El Instituto Nacional de Colonización no debe olvidar el rol social que cumple, ya sea en lo productivo, pero también dando la posibilidad a miles de familia de permanecer en el medio rural, conservando tradiciones y la cultura del país.
Con 62 años Carlos Pintos ha pasado toda su vida vinculada al campo y desde hace 8 años es colono dedicado a la ganadería con un predio del que es arrendatario en la colonia Isabel Pintos en el departamento de Tacuarembó, a unos 60 kilómetros de la capital departamental.
“Lo único que sé hacer es trabajar en el campo, no tengo otra actividad”, dijo a La Mañana. Dicho así, parece poca cosa y algún distraído podría pensar de esa manera, pero en realidad es parte de la principal actividad económica del país, la agropecuaria. “Mis padres arrendaban un campo particular, y allí fue donde me crie”, agregó.
Consultado sobre la Mesa Nacional de Colonos, dijo que surgieron algunas dificultades que hicieron que como institución dejara de funcionar, pero él como directivo recibe permanentemente inquietudes de colonos de todo el país. “Todo eso yo lo he transmitido y he tratado de discutirlo con el directorio que ahora deja el instituto, fundamentalmente con el expresidente Julio Cardoso y los directores Rodrigo Herrero y Andrés Berterreche, con quienes hablo el mismo idioma”.
No así con Walter Rodríguez, porque “no puedo discutir con quien salió de atrás del escritorio de una farmacia y no sabe qué es una vaca”, cuestionó, “pero a veces la política es así; hay gente con la que no se puede hablar porque no tiene el conocimiento” de las cosas.
Agregó que los dirigentes visibles de la Mesa de Colonos y que lideraban la institución tuvieron problemas no pudiendo continuar con la actividad de representación. “Hubo una desarticulación y eso llevó a que un montón de compañeros descreyeran del diálogo como herramienta. Yo en cambio he tratado de mantener ese diálogo, pero en soledad y estas cosas no funcionan así, debe haber una organización. La Mesa de Colonos tiene personería jurídica y lo importante es recomponer y sanar esa desilusión que tuvieron los colonos” con el Instituto Nacional de Colonización (INC). “Se fueron desilusionando de la institución”, corresponde que se recupere la credibilidad.
Planteos constructivos
Una de las características de los colonos, además de su lado productivo, es la movilización y planteos permanentes sobre temas vinculados a Colonización. “Se trata de hacer críticas constructivas, nunca destructivas, porque nadie apoya y defiende la institución de Colonización como los colonos, pero parece que eso molesta”, sin embargo “en algunas regionales hay cosas que rayan el delito, y como los directores son muy montevideanos se tragan lo que informan las regionales”.
Esas regionales usan lo que Pintos denominó “informe traidor”, y explicó que son documentos sobre colonos a los que estos no tienen acceso. “Nosotros solicitamos que sean por triplicado” para que el colono tome conocimiento de la situación, “pero actualmente cuando un regional hace un informe lo manda directamente a Montevideo”. Ese documento es tomado por los directores, “te hacen un expediente”, y el colono debe “salir a correr la liebre de atrás”, incluso “muchas veces no se condice con la veracidad de los hechos, y cuando uno quiere acordar tenés un desalojo en puerta, y de ahí viene el nombre ‘informe traidor’”.
Si un jefe de una regional está informando algo, debe darle una copia al colono afectado para poder defenderse y explicar lo que corresponda, reclamó, pero no se hace. Por todas estas cosas, reimpulsar la Mesa de Colonos “es una necesidad”.
Para hacerlo hay que “llamar a una asamblea nacional a realizarse en un punto que quede bien a todos y nombrar una nueva directiva para tener una voz que pese, porque de a uno y en soledad todo cuesta más”.
Pintos también planteó como necesidad que haya mejor manejo de los dineros porque se hace mal uso: “Colonización maneja unas 600.000 hectáreas, y hay 200.000 que son de propiedad. ¿Qué necesidad hay de que en esas hectáreas que fueron compradas impliquen tiempo, dinero y empleados” de Colonización? Esos productores “son dueños, pero se forma una institucionalidad para agregar gente. En Tacuarembó hay ocho funcionarios que se miran unos a otros y eso lleva a un presupuesto inmenso”, agravado por el aumento de sueldos de los directores en el gobierno anterior, que llegó a $ 260.000. Todo eso “es pagado por el que se hace cargo de la renta”.
