El rematador y empresario agropecuario Walter Hugo Abelenda habló con La Mañana sobre la difícil situación del sector agropecuario, empujado por el clima y el peso del Estado que no da tregua. Reflexionó sobre las dificultades de la agricultura y ganadería y se mostró disconforme con la poco atractiva campaña electoral que el domingo tendrá sus elecciones internas.
Este año se presentaba oportuno para dar vuelta una página complicada, sin embargo, está sucediendo lo contrario. ¿Cómo la evalúa?
Como somos bastante aguerridos y somos de los que tienen fe, pensamos que este año nos iba a dar la revancha y la posibilidad de recuperar gran parte de lo perdido el año pasado, cuando no había manera de producir porque no había cómo tener forraje. Las reservas se terminaron, los cultivos se perdieron, los campos se quedaron sin agua, la gente tuvo que vender lo que normalmente no vende. Hasta hace dos meses atrás tuvimos un otoño estupendo, con abundancia de agua, con buenas pasturas, pero comenzó a ocurrir este fenómeno de que no para de llover.
¿Cómo describiría el escenario actual?
En agricultura, de tener cultivos de soja que en alguna medida predecían que se iba a pagar gran parte de las cuentas hechas el año pasado, pasamos a agrandarlas. La gente no pudo hacer verdeos, el que los pudo hacer no los puede pastorear porque realmente no tiene piso y eso está generando, sin ninguna duda, una complicación por segundo año consecutivo. En un caso por falta de lluvia y en otro por exceso. Le agregamos el famoso atraso cambiario, estamos en un país caro y China, que fue uno de los mercados que se llevaba el 70 o 75% de nuestras carnes a muy buenos precios, hoy ha disminuido notoriamente.
China se está inclinando por otros mercados. ¿Cómo ve esa situación?
Algunos me dicen que China se apagó. Pero no, simplemente se avivó. Empezó a buscar nuevos mercados y así como en algunos momentos fue muy cautelosa para habilitar plantas en Brasil por razones sanitarias y demás, de buenas a primeras las empezó a habilitar. En un momento habilitó 38 plantas de faena que podían exportar a China, de las cuales más de 20 eran de carne vacuna.
¿Cómo está la oferta de ganados gordos?
Los ganados gordos se están consiguiendo en función de que en algún momento se pusieron de moda los corrales. Sobre todo, las grandes industrias y algunos productores agrícolas que también se diversificaron y se transformaron en agroganaderos. Quienes hicimos verdeos no los estamos pudiendo pastorear por falta de piso. Incluso el atraso en la cosecha de soja y en la cosecha de los cultivos de verano ha hecho que cantidad de gente, más allá de los instrumentos tecnológicos como la siembra con drones, no haya podido sembrar verdeos, y si los pudo sembrar aún están incipientes. Eso está llevando a que los ganados de campo estén muy escasos.
No solo es difícil encontrar ganados gordos, sino que hay otras exigencias. ¿Cuáles son?
El mercado está más exigente. Justamente, al no tener a China, el mercado que está haciendo fuerza es Estados Unidos y la Unión Europea. Son mercados muy exigentes, donde tenés requisitos altos en materia de peso de carcasa, de terminación. Nosotros estamos bastante complicados e incluso a la industria, más allá de los precios que le pueda poner al ganado, no le es fácil conseguirlos.
¿Cómo ve la evolución de los precios del ganado en estos últimos meses?
El año pasado, por la seca y la necesidad de la gente de vender, los valores del ganado estuvieron bastante complicados. De a poco se han ido acomodando los zapallos en el carro y hoy la relación flaco/gordo me parece que se ha moderado. Se ha incrementado el valor del gordo y estamos con una relación flaco/gordo de US$1,20. Por los valores de exportación que publica INAC, la industria está ajustada, son precios relativamente razonables para lo que uno entiende que tienen que ser. Hoy el criador tiene un buen precio por el ternero debido a la presión que hace la exportación en pie. El invernador, en la medida que el gordo de a poquito fue subiendo y sosteniéndose firme y la reposición bajando, está mejorando ese margen, que llegó a ser casi que negativo. Y el criador tiene un muy buen precio por un ternero que hoy se arrima a los US$ 400.
El índice de preñez es muy bueno. ¿Qué tan auspicioso es el escenario para el año que viene?
En principio, los ganados entraron en un otoño muy bueno, con muy buen estado. Estamos con una predicción de preñez que supera el 84%, que es algo históricamente bueno. Predecimos que para el año que viene vamos a tener alrededor de 3.200.000 terneros nacidos, lo cual augura que vamos a poder tener una muy buena faena para los frigoríficos, vamos a poder abastecer una exportación en pie que ha sido fundamental en estos años para sostener los precios del ternero.
¿Cómo vio la decisión de la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia de rechazar la compra de tres plantas de Marfrig por parte de Minerva?
Mas allá de lo que resolvió la Comisión, que debería tener todos los elementos porque para eso está, quiero ver cómo termina. Aparentemente hay una especie de reclamo de Minerva. Yo siempre estuve en contra de eso. Por la muy sencilla razón de que me parece que si tengo un producto para vender y tengo tres que me lo quieren comprar, no es lo mismo que si tengo ese producto y solamente tengo a uno o dos que me lo quieren comprar.
Frente a este tema, ¿esta siempre fue su postura?
Esa es mi filosofía, fue mi posición y recibí con beneplácito la decisión. Los monopolios nunca son buenos y menos en un sector como la ganadería en Uruguay, ya que la carne es el principal producto de exportación. Si miramos lo que está pasando en Paraguay con la actuación de Minerva y miramos lo que está pasando en otros países donde realmente los monopolios dominan el mercado, nunca el resultado es positivo.
¿Cómo está viendo el ciclo electoral que se inicia el próximo domingo?
Me da casi mucha pena porque me parece que ninguno de los sectores ha logrado conquistar a la gente. No ha habido debates como otras veces, donde se confrontan ideas, donde aparecen los planteos de cada gobernante de llegar al poder. Veo a la gente muy fría. Yo no soy un apasionado de la política, pero realmente no me ha provocado ninguna cosa que diga que uno apuesta por uno o por otro. Seguimos viendo poca renovación en este escenario. En definitiva, hasta que no aparezca alguien que realmente haga cumplir las cosas como hay que hacerlas cumplir, logre meterle el diente a achicar el Estado, achicar la burocracia… Porque es imposible acá, no solamente el Estado es muy caro, sino que es muy ineficiente y eso genera trastornos.
¿Es la burocracia el problema?
Por cada cosa que tenés que hacer, tenés que pagar un escribano para que certifique la firma y te cobra US$ 100, por cada cosa que vas a hacer tenés que comprar un timbre que te cuesta 1500 o 2000 pesos. Cosas que no tienen ningún sentido. Cosas que se están por instrumentar hace años, como la guía digital, que facilitaría bastante. Pero el Estado tampoco se achica con la mano de la tecnología si seguimos manteniendo los mismos empleados. Ahora te pasa que vas a una oficina pública a preguntar cómo se realiza tal trámite y te dicen que vayas a la página web. Pero solamente para decirte eso, siguen pagando al funcionario.
“A Uruguay le viene pegando un atraso cambiario que es históricamente de los peores, que incluso llevó a la Federación Rural a emitir en estos días un comunicado alertando por los problemas que se avecinan en materia de rentabilidad para el hombre de campo”.
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