El presidente del SUL, Miguel Sanguinetti, se refirió a los desafíos que enfrenta el ovino y expresó su convencimiento de que Uruguay tiene “potencial” para crecer en su producción
Atender el tema de la bichera es un objetivo que el Secretariado Uruguayo de la Lana tiene en mente. El presidente del SUL, Miguel Sanguinetti, dijo que es necesario concretar acciones al respecto porque su solución “puede ser un antes y un después para el rubro ovino, para el vacuno y para todas las producciones animales que se pueden desarrollar en Uruguay”.
“El combate a la mosca de la bichera es uno de los temas vertebrales”, subrayó en declaraciones a TodoElCampo, y anunció que “en estos días habrá una reunión con el grupo de trabajo” para “empezar a diseñar el proyecto en sí, que vamos a presentar para logar la financiación” que es un tema que ya “está hablado”.
“Lo que falta es el proyecto final para decir ‘vamos a empezar tal año, vamos a hacer tal cosa, se precisa tal plata el primer año, el segundo, el tercero”, un monto “que más o menos se tiene estipulado”, igual que “de dónde se va a sacar la financiación”.
En los momentos actuales “no es fácil” conseguir financiación, “pero ha habido voluntades de varios organismos de financiar” un programa contra la bichera “porque ven a Uruguay como el lugar adecuado para empezar” a trabajar el tema y “después continuar en la región y el continente”, expresó Sanguinetti.
De acuerdo a los estudios realizados, “el costo de la bichera por año es de 28 millones de dólares en mano de obra. ¿Cuánto nos ahorraríamos si pudiéramos utilizar esa misma cantidad de mano de obra en otras cosas? No para sacar mano de obra sino invertirlos con gente trabajando en otras cosas de mayor productividad”, dijo.
Inseguridad y depredadores
Pero para que el ovino crezca “hay varios factores” que se tienen solucionar, “sin duda” que los temas de la bichera y la inseguridad son fundamentales.
El presidente del SUL lamento que cuando se debería estar hablando de producción, es necesario seguir hablando del problema de los perros y la tenencia responsable. Hay mucha gente que “apuesta a producir más, producir en predios pequeños con alta dotación de ovinos, y tantas cosas que se están haciendo”, pero en Uruguay seguimos con los problemas de los perros y la inseguridad.
Respecto al permanente abigeato, el productor y gremialista dijo que “uno no puede andar correteando gente todo el día y acostándose de noche pensando que se puede levantar al otro día y encontrar un desastre porque le robaron, o entraron perros” al establecimiento.
Es importante que se trabaje en esos lugares “en que haya problemas de robos, perros o lo que fuera”. En ese sentido “estamos creando una plataforma” con esa información “para conocimiento de los productores y para que las autoridades puedan tomar las medidas que correspondan”, adelantó al citado portal.
“Hemos visto que al lado de los basureros de las ciudades o los pueblos del interior, también hay problemas con los perros abandonados. Hace un año que sabemos de eso y no se ha tomado ninguna medida. Cambió el gobierno y está el problema de la pandemia, pero ha llegado el momento” de tomar medidas. “Creo que está llegando el momento de apretar el pedal a fondo”, enfatizó.
Celebró que en el combate a la inseguridad el Ministerio del Interior “va tener una División dedicada solo al abigeato. Creo que todo lo posible se está haciendo. Pero hay que meter el hombro y trabajar mucho” en esos lugares donde continúa habiendo problemas, comentó.
Forestación y los cambios en la ganadería
Sanguinetti recordó que en 1966 cuando se creó el SUL, en al país había 8 millones de ovinos que posteriormente aumentaron a unos 28 millones, y actualmente hay 6,4 millones.
“En los últimos 25 años” la ganadería “cambió muchísimo, yo diría que desde la llegada de la forestación que ocupó campos ovejeros, pero no solo por el área que ocupó sino también por la influencia en la zona desde el punto de vista de predadores e inseguridad, eso ha sido negativo para el ovino”, y es un dato real, apuntó.
Uruguay tiene “potencial” para crecer en la producción ovina, pero “no hemos dado con la tecla”, además de que hay varios “factores” adversos: la bichera, el abigeato, los predadores, la forestación y “el tema de la mano de obra que muchas veces cuando hay que trabajar con ovejas salen corriendo”. Pero incluso para esto último “hay soluciones de tecnologías y aparatos nuevos que han aparecido”, concluyó.