Las mujeres rurales presentaron durante los últimos días una nueva marca para poder comercializar sus productos de forma integradora y visible, mediante un sistema que ya comenzará a funcionar en breve.
Se trata de Murú, una herramienta que permite dar un compromiso de equidad de género en el medio rural, con participación de los representantes del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), INMUJERES, además del compromiso de las mujeres rurales.
La palabra Murú tiene varios significados, además de representar esta marca que integra a las mujeres rurales, “también es una palabra indígena que en diferentes lenguas significa semilla; es el nombre de una planta, el nombre de un río”.
Según se informó en la actividad que tuvo lugar en la Torre Ejecutiva, la marca busca contribuir de forma económica a estas mujeres, reconocer su trabajo y darle identificación “como sujetos de derecho”.
Con este fin, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, a través de la Dirección General de Desarrollo Rural y la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar (REAF), comenzó -junto a la sociedad civil- el proceso de crear esta marca para identificar los productos y servicios desarrollados por las mujeres rurales del país.
Las mujeres Rurales desarrollan un trabajo de integración mediante MUR
“La propuesta recoge las recomendaciones internacionales en torno al activo rol que debe cumplir el Estado en promover la comercialización de los productos y servicios de las mujeres, pero, a diferencia de iniciativas ya existentes, no apela únicamente a las compras públicas como herramienta, sino a ofrecer condiciones para que las mujeres de la agricultura familiar coloquen su producción en el mercado”, señalaron desde el MGAP.
Con este sistema supera el recorte de la agricultura familiar, contemplando como población objetivo a las asalariadas agropecuarias y a las mujeres residentes en zonas rurales, y asimismo incorpora la perspectiva generacional en forma transversal. De esta manera, la marca es una herramienta más que contribuye a dar visibilidad al trabajo de las mujeres rurales en los procesos productivos, desde una concepción que reconoce la heterogeneidad de mujeres contempladas dentro del concepto de “Mujeres Rurales”.
“Esta marca es un hito dentro de un largo proceso de trabajo”, dijo el director de Desarrollo Rural, José Olascuaga. Señaló que el aporte de las mujeres rurales siempre existió, pero que “la diferencia es que hoy estamos haciendo un esfuerzo muy grande por visibilizarlo, reconocerlo y darle valor”. Mencionó que se necesitaba una generación de políticas afirmativas que apuntaran a generar la autonomía económica de las mujeres y que en ese largo proceso de trabajo surgió, en el ámbito de la REAF, la iniciativa de la construcción de una marca comercial de las mujeres rurales. Señaló que atrás de la marca también hay una fuerte articulación interinstitucional y un proceso de trabajo basado en el diálogo con las organizaciones sociales. “Ahora la marca tiene que imponerse y funcionar”, expresó.
La representante de IICA, Alejandra Sarquis, señaló que “esto no es un trabajo de un día, ni de una sola persona” y ofreció a las mujeres que cuenten con el IICA para lo que se viene, “porque esto es muy valioso, es un precedente y un hito”, indicó.
Este sistema de comercialización será otorgado y validado por el MGAP
“Hoy es un día de festejo para todas nosotras, las mujeres rurales”, dijo Angélica Bianchi, integrante de la comisión Facilitación de Comercio de la REAF. “Lograr el sello nos va a ayudar a visualizarnos”, “el sello es algo que nos va a unir, nos va a dar visibilidad, autonomía económica y valor agregado”, dijo. Habló del esfuerzo y sacrificio de las mujeres rurales, de sus largas horas de trabajo diario y dijo que “este sello viene como un premio por todo el esfuerzo que hacemos en el campo, agregando valor a nuestros productos”.