Aunque Valdés planteó algunos cuestionamientos y reconocimientos al Gobierno, se percibe una sintonía común entre el Poder Ejecutivo y la ARU.
El presidente de la Asociación Rural del Uruguay, Gonzalo Valdés, realizó el tradicional discurso de cierre en la Expo Prado en la que expone la posición de la institución, seguidamente el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, cerró la parte oratoria expresando la mirada del Poder Ejecutivo sobre los asuntos del sector.
Valdés comenzó valorizando al sector rural como “motor del país”, que “representa el 80% de las exportaciones de bienes, genera 270.000 puestos de trabajo directos, indirectos e inducidos, principalmente en el interior”.
Uno de los cuestionamientos que se le hace al agro es que realiza muchos reclamos, dijo, pero quienes eso dicen “no entienden o no quieren entender cuál es el ánimo que motiva nuestro accionar”, porque “los nuestro no son quejas, son aportes que tienen como finalidad el bienestar de la población, buscando la mejora en la gestión de los recursos” del país.
“Buscamos una mejor gestión de nuestra propia actividad, siempre apuntando al bienestar de la gente de campo, productores o trabajadores rurales”, enfatizó, y agregó: “Explícitamente promovimos un ajuste de los salarios por el adelanto de los correctivos previstos para el 2023, además, sugerimos un adelanto del aumento de sueldos antes de lo previsto por la ronda de Consejos de Salarios de 2021. Nuestro fin fue proteger a los trabajadores rurales ante el proceso inflacionario” que afecta a Uruguay y el mundo.
“Desde el 2011 a la fecha, los salarios rurales han aumentado 59% más respecto a los salarios públicos y al índice medio nacional”, añadió.
El agronegocio aporta US$ 133 millones en tasas y contribuciones
La ARU ha “analizado todas las tasas y contribuciones” que deben dirigirse exclusivamente al contribuyente, “es decir a la cadena agroindustrial, y por ley “no pueden tener un destino ajeno al servicio público correspondiente”, informó. “En el sector agroexportador hay más de una decena de tasas y contribuciones”.
Muchas han “generado saldos positivos”, como el Fondo de Enfermedades Prevalentes, el Fondo de Inspección Sanitaria, o los institutos Nacional de Carnes y de Investigación Agropecuaria, entre otras, y “han sido afectadas para cubrir presupuestos distintos a los que estaban destinados en deterioro de la propia institucionalidad agropecuaria”. En el 2021 se recaudaron por tasas y aportes del agronegocio “unos US$ 133 millones, es mucho el dinero que el agronegocio aporta al Estado”, consideró.
Criticó las modificaciones que tuvo la rendición de cuentas en la Cámara de Diputados, “estableciendo reasignaciones de recursos con afectaciones específicas” que “debilitan al Instituto de Colonización, derivando recursos a la Universidad de la República. Lo mismo sucede con los recursos del Laboratorio Tecnológico del Uruguay, creando un impuesto a las exportaciones no tradicionales”.
ARU no niega “la importancia de la ciencia, la tecnología, la innovación o la formación de su gente” y se opone al subsidio “si las políticas sociales así lo demandan”. Pero los subsidios cruzados “como el del transporte de pasajeros, deben provenir de Rentas Generales y no deben cargarse a la producción, afectando la competitividad y violando normas tributarias”.
Sin embargo, “Diputados incorporó un impuesto a la exportación de animales en pie, carnes, menudencias y subproductos, con destino a Rentas Generales”, una decisión sobre la cual “no se evaluaron implicancias y consecuencias”. De esa forma se “desincentiva a la producción, se reduce las inversiones y el empleo, principalmente en la industria”. Es una medida que genera “el efecto contrario al buscado” y “atenta contra la competitividad de la cadena cárnica, sin perjuicio de reducir los ingresos del Estado”.
El presidente Luis Lacalle como el ministro Mattos “se ha manifestado explícitamente en contra de esta medida” y ARU “confía que el Senado revise este artículo”.
Otro tema abordado fue el del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA). Valdés dijo “hace falta una buena gestión” y reclamó “coordinación” de las intendencias para sancionar la tenencia irresponsable de perros.
Cada vez hay más regulaciones, instituciones y recursos, pero el problema sigue generando “desazón en los productores que terminan abandonando el rubro ovino; el camino no es seguir regulando, eso entorpece el trabajo y el desarrollo”.
Los avances y el llamado a trabajar juntos
ARU valora los “avances importantes” que ha tenido el Gobierno en varios asuntos, por ejemplo, en la apertura comercial, la Estrategia Nacional para el Desarrollo Agropecuario impulsada por el MGAP que modernizará la institucionalidad agropecuaria, los entendimientos con Brasil en materia sanitaria, la atención de la familia rural, a través de la ruralidad y la conectividad “priorizando a las escuelas”, el apoyo financiero.
Condenó la intolerancia que se ve en algunas actitudes de la sociedad y llamó a “trabajadores, empresarios y políticos” a “trabajar juntos, hombro con hombro, con decisión, para llevar adelante las transformaciones que el país necesita”, como la reforma de la seguridad social, de la educación y del Estado.
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