Hay varias estrategias que los neozelandeses aplican en Fonterra y que se podrían aplicar en Uruguay adaptadas a nuestra realidad, pero “a nivel político no se animan a profundizar”, dijo el Ing. Trajtenberg este sábado en el programa radial La voz de La Mañana.
En declaraciones al programa, el Ing. Agr. y MsC en Agronegocios, Guillermo Trajtenberg, dijo que el lechero es un rubro que aporta mucho a la economía y que tiene margen para crecer, pero a pesar de los buenos precios internacionales las cuencas no crecen, las industrias tienen problemas y se siguen perdiendo pequeños productores.
“El sector lácteo es un rubro muy importante para nuestro país” como “lo demostró el informe de Ceres” (Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social) difundido en noviembre del año pasado en un evento organizado por la Sociedad de Productores de Leche Florida. Allí se demostró que “es el que más derrama en la economía”.
“Es un sector complejo y muy golpeado, pero no de forma uniforme, y a pesar de los precios de los commodities, la contracara es que en la lechería vemos muchos problemas”, por ejemplo por la falta de cuencas: “A pesar de los precios y los resultados que han sido muy buenos, las cuencas se van achicando y se siguen perdiendo productores, sobre todo los más chicos”.
A su vez “las plantas a, excepción de Conaprole, están teniendo problemas” para llegar a los precios del productor remitente.
“Conaprole exporta el 70% de sus productos como leche en polvo en el exterior, y ese es un negocio que en este momento está muy bien”, pero “se contrarresta con las pequeñas industrias que atienden el mercado interno” y se genera “un desajuste: no todos pueden aprovechar los precios de la misma forma y eso derivó en un problema grande que es la concentración que tiene el sector lácteo”, explicó.
La experiencia de Nueva Zelanda
Sin embargo, no todo es negativo, porque si bien “existe la dificultad” por la “concentración grande que genera, también tiene ventajas” y “si Conaprole no existiera habría que inventarla porque logró un salto de calidad enorme, se transformó en un exportador nato”.
¿Qué es lo ha hecho el mundo? Tenemos la experiencia de Nueva Zelanda que se fundó en octubre de 2001 con las principales cooperativas para competir en el exterior. “La diferencia es que los neozelandeses lo lograron con un paquete regulatorio: el 96% del mercado fue a Fonterra con la imposición de algunas reglas de juego que no conocemos acá, pero nos preguntamos si algunas de ellas no se podrían aplicar en Uruguay”, planteó Trajtenberg
“Conaprole es un Fonterra que se creó orgánicamente, hace unos años dio un salto de calidad y se transformó en una empresa agroexportadora, pero también tiene muchos problemas: el capital humano y la rigidez laboral afecta muy fuerte”, y mencionó “dos ejemplos” recientes, las manifestaciones en la inauguración de la planta de Villa Rodríguez que era “un día para festejar”, y el “cambio de horario” de la semana pasada que derivó en el paro de algunas plantas. “Esos convenios salariales que tiene la industria termina afectando y afecta a los más chicos”.
La “gran diferencia” de Fonterra es que “se creó mucho más orgánicamente, la deseñaron más a medida, armaron esa gran cooperativa y le exigieron que tenga que ceder parte de su leche a las pequeñas industrias, (para que éstas) ante un monopolio declarado pudieran acceder a la materia prima”. Si Uruguay pudiera trasladar eso “sería una muy buena noticia para algunas de las empresas” locales.
Otra de las diferencias mencionadas es “la entada y salida de los productores. Nueva Zelanda resolvió, para proteger a los productores indistintamente de cualquier cooperativa y al consumidor, que la entrada y salida de las cooperativas fuera libre y sin distinciones”.
Si eso se aplicara en Uruguay “también ayudaría” y corregiría “lo que estamos viendo en las cuencas” y es “que hay ciertas presiones y complicaciones para entrar y salir”. En los productores “hay un sentimiento lógico de que la única seguridad en el mercado es Conaprole, y eso deteriora la posición de las otras industrias” a la hora de “afirmar sus cuencas”.
La tercera gran diferencia mencionada por Trajtenberg es que Fonterra permite a sus productores “remitir un 20% por fuera de Fonterra, con lo cual deja al mercado mucho menos contracturado”.
Uruguay debería “empezar a explorar” esas situaciones y experiencias, pero “a veces vemos que este tipo de propuestas quedan en un panfleto y a nivel político no se animan a profundizar, pero sí se podría hacer algo y aportar a estas ideas en un paquete más ‘uruguayisado’ y adaptado a la realidad uruguaya”.
Más mercados para la lechería nacional
Consultado si la capacidad de Uruguay tiene potencial para atender otros mercados, el Ing. Trajtenberg dijo que el citado informe de Ceres sugirió más producción y más mercado, “pero si no está distribuida adecuadamente, no creo que sea la solución y el problema de las industrias chicas van a seguir existiendo”, reflexionó.
“El sector puede crecer muchísimo y se habla de duplicar la producción láctea. O sea que la apertura comercial sin duda va a venir bien, y ese es otro de los problemas. Un TLC con China en puerta es una buena noticia, pero lo más probable es que no todas (las industrias) puedan cabecear ese negocio y es probable que sea Conaprole quien pueda realizar la mayor captación lo cual va a ampliar la diferencias en el mercado” local.
Es el Gobierno y las instituciones quienes tienen que ver “cómo hacemos para apoyar a los más chicos, para que tengan herramientas para llegar” con sus productos a China, “algunas herramientas hay, pero yo creo que muy insuficientes”.
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