El incendio más importante de la historia del país dejó varias lecciones, entre otras, que los gobiernos departamentales deben agregar esta materia a sus agendas tradicionales. Lafluf en entrevista con La Mañana destacó la generosidad de los bomberos que arriesgaron su vida realizando la tarea, al igual que la solidaridad de la sociedad de su departamento. Junto al intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, y las autoridades de bomberos estudiarán, mapa en mano, las formas de evitar otro episodio catastrófico como el de días atrás.
Con el pasar de las horas y la claridad que permite la distancia, el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, accedió a charlar con La Mañana sobre el mayor incendio que ha visto el país, sus consecuencias y todo el trabajo que hay que poner desde todos los ángulos de la sociedad para evitar otro incidente de tales dimensiones.
El incendio ocurrido en los departamentos de Río Negro y Paysandú no deja espacio a nuevas equivocaciones y si algo dejó como conclusión es que “nos dimos cuenta cada una de las áreas que teníamos que hacer mejor las cosas”, dijo Lafluf. En la mira está rever todas las situaciones y generar una participación más directa de los gobiernos departamentales, junto a otros organismos y al gobierno nacional, todo acompañado de un estudio serio que les permita acceder a recursos de cooperaciones internacionales que mejoren los equipamientos para atender situaciones adversas.
Para que no vuelva a suceder más
La prevención de incendios forestales debe pasar a ser una política más que debe desplegarse en estos departamentos en coordinación con el Poder Ejecutivo. El jerarca entiende que en la misma medida que “se trabaja en políticas sociales con Mides, con las policlínicas de ASSE o en caminería departamental con el Ministerio de Trasporte”, el control de incendios “que no estaba en nuestra agenda, ahora hay que ponerlo”.
Lafluf entiende que hay mucho por hacer para evitar desastres como los sucedidos en los últimos días de 2021 y los primeros del nuevo año en su departamento. Las empresas forestales cuentan con certificaciones internacionales, pero de todas formas hay que cuidar aspectos que tienen que ver con las rutas de evacuación, la disponibilidad de mucha agua y que los corta fuegos sean anchos y estén limpios para que no sean otra fuente combustible.
Con este marco de referencia, la próxima semana mantendrá reuniones con el intendente de Paysandú Nicolás Olivera y jerarcas de bomberos, donde con mapa en mano de ambos departamentos, estudiarán la situación del territorio y “ver qué podemos hacer para que no nos pase más”.
La Intendencia de Río Negro y los municipios de Nuevo Berlín y San Javier evalúan costos para la adquisición de un camión cisterna de importantes dimensiones que les suministre un riego fuerte y a distancia y les sirva para atender situaciones de incendios forestales en los primeros momentos. Se trataría de una inversión que también puede ser empleada en las obras habituales que desempeña el gobierno departamental en el territorio.
Evitar forestar cerca de centros poblados
Si bien el paisaje de montes forestales y los riesgos que ello conllevaba no era desconocido, este incendió rompió con una tradición de varios años, donde el mayor porcentaje de los recursos de bomberos estaban destinados al este del país donde se registraban los mayores incendios en verano. Y eso cambió porque “nosotros tuvimos el incendio más grande de la historia del país con poblaciones metidas casi adentro del fuego”, lo que obliga a repensar la participación de bomberos en los espacios forestados.
Lejos de encontrarse en una posición contraria a este sistema de producción, el intendente de Río Negro entiende que “tenemos que mejorar mucha cosa”. Una de estas cuestiones tiene que ver con la distancia que debería haber entre los montes y los centros poblados. Desde que se iniciaron los incendios, han sido permanentes las denuncias de los vecinos por estas situaciones. Ya en 2005 Lafluf debió enfrentar una situación de estas características cuando intercedió en una plantación de árboles que se estaba haciendo cerca de una vivienda de Mevir. Si bien la ley forestal de 1986 no especifica las distancias entre la forestación y los pueblos, el jerarca sostiene que habría que darle paso al sentido común ante esta eventualidad.
La mayor área quemada pertenece a las empresas que actualmente industrializan la madera de eucaliptus transformándola en pasta de celulosa. El resto pertenece a empresas menores y pequeños productores.
BROU mano a mano con los vecinos
“Usted déme su número y su nombre que yo lo voy a llamar porque hay soluciones que tienen que ser a medida”, fue una de las conversaciones directas entre integrantes del Directorio del Banco República y uno de los productores perjudicados. Esto “me encantó”, le dijo Lafluf a La Mañana, subrayando la importancia del apoyo y acompañamiento que tuvieron en todo momento desde el gobierno nacional con la presencia del presidente Lacalle Pou, los ministros y los organismos nacionales en el lugar.
El primer reconocimiento fue para el trabajo que desplegaron los bomberos durante esos días. En este sentido reflexionó que “solamente alguien que nunca haya estado cerca de un bombero como me tocó a mí ahora puede no llegar a valorar el trabajo generoso, porque arriesgan todo”.
Destacó además la participación que tuvo la sociedad civil en las tareas de apagado del fuego, sobre todo en los lugares cercanos a los centros poblados y la solidaridad cuando había que ayudar al vecino que estaba en apuros y en cinco horas llenaron el Centro Comunal de Algorta con agua, hielo, víveres, frutas y verduras.
Segundo departamento más forestado
Río Negro es el segundo departamento más forestado del país con 132 mil hectáreas, donde un gran porcentaje fue plantados en su momento por la empresa Ence y está listo para ser cortado. La gran mayoría de la producción se encuentra en manos de las empresas industrializadoras, pero también existen otros inversores que se han volcado a esta rama económica. Lafluf defiende este destino de la forestación porque “me aburrí de ver salir troncos en el puerto de Fray Bentos sin agregarle un peso de valor”. No obstante, dejó claro que hay situaciones que están mal y “hay que corregirlas”.
Lejos de creer que la forestación es la causante principal del cierre de producciones tradicionales como el caso de los tambos, el jerarca sostiene que pequeños productores destinan 20 o 30 hectáreas en sus peores campos a la forestación como forma de crearse un seguro para el futuro.
Un aserradero en la mira
Lafluf contó que una de las mayores preocupaciones en torno a la producción de madera se centra en la reactivación de un aserradero ubicado en pueblo Algorta cercano a la producción de pinos perteneciente a la Caja Notarial. En su momento fue fuente laboral para sesenta operarios, aunque dependiendo del objetivo productivo, tal vez puedan ser más los trabajadores que se necesiten.
“Hace muchos años que estoy tratando de reflotarlo”, señaló el jerarca, y cada vez que puede lleva algún inversor que llega al departamento para ver qué posibilidades hay de darle nueva vida. Existe la posibilidad de generar un polo de desarrollo con el Ministerio de Vivienda y UTU porque “es increíble que en Uruguay no se construya más casas de madera” con la materia prima existente.
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