Previo a la reunión realizada en Florida, el presidente de Conaprole, Gabriel Fernández, había dicho al presidente de la ANPL que en enero o febrero habría un incremento gracias a los mejores precios internacionales.
El martes 30 los productores lecheros de todo el país se reunieron en Florida para tratar los problemas financieros que enfrentan. Ante un panorama productivo positivo, financieramente necesitan oxígeno para los próximos siete meses y desembarcar en la primavera con el mayor potencial. Además de financiero, ese oxígeno también es un apoyo social para los pequeños y medianos productores, dijo el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Néstor Cabrera.
Consultado por La Mañana, Cabrera comentó que “desde 2023 los productores se sienten cada vez más asfixiados desde el punto de vista financiero”, con el agravante de que “se vienen meses complicados”, lo que hace que el panorama de dificultad “se agrave” en el futuro inmediato.
Ante esa situación el tambero “apela a una de las puntas que ve como posible solución, que es el valor de la leche”. Esa es una variable importante para todos los tambos que son “un negocio de margen”, y “cuando la plata no alcanza buscan por dónde pueden mejorar”.
Por otro lado “se han dado situaciones a nivel internacional”, con “una caída muy importante a mediados del año pasado” que evoluciona hacia “una recuperación”, lo que hace que “los productores podamos ver algún tipo de solución y mejora”.
Cabrera recordó que en 2023, el cierre del ejercicio de Conaprole fue de 43 centavos de dólar, el 1° de agosto se anunció una baja del veinte por ciento por la caída de los precios internacionales, luego hubo una recuperación en octubre y el 1° de enero hubo un anticipo de precios con una recuperación de 1,50 pesos de los 3,80 pesos que cayó. “Todavía estamos a unos 2,50 pesos por debajo del valor de julio del año pasado”, indicó.
Por tanto “hay una preocupación en cuanto a lo que el productor de Conaprole recibe, que se suma a los costos que venimos arrastrando por la sequía”. Lo que está pasando entonces es que “estamos ante un hueco financiero y los productores lo estamos sintiendo”.
Mejora de los precios internacionales y la suba de Conaprole
Con ese panorama y viendo cómo han evolucionado los precios internacionales “se entiende la posibilidad de que haya un ajuste en el precio de la leche al productor”.
Consultado si no hay una demora natural en que los efectos positivos del mejor precio internacional se sientan en el país, Cabrera dijo que eso es así, no obstante agregó que la semana pasada y antes de que se conociera la convocatoria para la reunión de productores se comunicó con el presidente de Conaprole, Gabriel Fernández, para consultarle sobre un posible incremento en el valor de la leche y este le dijo que desde la Cooperativa “está asegurado un aumento del precio en enero o febrero” y que ese ajuste se explica “por los negocios nuevos que se están dando” a mayores precios del mercado internacional.
“Es cierto que la suba internacional no se traslada inmediatamente y hay una demora para que las empresas locales se vean beneficiadas, pero en la medida en que las empresas –y concretamente en el caso de Conaprole– hacen los negocios y lo confirman, de alguna manera lo financian y ante estas circunstancias tratan de transferir rápidamente el precio al productor”, explicó, y enfatizó que “la noticia de que habrá un ajuste es buena”.
Respecto a cómo ve la convocatoria de los productores a pesar de que Gabriel Fernández dijera que próximamente habrá un aumento en el precio, el presidente de la ANPL dijo que “está bueno que los productores se reúnan y se expresen haciendo sentir su necesidad. Todo lo que se haga con respeto es positivo”.
Costos y competitividad
Pero el problema de los tambos no es solo el precio que reciben de la industria. “También hay otras cosas como los costos y la competitividad que tenemos como país. Esas cosas son importantes. El buen resultado de cualquier negocio no depende solo del precio. Lo vemos en la carne, la agricultura y los distintos sistemas de producción, también pesa el valor final, los costos y la competitividad como país, algo que reclamamos desde hace muchos años, que demora en darse pero repercute en el margen, que es lo que buscamos los productores”.
“Como dije, el año pasado cobrábamos a un precio promedio de 43 centavos de dólar y si uno lo mira en términos históricos, para la lechería es un muy buen precio”, sin embargo “tuvimos un costo de 38 centavos, quiere decir que el margen fue muy chico y casi no dio para hacer las inversiones que se deben hacer”.
