“Se hace necesario un esfuerzo extra para que Uruguay logre duplicar la producción ganadera y por consiguiente la producción cárnica, en los próximos 10 años. Ello es posible”, según la visión del Prof. en Economía Ignacio Munyo. El nuevo director de CERES (Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social) y docente en el IEMM, sostuvo en su presentación, en el cierre de la Conferencia Virtual “La Cadena Cárnica en la Nueva Normalidad”, organizada por CharrúaTV y la productora Zas Media, que “hay limitantes productivas, por falta de incentivos. El 50% del área ganadera del país hace el ciclo completo, cuando no tiene las condiciones ideales para hacerlo”.
Para iniciar su exposición, el Economista realizó una retrospectiva y una mirada al futuro acerca de la cadena de valor más importante del Uruguay, poniendo énfasis en la tradición productiva nacional, al indicar que “la carne ha sido históricamente, es hoy y será siempre uno de los principales productos de exportación del país. Es natural que así sea porque tenemos condiciones naturales e inversiones hechas a lo largo del tiempo que favorecen el ciclo ganadero.”
Y arriesgó luego
una opinión sobre un tema muy controversial y discutido a lo largo del tiempo:
“Si Uruguay se propusiera duplicar las exportaciones totales de carne en diez
años, el país tendría que hacer un esfuerzo extra”.
Para el director de CERES, “lo primero que hay que tener claro es donde estamos
parados. La economía del país no crece desde fines de 2014. La inversión tanto
local como extranjera se reducen desde 2015, porque la suba de costos e
ineficiencias se han llevado toda la rentabilidad.”
Destacó luego que
“más allá de las obras asociadas a la nueva planta de celulosa, no es fácil
encontrar un sector que pueda empujar a la economía uruguaya a retomar las
tasas de crecimiento que necesitamos para poder pagar la deuda pública
comprometida y sostener el nivel de vida al que nos habíamos acostumbrado”; la
carne es uno de los sectores “que puede empujar más”.
Uruguay tiene
ventajas comparativas naturales para expansión en el Turismo y en Agro
Munyo, analizó después, que “por el lado del Turismo, la irrupción de coronavirus
ha cambiado radicalmente las perspectivas del sector. Es muy difícil imaginarlo
como un gran motor de crecimiento por lo menos en el corto y mediano plazo. “Por el lado del Agro sí hay esperanzas”,
pero en el análisis de Munyo “no todos
los sectores tienen el mismo potencial”.
En esa línea; no dejó de lado una mirada a otros rubros. “Para la soja, otro de los grandes rubros de exportación del país, está cerca del techo de posibilidades de producción, dado los precios actuales. Naturalmente que con precios excepcionales como los que se conocieron entre 2011 y 2014 la historia es otra. El arroz anda muy bien, pero no tiene potencial de gran crecimiento, (ya que está en los primeros lugares del Mundo en materia de productividad). El sector lácteo sí que tiene mucho potencial para crecer, aunque hoy es un sector cuatro veces menor que el de la carne…
“Se puede duplicar la producción en los próximos 10 años, ajustando manejos y carga tributaria”
La Cadena Cárnica y acuerdos comerciales, en perspectiva
Uruguay exporta anualmente alrededor de 2.000 millones de Dólares de carne (4% del PBI) con una producción total que en volúmenes se mantiene estable desde el 2006. La mitad de la carne uruguaya exportada tiene como destino a China, un 20% va a Estados Unidos, un 15% a Europa, y el resto se reparte entre varios destinos entre los que se destacan Israel y Rusia.
Reconoció Munyo, que “Las perspectivas de consumo de carne en China son de un crecimiento tendencial sostenido. Los aranceles que pagan la carne uruguaya para ingresar a China es 12%. “Eso es lo primero que hay que tratar de bajar” y de inmediato opinó que no nos podemos dar el lujo de pagarle todos los años a los chinos millones de Dólares por no tener un acuerdo de libre comercio. También habrá que buscar la forma de dejar de pagarle aranceles a Estados Unidos.”
Con respeto a la Unión Europea, dijo que “el horizonte es largo, si se confirma el acuerdo con el Mercosur, recién a los cinco años de ratificado; la carne podrá entrar a Europa sin pagar impuestos.”
