La mejora de los precios de trigo, cebada y colza asociados a una baja en los fertilizantes incentiva a los agricultores de cara a la finalización del ciclo. Sin embargo, deberán hacer frente a una serie de sobre costos por la humedad que las intensas lluvias provocaron sobre las chacras. Los pronósticos de una primavera Niña son una buena noticia para los cultivos de invierno.
Los continuos episodios de lluvias asociados a los marcados índices de humedad a nivel del suelo no han permitido avanzar de cara a la siembra de cultivos de invierno. En dialogo con La Mañana el Técnico Agropecuario y presidente de la Asociación Agropecuaria de Dolores Enrique Carlos Oyharzabal trazó una línea imaginaria desde Palmitas y Mercedes hacia el suroeste y sur donde las precipitaciones han sido menores y aunque fuera de fecha igualmente “se están concretando los planes de siembra”. Sin embargo, hacia el norte la actividad está sensiblemente más atrasada “con suelos muy mojados y campos huellados” producto del trabajo de las maquinarias durante la última cosecha de soja.
Oyharzabal señaló que en la zona de Palmitas y Mercedes se llegará al próximo fin de semana “con un avance de siembra cercano al 60%”, con algunos predios más desarrollados que otros. En tanto hay otras zonas del país en donde la situación es más compleja con un avance de siembra que apenas pueden superar entre el 10% y 20% “y en malas condiciones”.
El nuevo escenario de buenos precios y el espacio que existe para continuar sembrando con un clima que permite trabajar confirma el interés de los productores por continuar implantando y “creo que esta semana se va a avanzar bastante”. Aún queda todo el mes de junio y parte de julio para los ciclos cortos de cebada y trigo. Señaló que a partir del 15 de julio “entramos en una zona gris y ahí yo creo que el productor se lo va a pensar un poco más”. En el mismo sentido el profesional añadió que el productor “va a intentar hasta lo último hacer toda el área que pueda” porque los pronósticos para la primavera son de Niña “y normalmente en Uruguay los años Niña son de buenos resultados para los cultivos de invierno”.
El clima generó sobre costos de US$ 150 por hectárea
A priori las perspectivas para los productos de invierno eran altamente negativas y los productores programaban en sus planillas Excel del mes de marzo una zafra donde “teníamos que poner un rinde históricamente alto y un precio bueno” indicó el productor de Soriano. Sin embargo, el panorama fue cambiando paulatinamente con la baja del precio de los fertilizantes y la mejora de trigo, cebada y colza y entonces “los cultivos de invierno se hicieron bastante más interesantes”.
El incremento de los precios de los cultivos de invierno “es algo muy bueno que colaboró en la decisión de tomar posición de venta para ya ir cubriendo costos”. “No tenemos la certeza de que vaya a ser el precio final, de que esto se mantenga o pueda mejorar aún” pero es un buen indicio que permitió capturar valores de venta para ir poniendo un pequeño piso a los costos.
El alto precio de la renta obliga a los productores del litoral oeste al doble cultivo “para hacer viable sus explotaciones”. Y la decisión económica de desarrollar cultivos de invierno está influenciada por esos costos. A pesar que este tipo de planificación se fuera a respetar independientemente del balance económico, la mejora en la relación de precios y costos de insumos influirá y “seguramente en esa área se incrementó en algún porcentaje”.
El clima generó una escalada de sobre costos para el productor “en un número aproximado a los US$ 150 por hectárea”. Las intensas precipitaciones provocaron exceso de humedad, huellas por el pasaje de las cosechadoras que recogieron la soja y que hay que nivelar para el trabajo de las sembradoras y humedad en los granos. A esos costos hay que agregarles los del secado, pre limpieza y fletes de los granos. Oyharzabal indicó que los costos de producción para los cultivos de invierno serán cercanos a los US$ 900 por hectárea. Una cifra que está siendo una constante desde hace bastante tiempo.
Brasil compra fuertemente trigo uruguayo y enciende las alarmas en los molinos locales
Dadas las inundaciones en Brasil, ese país “está comprando fuertemente” trigo uruguayo perteneciente a la zafra 2023-2024 y enciende una luz de alarma en las empresas molineras dijo el presidente de la Cooperativa de Trabajadores Molino Florida Nelson Mas. Señaló que en cuestión de pocos días el precio de la tonelada de trigo se incrementó entre US$ 60 y US$ 70 y “estamos preocupados en el hecho que pueda escasear trigo nuevamente acá en Uruguay”. Agregó que el país no tiene un control de reservas de trigo destinado a la industria nacional. Mencionó que hasta el momento el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca no ha publicado el stock de trigo existente en el país para tener una idea más exacta del escenario en esa materia.
Mas aseguró que la competencia es por el precio entre lo que paga la exportación y lo que paga la industria. Este último sector deja un remanente sin comprar que sirve para promediar el precio del trigo durante el año tanto a la suba como a la baja.
El cooperativista aseguró que la empresa tiene capacidad de abastecimiento por delante. “Creemos firmemente que podemos llegar al final de esta zafra e inicio de la que viene” que comenzaría a mediados de noviembre. Consideró que muchos productores del cereal son fieles a la Cooperativa y eso es una buena señal para no pasar zozobras.
Se mostró preocupado por los US$ 15 de aumento de la tonelada de trigo que se registra por semana, porque ese monto se traduce en mayores costos de producción. Sostuvo que el trigo representa el 75% de los costos de la empresa y “va a llegar un momento que lamentablemente hay que trasladarlo al precio” de las harinas.
Mirando hacia la próxima zafra dijo que el clima es el mayor de los desvelos. Cuando hace unos meses se pensaba que la superficie para el cultivo de trigo podía incrementarse entre 10% y 15%, el área hoy prácticamente no se está sembrando por el barro”. Señaló que para el trigo de primera se está terminando el período “y estamos jugados a los trigos de segunda” que normalmente no son el de las mejores calidades. Agregó que para asegurar una buena zafra es importante “que se vengan los fríos”.
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