Desde el año 2020 se vienen realizando talleres en distintos departamentos como Salto y Artigas, que han tenido como objetivo extender los conocimientos aplicados por los productores arroceros -en lo que al riego se refiere- hacia otros sectores de la agropecuaria en un contexto de sequía.
Una interesante actividad de campo se desarrolló en el establecimiento Bayucuá en el departamento de Salto sobre riego por superficie. Participaron de la actividad 31 productores, técnicos y operarios de riego del litoral y del Este del país, con interés en conocer la ejecución de riego en la chacra y continuar capacitándose para brindarle estabilidad a los sistemas de producción.
A través de la colocación de mangas y compuertas los participantes observaron la sistematización del riego y los efectos que la disponibilidad de agua produce en los sistemas de producción de pasturas.
Además, se desarrollaron mediciones de caudales en compuertas, midieron la infiltración de agua en el doble anillo y los avances de agua en las fajas dispuestas en el establecimiento. A la jornada organizada por Ministerio de Ganadería, Facultad de Agronomía, Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y el Instituto Plan Agropecuario participaron una treintena de productores y técnicos.
El encuentro fue parte de un programa que comenzó en noviembre de 2020 con un taller para productores en el departamento de Artigas. En esa zona del país la utilización del riego para la producción de arroz forma parte de la cultura productiva. Las constantes del déficit hídrico en nuestro el país provocaron la inquietud de extender estos sistemas a la producción de pasturas con destino a ganadería. Desde ese primer momento surgieron, así, propuestas relacionadas con el manejo del agua y su utilización en sectores no tradicionales para estos sistemas.
Tras esa primera propuesta con la formación de técnicos y productores como primer eslabón de la cadena se le incorporaron cuatro predios piloto donde los interesados pudieran conocer de primera mano cómo se ejecuta la tarea.
En el caso de Bayucuá se incorporó la infraestructura de riego para su sistema de producción de pasturas logrando fortalecer y “darle más estabilidad” dijo a La Mañana Gervasio Finozzi de la Dirección Nacional de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería e integrante del programa. Mientras el establecimiento se encargó de la incorporación de las tecnologías, las instituciones intervinientes tienen la tarea de suministrar la información necesaria sobre la dimensión de los sistemas, la disponibilidad de agua o el trabajo con mangas muy utilizados en sistemas de riego por superficie.
Resultados en el corto plazo
Hasta el momento tres establecimientos con un área en cuestión entre 40 y 80 hectáreas han incorporado la tecnología sobre pasturas en fajas con trébol blanco, Lotus, raigrás, festuca y achicoria. Finozzi dijo que no solo se trata de identificar esos predios piloto y ponerlos en marcha sino “de poder tener un desarrollo integral” de forma que el productor se capacite junto con sus operarios. La idea es que le resulte fácil de operar al productor y que tenga una “visibilidad de los resultados en el corto plazo”.
Tras un año de intenso trabajo cumplido en el mes de abril los resultados son alentadores “donde en ningún momento se despega de la investigación nacional”. Las pasturas muestran un buen desarrollo desde el momento de la implantación “con valores próximos a los que muestra la investigación de 8 a 10 años en el sistema de Cerro Colorado” en el departamento de Florida.
En el predio del Sul (Secretariado Uruguayo de la Lana) donde funciona Ciedag (Centro de Investigación y Experimentación Dr. Alejandro Gallinal) funciona una represa con dos sistemas de riego. Dependiendo del sistema que se estudie se han obtenido resultados de 800 kilos de carne por hectárea y 15 toneladas de producción de materia seca. Además, se han corroborado una importante longevidad de la producción, sustentabilidad de las pasturas y un manejo agronómico adecuado tanto de las pasturas como del riego.
El también docente de UTEC en la disciplina de riego y sistemas de bombeo Gervasio Finozzi dijo que muchas veces se trata de tecnologías desconocidas para el productor. Este programa ofrece las herramientas para que puedan utilizar esas tecnologías y las puedan replicar en otras áreas de sus establecimientos.
Generar información para el sector productivo
La incorporación de nuevos productores al programa tiene una relación directa con el acompañamiento integral que las instituciones intervinientes lleven adelante en cada una de las capacitaciones.
El jerarca reconoció que existe mucho desconocimiento y desinformación con respecto a este tema entre los productores y técnicos. Entonces este tipo de programas viene a cubrir una importante necesidad que es ofrecer información para la extensión del riego en el país.
Hasta ahora el programa funciona con establecimientos piloto que funcionan como difusores con transmisión de tecnología y conocimientos para que los interesados “vean que eso es posible realizar”. Reconoció que no en todos los casos los predios pueden incorporar este tipo de tecnologías a veces limitados por la disponibilidad de agua, aunque puedan hacerlo con otro tipo de herramientas que de acuerdo a su escala les permita otra seguridad de producción. Para Finozzi es sumamente importante que este tipo de programas se desarrolle durante varios años para poder visibilizar el déficit hídrico sino también medir los efectos del riego en la producción de pasturas en periodos normales.
Aun no existe mucha información en cuanto a la inversión inicial para el desarrollo de este tipo de tecnologías. En uno de los predios donde se desarrolla el programa, la inversión fue de US$ 150 la hectárea. En la mayoría de los casos hasta el momento se trata de establecimiento donde ya existía una inversión previa utilizada básicamente para la producción de arroz.
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