Desconfiar de las regionales
Consultado sobre Eduardo Viera, próximo presidente de Colonización, Pintos dijo no conocerlo personalmente, pero que tiene buenas referencias de él, que es un productor lechero y además colono. “Eso nos enorgullece y es alguien que va a entender más nuestra problemática”, consideró.
Si tuviera la posibilidad de hablar directamente con Viera –solicitarle una entrevista es un pendiente– “el primer planteo que realizaré es que aprenda a desconfiar de las regionales, que no confíe como hicieron los directores anteriores, por las razones que recién expliqué. Hay regionales que tienen mala intención y persiguen a los colonos innecesariamente, especialmente a los colonos chicos; las personas que actúan así tienen que ser sancionadas”, remarcó.
En este punto, subrayó que tampoco es cosa de defender colonos que han actuado mal: “Yo no los defiendo”, es importante que la sociedad entienda que “no somos vividores ni mantenidos; nosotros producimos materia prima que genera divisas para el país, estamos afincados en el territorio, mantenemos la cultura y pagamos una renta que no es barata”.
Lo que “queremos, es un directorio que no se descanse en las regionales, que recorra las colonias, que conozca lo que está pasando. Yo estoy convencido de que parte de las regionales son las que han prostituido la institución”, sostuvo, pero aclaró que “no hace una generalización porque hay gente que trabaja muy bien”.
Controlar el presupuesto de Colonización
El segundo punto que trasladaría a Viera y que también ya fue mencionado por el entrevistado, es que haya una “baja del presupuesto de Colonización”.
Hay colonos “con los que estamos en contacto permanente a través de WhatsApp y que me han llegado a decir que si esto no cambia prefieren arrendar un campo a particulares y dejar de ser colonos. Eso es algo que lo dice gente que lleva muchos años en Colonización”.
“Se debe ordenar la casa, y eso no pasa por adquirir más hectáreas. Antes de comprar una sola hectárea hay que ordenar la casa” –insistió–, porque cuando “se hace un llamado de cien hectáreas se presentan 60 personas” que necesitan imperiosamente tierra para poder trabajar.
Por otro lado “no es necesario que alguien siendo colono tenga más de 1500 hectáreas junto a otros negocios”, porque con eso lo que se hace es “quitarles a otros la posibilidad de desarrollarse” y poder crecer con sus familias.
“Cuando digo ordenar la casa es cumplir con la ley y que la tierra esté en manos de quien debe estar para que la trabajen y produzcan, esto lo digo en renta, no es lo mismo para los que ya compraron y pagaron, en ese caso el campo es de ellos y hay que dejarlos producir”, explicó.
Pintos cuestionó fuertemente la falta de cercanía del directorio con los colonos. Recordó que cuando el país atravesó la peor sequía en muchos años, no fueron visitados por los directores del INC. Correspondía que por lo menos se hicieran presentes “para dar un estímulo psicológico, preguntar si precisaban algo, pero nunca pasó”, lamentó.
Pago de la renta
Sobre la renta, Pintos explicó que “no todos pagan lo mismo” y hay casos en que la hectárea se paga más que el campo particular. “En el mercado las rentas bajaron y con entrega de los campos de Conexión Ganadera van a bajar más, porque eso infló los precios de la renta y Colonización acompañó, pero ahora tiene que bajar, porque un campo excelente invernador se arrienda a U$S 70, no se puede cobrar eso al colono”.
“Se están olvidando del fin social de Colonización y eso se debe corregir”, porque hoy “es más económico y menos burocrático arrendar a un particular que al Instituto que pide dos años de garantía, en depósito o en prenda, es un pago adelantado cuando ningún campo particular pide eso”. Pero como el colono no tiene dinero para hacer un depósito tan importante, “la mayoría hace prenda de semoviente”.
El dólar es otro tema de preocupación: “Se está debilitando”, apuntó, a pesar de que en un momento pareció fortalecerse. “El gobierno pasado el dólar llegó hasta los $ 36, ahora quiso subir, pero está bajando de nuevo. Cobramos nuestros productos en dólares y pagamos la renta en peso”.
Asume el nuevo presidente del INC
Eduardo Viera asumió como presidente del Instituto Nacional de Colonización el pasado miércoles 2 de abril en la casa central de la institución, ubicada en Cerrito 488; en la misma ceremonia asumió el director en representación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Milton Perdomo. El evento contó con la presencia del subsecretario Matías Carámbula y otras autoridades del ámbito agropecuario.