La resolución llega en medio de una excelente zafra en producción, precios y exportaciones. El gerente general dijo que “la empresa es recuperable”, pero “el principal acreedor de la compañía sigue siendo el BROU y por eso es fundamental ver cuál va a ser la postura del banco”.
El viernes 15 se decretó la liquidación de la Citrícola Salteña (CSSA) con la cual se pone a la empresa, una de las emblemáticas del rubro citrícola nacional, en una situación de dificultad que afecta la estabilidad de todo el sector, precisamente cuando el país atraviesa una fuerte crisis económica y laboral potenciada por el coronavirus covid-19 que ha causado el cierre de un sinnúmero de empresas y la liquidación de miles de puestos de trabajo en todas las áreas.
A diferencia de la situación general del país, este año la citricultura presenta muy buenas perspectivas en cuanto a la producción y el mercado asegurando mano de obra directa e indirecta que involucra unas 3.000 familias e ingresos genuinos de los exigentes mercados de Estados Unidos y la Unión Europea.
Jorge Caputto, gerente general de la empresa, dijo a La Mañana que “desde hace años” el rubro citrícola se ha estado transformando “en su matriz productiva” para atender las exigencias del mercado, “especialmente en Europa y Estados Unidos”, en un proceso extenso en el cual también se debió hacer frente a las desventajas competitivas de Uruguay y los aranceles que se deben pagar mientras los competidores ingresan sin ese costo adicional.
En 2014 se logró el ingreso a Estados Unidos que “básicamente es demandante de mandarinas sin semillas” lo que hizo que se debiera iniciar “un proceso de reconversión” el que se llevó a cabo sin que hubieran “mecanismos de financiamiento baratos como tienen otros países” y con el costo país alto en comparación con los competidores, generándose un panorama “muy complicado”. Citrícola Salteña tuvo que “reconvertirse casi por completo” en un proceso que “lleva años y una inversión de más 15.000 dólares la hectárea”, explicó.
Hoy la demanda de cítricos en el mundo es alta lo que pone a la empresa en una “situación óptima” en cuanto a las exportaciones, lo que va acompañado con “un muy buen año” respecto a la producción que “salvo algún caso particular de granizo en Paysandú que sufrió una empresa colega, no ha habido eventos que perjudicaran la cantidad ni la calidad de la cosecha”, comentó Caputto.
La zafra lleva un mes y medio de iniciada y “el sector está exportando muy por encima de lo que era el año pasado en esta fecha”, lográndose una perspectiva mucho mejor que la de hace un año, tanto en precio como demanda.
En medio de ese panorama con perspectivas positivas, Citrícola Salteña está atravesando proceso concursal y el viernes 15 se decretó la liquidación de la compañía, una resolución que, según supo La Mañana, sus asesores legales definen como “intempestiva” y “apresurada”.
La situación se remonta a febrero de 2019 cuando CSSA entró en concurso voluntario por no poder hacer frente a sus obligaciones y para poder iniciar la zafra 2019, el que fue decretado pocos días después con el nombramiento de la Liga de Defensa del Consumidor (Lideco) como su interventor.
Asimismo, en abril de 2019 se creó el Fondo Citrícola, por el cual se entregó a Citrícola Salteña 115 millones de pesos. Ese mismo año la empresa canceló la totalidad del préstamo.
El 25 de noviembre, fecha de la junta de acreedores, se llega a un acuerdo de más del 50 % debiéndose homologar el acuerdo por parte del juzgado, pero el día 29 de ese mismo mes el Banco República (BROU) cambia de postura en cuanto a su posición quirografal y privilegiado, lo que dejó al convenio presentado por CSSA fuera de los porcentajes que se requieren para su aprobación. El banco para ir como quirografario tiene que renunciar a su cuotaparte de hipotecas, cosa que no hizo. En ese momento la empresa presentó un escrito que justificaba la viabilidad de la compañía.
El interventor fue recusado y solicitó la remoción de Lideco por entender que tenía una posición que llevaba a la liquidación de la firma.
El 2 de abril se aprobó la renovación del Fondo Citrícola por 128,7 millones de pesos para la cosecha 2020, suma de la cual ya se han hecho algunos adelantos.
Perspectivas positivas
En ese marco, Jorge Caputto destaca que “todos los factores que inciden en el negocio de la compañía ha sido para mejor”.
Efectivamente, es de destaque las buenas perspectivas que tiene el sector citrícola en la presente zafra con una producción que se estimaba para Citrícola Salteña de 5.800 toneladas, pero ya lleva 7.300 toneladas a valores en dólares que son 20 % por encima a los de la zafra pasada.
Las exportaciones también se muestran alentadoras con colocaciones en el exterior cursadas que suman US$ 1,9 millones y se proyectan ventas por US$ 26 millones por el resto de la zafra.
Los buenos resultados logrados y la tendencia positiva se manifiesta en las fuentes de trabajo que se generan. Citrícola Salteña emplea más de mil personas y los empleos indirectos generan ingresos a dos mil familias, con el agregado de que se prevé que en los meses de julio o agosto se contraten entre 600 y 700 personas más.
La empresa es recuperable
“La empresa es recuperable”, afirmó Caputto, pero “el principal acreedor de la compañía sigue siendo el BROU y por eso es fundamental ver cuál va a ser la postura del banco en esto”.
En 2019 el sector sacó un comunicado advirtiendo sobre la falta de competitividad y la falta de financiamiento a costo razonable. Las empresas nacionales han tenido dificultades con el BROU, “el banco estuvo en una posición muy dura con nuestra empresa y alguna empresa colega, con tasas muy altas, muy rígida a la hora de negociar, y son de las cosas que esperemos que cambie para mejor”, comentó.
El empresario expresó su convicción de que el fallo se podrá revertir, y dijo que se estaba haciendo “un estudio de viabilidad de la compañía para aportar elementos objetivos de decisiones”.
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