de economía verde” con la participación de varios ministerios. “Nos hemos colocado a la vanguardia en la captación de recursos de financiamiento internacional, pero adoptando sistemas de compromisos ambientales”.
Frente a los requisitos de la Unión Europea, Uruguay ha sido ejemplo por ser el primer país en presentar un plan efectivo en base a bienes públicos uruguayos construidos no para esta eventualidad, sin que son leyes que tienen 30 años como la forestal que protege el monte nativo, como la del uso y manejo de los suelos que tiene 15 años, o como la trazabilidad y el sistema de identificación ganadera. Esos son ejemplos únicos en el mundo que se hicieron por distintos gobiernos y que hace a la construcción de un país que se proyecta al futuro y da garantías”.
Aclaró que Uruguay no está de acuerdo con que la Unión Europea nos imponga aspectos ambientales que desconocen legislaciones locales, pero “la supranacionalidad de la exigencia es un desafío, y Uruguay está pronto” para asumirlos.
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