Ayer los ministros de agricultura y alimentación del Grupo de los 20 (G20) realizaron una reunión virtual por internet, concluyendo que las medidas que los países adopten en el marco de la emergencia sanitaria en combate al coronavirus COVID-19 no deben afecta los suministros de alimentos.
El Grupo de los 20 es un espacio de deliberación económica y política que involucra a las principales economías del mundo entre las que se encuentra Estados Unidos, China, Alemania, Cora del Sur y Japón entre otras. De la región latinoamericana participan Argentina y Brasil. La entidad abarca casi el 70 % de la población mundial y más del 80 % de producto bruto mundial.
El encuentro fue en carácter extraordinario y se realizó cuando la economía mundial se encuentra detenida y en algunas regiones del mundo la producción de alimentos no ha podido llegar a destino con lo cual los consumidores se han visto afectados.
La declaración final expresa la “reafirmación” de “la importancia de trabajar para garantizar el flujo continuo de alimentos, productos e insumos” esenciales “para la producción agrícola y alimentaria”, al tiempo que reconoce que los riesgos de contagio por COVID-19 se deben “minimizar”.
Pero también es necesario “mantener en funcionamiento las cadenas de suministro de alimentos” y subraya el compromiso de continuar “trabajando para garantizar la salud, seguridad, bienestar, y movilidad de los trabajadores en la agricultura y en toda la cadena de suministro de alimentos”.
Para eso también es necesario evitar “cualquier medida restrictiva injustificada que pueda conducir a un precio excesivo de los alimentos”, generar “volatilidad en los mercados” o “amenazar la seguridad alimentaria y la nutrición” de la población mundial, “especialmente los más vulnerables”.
“Reafirmamos nuestro acuerdo de no imponer restricciones a la exportación o impuestos extraordinarios sobre alimentos y productos agrícolas comprados para fines humanitarios no comerciales”, destaca, subrayando la “la importancia de evitar la pérdida de alimentos y el desperdicio causado por interrupciones en las cadenas de suministro, lo que podría exacerbar la inseguridad alimentaria, los riesgos nutricionales y las pérdidas económicas. Destacamos la necesidad de fortalecer la sostenibilidad y la resiliencia de los sistemas alimentarios a nivel mundial”, indica la declaración.
Los ministros solicitan que “se fortalezcan los mecanismos de monitoreo, alerta temprana, preparación, prevención, detección, respuesta y control de las enfermedades zoonóticas, y el desarrollo de directrices internacionales basadas en la ciencia sobre seguridad más estricta y medidas higiénicas para el control de zoonosis”.
También expresaron su “profundo agradecimiento a los agricultores y trabajadores, y a las pequeñas, medianas y grandes empresas agroalimentarias por sus esfuerzos continuos para garantizar nuestro suministro de alimentos”.