Este año República Microfinanzas desarrolló una fuerte tarea en relación a la emergencia agropecuaria por sequía declarada por el gobierno poco después de asumir, en una tarea coordinada con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Hace diez años nacía República Microfinanzas Sociedad Anónima, conocida como RMSA o simplemente Microfinanzas, una Sociedad Anónima con el cien por ciento de sus acciones del Banco de la República. “Es una administradora de créditos y como tal regulada por el Banco Central”, dijo su gerente comercial, Cra. Rosana Fernández a La Mañana.
“La empresa nació por iniciativa del BROU luego de un proceso de análisis y considerando que las empresas más chiquitas como vendedores ambulantes, feriantes, comercios familiares, microempresas en general, por múltiples razones, tenían dificultades para acceder al crédito bancario tradicional”, explicó.
En Uruguay la figura del micro y pequeño empresario “es la de aquel que realiza todos los roles, y por eso hacer un trámite bancario implica cerrar el comercio por el tiempo que dure ese trámite, lo que es un perjuicio. Entonces se entendió que los bancos tenían ofertas pero estas personas no las concretaban” accediendo sí a “créditos no productivos sino al consumo con tasas carísimas. No tenían un financiamiento adecuado para una empresa”, resumió, y añadió que esos fueron los motivos para que Microfinanzas comenzara “a trabajar con una metodología al estilo (del profesor Muhammad) Yunus, pero de Latinoamérica”.
Precisamente “en Latinoamérica hay diversas experiencias exitosas de entidades que surgen, generalmente a través de ONGs que luego se transforman en bancos o a través de bancos del estado como en Chile, que genera una unidad o una empresa que se especialice en este segmento que se entiende que no cumple con las reglas de evaluación de crédito tradicional”, apuntó la Cra. Fernández.
“En 10 años llevamos más de 25.000 empresas atendidas en forma directa y esta experiencia de trabajar coordinadamente con políticas públicas muestra que en pocos meses se puede atender mucha gente”
“Otra de las características” del perfil de los emprendimientos de los que se ocupa Microfinanzas es que “la economía empresarial no está separada de la familiar, y de la misma billetera sale el dinero para pagar a un proveedor como para los gastos de la casa”. Son “complejidades que se salvan con un método de trabajo distinto que se conoce como metodología de microfinanzas que consiste en entrenar a personas para que reuniéndose con el microempresario, puedan reunir y armar la información necesaria para determinar su capacidad de pago, para determinar si tiene o no capacidad de pago del préstamo que está solicitando, o cuánto sería el monto que puede asumir de crédito”, describió.
Microfinanzas nació con un enfoque urbano, pero se ha incrementado la atención rural en coordinación con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
La gerente comercial dijo que la emergencia agropecuaria y la aparición del COVID “nos llevó a un desempeño muy alto”, y “entre abril y setiembre se atendieron más de 4.500 empresas, la mayoría de ellas microempresas”, y “en plata van a ser más de 900 millones de pesos”, preciso.
“Nuestro foco son los más chicos”
Es importante determinar qué es una empresa pequeña porque muchas veces hablamos de Mipymes (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas), pero eso es muy abarcativo. A través del decreto 540 del 2007 “se definen las categorías de empresas en base a dos variables que son el volumen de ventas al año y la cantidad de empleados”.
Una microempresa puede tener hasta 4 personas empleadas y un total de ventas anuales que no supere los 2 millones de Unidades Indexadas (UI), unos 10 millones de pesos. La empresa pequeña tiene hasta 19 empleados y hasta 10 millones UI en ventas; y mediana es entre 20 y 99 empleados y 75 millones de UI.
Este año, entre la pandemia y la emergencia agropecuaria se van a superar las 4.500 empresas atendidas, y en dinero serán más de 900 millones de pesos.
En Uruguay “hay muchos programas que hablan de Mipymes, pero eso abarca mucho y realidades muy distintas: no es lo mismo una empresa mediana que tiene 30 empleados y la del quiosquero que trabaja solo”, precisó.
“Nuestro foco son los más chicos porque para los grandes está el banco”, añadió, y para llegar y atender a los más chicos “hacemos un análisis de riesgo de acuerdo a lo que la persona tiene, vemos de qué información disponible, se chequean referencias, se analiza el stock que tiene para determinar más o menos cuál es el volumen de negocio, y se gradúa el crédito para lo pueda pagar”.
Consultada sobre la forma en que evalúan la viabilidad de un negocio nuevo, la Cra. Fernández aclaró que el área de trabajo es con los que ya están “en marcha” y que el financiamiento a emprendedores es de otro tipo. “Para ellos hay programas adecuados, nosotros tratamos de ver que la persona o familia que lleva adelante el negocio ya tenga experiencia de mercado aún en la informalidad, pero que sepa dónde compra, cómo procesa, dónde vende y que eso funciona. Evaluamos eso y potenciamos ese negocio”.
La experiencia con el agro se remonta a 2011
Este año Microfinanzas desarrolló una fuerte tarea en relación a la emergencia agropecuaria por sequía declarada por el gobierno poco después de asumir, en una tarea coordinada con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
La experiencia con el sector rural se remonta a 2011 en un trabajo de asistencia a lecheros “por un tema de emergencia”, lo que “también implicó un acuerdo con Ganadería y las industrias lácteas”.
En enero de 2013 hubo “un evento de granizo que tiró toda la fruta de la zona de Canelones y San José, meses después el fenómeno se repitió en el norte”, recordó.
En todos esos caso, el personal de Microfinanzas “articula con la política pública y acuerda con el MGAP con lo cual se mejoran las condiciones de financiamiento porque el Ministerio hace un aporte técnico, por ejemplo sobre cuánto se le puede dar a tal tipo de producción”. Es el Ministerio con sus técnicos el que decide “tanta plata por metro cuadrado de invernáculo, o tanto por hectárea porque para nosotros sería imposible tener expertos sobre todas las producciones”.
“En marzo de 2020 empezamos a trabajar con el MGAP inmediatamente se declaró la Emergencia agropecuaria en base a dos líneas: la primera para atender necesidades de alimentación de ganado de pequeños productores ganaderos y lecheros, y la segunda con varias opciones de financiamiento para la granja. El trabajo con el Ministerio comenzó en marzo y en mayo-junio ya se habían concretado los créditos ganaderos y lecheros; después continuamos con la granja”, explico
El salto cuantitativo
Consultada sobre el futuro de las microfinanzas en Uruguay, la gerente comercial dijo que “la expectativa es seguir trabajando fuerte”.
“En 10 años llevamos más de 25.000 empresas atendidas en forma directa y esta experiencia de trabajar coordinadamente con políticas públicas muestra que en pocos meses se puede atender mucha gente. Somos muy optimistas del rol que la empresa tiene para cumplir en la reactivación de la economía después del COVID y estamos convencidos de que en los próximos 5 años vamos a dar un salto cuantitativo de llegada a todo el país y a los productores más pequeños”, concluyó.
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