Ayer viernes el presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Federico Stanham, ofreció una conferencia de prensa en la que informó, desde lo observado por dicho Instituto, sobre la situación del mercado de China para las carnes de Uruguay.
Dijo que persiste “la demora” en la reanudación de la actividad comercial” y que es “imposible predecir hasta fecha” continuará. Es importante monitorear el ritmo de consumo de la carne que ese país aún mantiene en stock ya que es fundamental la reducción del mismo para que se retomen las importaciones con más vigor.
Destacó también que “las medidas de prevención que el gobierno chino tomó para controlar el coronavirus está teniendo un impacto muy significativo” en la actividad interna de ese país con actividades que se han detenido total o parcialmente. Esa situación “afecta la actividad gastronómica, la actividad de producción en plantas que utilizan carne como materia prima y la actividad de la logística portuaria” con lo cual el funcionamiento de la cadena comercial de carnes sigue siendo anormal.
Además “la actividad bancaria demoró muchos días en reiniciar sus actividades y lo ha hecho de forma parcial, afectando las posibilidades de transferencias al exterior”.
“Por lo tanto, los grandes volúmenes de carne en depósitos portuarios, en proceso de ser desembarcada y en viaje a China, demorarán mucho más de lo esperado en ser absorbidos por las cadenas de abastecimiento internas y el consumo”, expresó.
Indicadores de la situación actual: caída de las exportaciones de carne y demora de los pagos
El INAC aportó indicadores que son “significativos” para comprender la situación que se está atravesando:
Al 15 de febrero de este año y en comparación con la misma fecha de 2019, se ha facturado un 28,1 % menos en las exportaciones totales (carnes, subproductos y menudencias). Otro dato relevante es que se ha embarcado un 35 % menos de volumen.
Las exportaciones de carne bovina en lo que va de 2020 tuvieron una reducción en volumen del 43,1 %, y “la reducción de precios de los negocios que se van cerrando en febrero son un 27 % menores a lo que se estaban cerrando en promedio en noviembre de 2019”.
A la pérdida que sufren las exportadoras y la caída de las expectativas futuras en el corto plazo, se suma que “el impacto actual mayor se da en el diferimiento muy significativo de los pagos de los embarques que están en curso y embarques que ya han arribado a puertos de China que afectan seriamente las previsiones financieras de las empresas exportadoras”.
“Los embarques de carne bovina realizados durante noviembre y diciembre con destino a China totalizan unos 220 millones de dólares y son los que están siendo afectados por la demora en los pagos”, precisó, y aclaró que el reinicio de pagos que se ha informado va a un “ritmo muy por debajo del necesario para alcanzar la normalización en el corto plazo”.
La reducción de la faena del 31 % al 16 de febrero es el reflejo de que la actividad del sector cárnico esta “por debajo de lo esperado”.
Por último el INAC observó que las dificultades que presenta China han llevado a que se incrementen los volúmenes de carne derivados al mercado interno y a países como Canadá y Estados Unidos.