A pesar de que América es una región productora de alimentos, es también “la más cara” del mundo para que una persona pueda acceder a una dieta saludable. “Somos fabulosamente productora, pero la dieta saludable queda más allá del alcance para casi 104 millones de individuos”, dijo el representante de la FAO para América Latina y el Caribe.
Ayer se llevó a cabo una nueva reunión de los ministros y secretarios de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Desarrollo Rural de las Américas, el encuentro fue digital y contó con la participaron del director general del Instituto Interamericano de Cooperación Agropecuaria (IICA), Manuel Otero, y el representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, quienes coincidieron en que el sector agroalimentario puede ser un motor para la necesaria recuperación económica una vez que pase la pandemia del COVID-19. Además, las autoridades agrícolas participantes se comprometieron en tomar acciones para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional.
La reunión virtual fue auspiciada por el Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Víctor Villalobos. Como en otra similar los participantes destacaron el trabajo conjunto entre los países, los organismos internacionales y las agencias de cooperación.
Villalobos destacó que por los desafíos que genera la pandemia, las reuniones con sus pares de los otros países de América se realizan más frecuentemente que en instancias de normalidad. “Últimamente nos hemos reunido en más ocasiones que en una situación normal, lo cual es muy bueno”, expresó, y agregó que se debe “mantener el intercambio de información, productos, medidas de sanidad agropecuaria, la continuidad de los mercados y el necesario apoyo a las Pymes, con la clara intención de tener elementos para la reactivación económica pospandemia, pero también en el mediano y largo plazo”.
Desde Estados Unidos, el secretario de Agricultura, Sonny Perdue, manifestó que “el mundo debe mirar la relación que tenemos en las Américas, que sirva como ejemplo de que la cooperación sirve a todos”, y comprometió a su país a mantener la cooperación con todos sus socios comerciales. Finalmente hizo un llamado a evitar medidas que restrinjan el intercambio de productos, sin la debida justificación científica.
La ministra de Agricultura canadiense, Marie Claude Bibeau, considerí que “el comercio agrícola es vital para todos los ciudadanos, crea puestos de trabajo, aumenta ingresos y abastece alimentos seguros y de alta calidad. Además de ser vital para mantener fronteras abiertas a los trabajadores extranjeros, a la vez que mantenemos su seguridad, pues son esenciales y merecen ser tratados de esa manera”.
Tereza Cristina Corrêa, ministra de Agricultura de Brasil, dijo que el sector ha mostrado poseer mucha resiliencia para soportar las presiones que sufra para mantener el abastecimiento de alimentos. La recuperación de los países “estará asociada al sector agropecuario”, aseguró, y llamó a “mejorar las condiciones en el campo” para “evolucionar a un sistema más justo que premie la ineficiencia”.
Espíritu de cooperación regional
El director de IICA, Manuel Otero, consideró que el trabajo conjunto en la región debe ser acompañado de medidas concretas para alcanzar el posicionamiento hecho por los ministros. “Siempre, y más especialmente en esta coyuntura dramática, el sector de los agricultores familiares debe ser prioritario; tanto como el de los profesionales de la salud o el de los agentes de seguridad pública. Necesitamos una revolución agrícola digital en la agricultura familiar y podemos hacerla, porque la tecnología para eso hoy tiene bajo costo y un comprobado alto retorno. Es el sector más relevante para la seguridad alimentaria”, destacó.
Julio Berdegué advirtió que “en 2019 el hambre creció a 47,7 millones de personas, y se espera que en 2030 aumente a unos 67 millones, sin considerar el impacto de la pandemia”.
También observó que “nuestra región es la más cara de todo el planeta para que una persona puede tener una dieta saludable, con un costo de casi cuatro dólares diarios. Somos una región fabulosamente productora, pero la dieta saludable queda más allá del alcance para casi 104 millones de individuos”, lamentó.