“La clave está en el engorde, pero también en la recría” para aumentar las exportaciones
El catedrático ahondó su análisis y enfatizó que “sólo con el logro de acuerdos
comerciales y la baja de aranceles no alcanza. Para poder duplicar las
exportaciones de carne, muchos productores tendrían que modernizar el modelo de
negocios”.
Munyo incursionó también en temas técnicos del proceso productivo: “El ciclo
ganadero incluye la cría, la recría y el engorde. En la recría y el engorde las
reducciones de los tiempos necesarios para alcanzar los 500 kilos se pueden abatir
con inversión”, sostuvo.
Expresó a continuación que “casi el 50% del área ganadera del país, hace el ciclo completo, cuando no tiene las condiciones ideales para hacerlo. Hay muchos establecimientos ganaderos que terminan el ciclo completo de novillos en cuatro o más años, cuando en condiciones diferentes el ciclo podría durar la mitad. La clave está en el engorde, pero también en la recría, en ambos casos el “feedlot” puede jugar un papel relevante. Esto implica invertir”.
Clave: “Mantenimiento de la exportación en pie y reducir carga tributaria”
Munyo también hizo referencia a un tema considerado central desde la Ganadería y sostuvo que se tienen que dar las condiciones necesarias para esta inversión, que implica arriesgar muchos recursos. “Para ello, por ejemplo, es necesario asegurarles a los productores la permanencia de la válvula de escape de la exportación de ganado en pie, para minimizar el riesgo de quedar muy mal parados en la negociación con el resto de los jugadores de la cadena a la hora de ver los frutos de su inversión en un precio final de venta del producto”.
El Economista apuntó que “también habrá que considerar cambios tributarios para fomentar esta inversión. El corte arbitrario entre el pago de IRAE ficto e IRAE real (lo que en los hechos implica triplicar la carga tributaria cuando la facturación anual supera los 500 mil dólares) podría ser elevado, justamente, para que se incentive a que se realicen las inversiones necesarias para aumentar la producción”.
“En la recría y en el engorde las reducciones de los tiempos necesarios para alcanzar los 500 kilos se pueden abatir con inversión”
“Sería un crimen” dejar de atender al sector que puede sacar adelante al país
Al cerrar su exposición Munyo planteó que “habrá que estudiar y explorar todas las alternativas de promoción que sean necesarias. Habrá que entender a fondo donde están los cuellos de botella o las barreras que impiden al país proponerse como objetivo cumplible, duplicar las exportaciones de carne en la próxima década.
No se puede dejar de atender ni entender que este es un sector históricamente crítico y que lo será para el país. No atender esas deficiencias y superarlas sería un crimen, un grave error, que no podríamos cometer. No se puede dejar de hacer, (el esfuerzo) cuando la carne es claramente uno de los sectores que puede empujar más, para sacar al país del estancamiento productivo que arrastrara desde 2015”, enfatizó.
INAC se prepara para nuevas exigencias en el consumo mundial de carnes
Uruguay debe prepararse para una Nueva Normalidad, también en la adquisición de carnes, por parte del consumidor final, en los países importadores de nuestros productos.
El Gerente de Marketing de INAC, Lautaro Pérez, analizó esta y otras situaciones en el marco de la conferencia “La Cadena Cárnica en la Nueva Normalidad”.
Para Pérez, la promoción de los productos cárnicos uruguayos, deberá incorporar nuevas modalidades que atiendan los requerimientos del consumidor final.
Entiende que “es evidente que tras la pandemia, en Europa, Asia y otros países “se producirá una aceleración de toda la economía “Contact-Free”: automatización, E-commerce, teletodo, inteligencia artificial, sistemas totales e integrados de rastreabilidad/ trazabilidad, identidad preservada, etc.
“Uruguay ya ha dado pasos en ese sentido, como la posibilidad de ir hacia atrás en la información de nuestros productos, a través de la trazabilidad total de la cadena. Pero también habrá que superar otra situación, es evidente que, tras la pandemia, se ha generado una mayor preferencia por lo local, habrá proteccionismos agudizados y eso probablemente altere las negociaciones en curso” indicó el funcionario.
Todos estos nuevos actores y modalidades, “formarán parte de la Nueva Normalidad y de los desafíos que tendrán nuestros productos para seguir insertos en los mercados ya conocidos y en la conquista de otros”.
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