Sobre esas inversiones comentó que “el Instituto Nacional de la Leche [Inale] hizo un estudio en el que señala que las empresas lecheras, para mantenerse y seguir creciendo, deben tener un margen no menor a seis centavos de dólar, y en un año de muy buen precio el margen fue de cinco centavos. Hoy el valor de la leche es de 36 o 37 centavos y un costo mucho más bajo, pero venimos arrastrando toda esa situación que realmente nos tiene agobiados. De ahí surge la necesidad de reclamar”.
Cabrera comentó que en los últimos diez años el precio promedio que han recibido los productores por litro es de entre 34 y 35 centavos de dólar. El valor hoy es de 36 o 37 centavos, o sea que estamos arriba del promedio histórico, lo que pasa es que “detrás de las necesidades de los productores hay otras cosas que tal vez no tienen tanto que ver con el precio, pero es el precio lo que puede ayudar en el corto plazo”.
Desde el período de sequía se veía que este momento de complicaciones iba a llegar porque la falta de agua “costó cien millones de dólares, un monto al cual es muy difícil hacerle frente” en el corto plazo.
Cabrera dijo que el tema de la competitividad está todo el tiempo sobre la mesa, en este gobierno como en los anteriores, porque competimos permanentemente con países que son más eficientes que nosotros. “Todos sabemos que tenemos uno de los combustibles más caros del mundo y ese es un tema de competitividad, pero seguimos dando vueltas sin solucionarlo, y como eso muchas cosas más”.
Lo que no cuadra es que “para algunas empresas que llegan al país rápidamente se encuentran soluciones para que sean competitivas, es el caso de las papeleras que ahora cuentan con una vía de ferrocarril, se les permite usar los tritrenes cuando para otros rubros no, entonces son cosas que van haciendo a un país o sector competitivo. Lo que pasa es que se hacen para las inversiones que vienen de afuera, porque si no, no se instalan en el país”.
Los directores de Conaprole son productores
Asimismo, Cabrera dijo que “hay que pensar que el Directorio de Conaprole es votado por los productores y son productores; y para ellos no debe ser fácil tomar la decisión de ajustar el precio de la leche en el momento en que va en caída; no es fácil cuando esa persona que toma la decisión también está afectando a su propia empresa, pero sabe que debe hacerlo porque los negocios no dan para pagar más. Cuando se toman esas medidas difíciles, yo entiendo que hay un tema de responsabilidad de quienes dirigen”.
Si después a los productores no nos alcanza, “pedimos que haya más eficiencia para trasladar al productor el mejor precio, porque ese es el fin de la cooperativa: trasladar al productor el mejor precio posible”. En ese contexto “debemos exigir, pero también cuidar la herramienta, que es una de las fortalezas que tiene el sistema”.
“Por algo es por lo que el 75 por ciento de la leche está concentrada en Conaprole, porque da cierta seguridad, pero hay un juego de equilibrio con la angustia y la necesidad del productor. Mejorar el precio puede ser una forma de resolver problemas, pero tampoco resolverá mucho si además no se buscan otras herramientas a través del banco República o de Proleco [Cooperativa de Ahorro y Crédito de productores que remiten a Conaprole] porque hay productores que han diferido para abril lo que ya antes habían aplazado para la primavera y el resultado es que en poco tiempo van a aparecer todas esas cuentas”, que se deberán a asumir y pagar.
Hay que sostener a los productores por siete meses
Néstor Cabrera, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche, dijo que hasta “por un tema social se deberían buscar medidas que mantengan a flote a los pequeños y medianos productores hasta que pasen los próximos siete meses, hasta que llegue la primavera. Hasta agosto son los meses más complicados”.
“Debemos trabajar buscando esas medidas que sean de alivio y trasladen algún ingreso al productor y le cambien el ánimo, porque es imprescindible mantenerlos si queremos que la lechería crezca, y estos períodos de dificultad generan desánimo, que lleva a bajar los brazos y dejar el sector. Eso es algo que debemos evitar”, agregó.
Un dato positivo es que hay muy buena producción de forraje, sin embargo “en los tambos las reservas se van acumulando y hay que pagarlas, y esas reservas se convierten en dinero en la medida que previamente se conviertan a leche, pero para eso deberán pasar cinco, siete u ocho meses”.
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