¿Cómo ven, desde el SUL el momento actual del ovino?
La pasada actividad realizada en la localidad de Cerro Colorado, Florida, de difusión de nuevas tecnologías, con varias personas involucradas, contó con más de 150 personas. Si nos guiamos por esto, debo decirte que todo está bien, pero la realidad es que estamos atravesando una situación complicada, con una pérdida de ingresos importantes en los últimos años, principalmente dada en los últimos 4 meses con una pérdida del valor de la lana a nivel internacional, lo que está pegando fuertemente en la economía de los productores y complicando la ecuación final, pero esa es la realidad y hay que enfrentarla como tal.
Si uno ve la carne con hueso exportada a Estados Unidos, era muy buena y el precio en los últimos meses también, pero los mercados van cambiando, ya que estamos con el compartimento con ese destino, pero hoy China está pagando más que Estados Unidos, y cómo son cosas momentáneas, las miradas tienen que ser a largo plazo, ya que el compartimento ha sido una gran herramienta, no solo para el productor.
¿Cómo se puede incentivar la cría ovina en el país?
Yo creo que ahí hay varias restricciones que están afectando al sector y que desestimulan la producción, como por ejemplo los casos de abigeato que le quitan las ganas a los ovejeros, principalmente los chicos y medianos que con la pérdida de animales la ecuación les cambia fuertemente.
También hay un problema de costos importante en el país, algo que tiene su impacto directamente en el sector y por eso se necesitan señales claras para que el productor pueda verse incentivado, ya que a nivel de la carne hoy vemos una fuerte demanda y con buenos precios, lo que sin dudas es una de las señales que el productor espera.
Ahí vemos una línea, que nos permita encarar el objetivo a 8 o 10 años, trabajando para duplicar el stock ovino que significaría una entrada al país de aproximadamente 300 millones de dólares por año.
Eso se puede logar con incentivos y el tema es que se entienda desde el lado de la gente que toma decisiones. Recién a partir de ahí queda en manos de los productores decidir si hacerlo o no.
¿Para esto necesita también señales políticas?
No solo señales políticas, sino que los problemas se solucionan del lado político, y si se quiere encarar el problema del abigeato, hay que hacerlo buscando todas las soluciones posibles y entonces termina siendo una decisión política.