La muestra “El flaco Femenías” estará abierta al público hasta el 14 de mayo y quienes participen podrán conocer de primera mano una serie de datos y objetos de los antiguos habitantes que tuvo nuestro territorio.
Jorge ‘El Flaco’ Femenías, fue el primer director del Museo Arqueológico ‘Prof. Antonio Taddei’, de la ciudad de Canelones. Se formó en Arqueología al lado del profesor Antonio Taddei, y poco a poco fue convirtiéndose en un referente de la museología.
El museo arqueológico Antonio Taddei está constituido por material paleontológico y fundamentalmente arqueológico, perteneciente a la colección arqueológica del propio Antonio Taddei, el cual fue uno de los pioneros de la arqueología nacional. La colección proviene de las recolecciones y excavaciones realizadas por Taddei en las décadas de los años 50, 60 y 70 en el arroyo Catalán Chico, Río Negro medio, río Tacuarembó Grande, Colonia-Concordia, etc. Las piezas incluyen cerámicas, líticos y restos óseos humanos. Cuenta con sesenta y seis mil objetos pertenecientes a las culturas indígenas que habitaron este territorio, entre las que se encuentran puntas de proyectil, puntas cola de pescado, boleadoras, discoidales y restos de talla. Hay también raspadores, raederas y cuchillos, morteros y manos de morteros, enterramientos humanos y sus materiales asociados (ajuares funerarios)
Jorge Femenías fue alumno de Antonio Taddei en la Facultad de Humanidades y Ciencias, donde ingresó reglamentado en 1985. Desde entonces sus investigaciones en torno a la arqueología y la museología nunca cesaron.
De hecho, la muestra actual tiene dos objetivos, uno es rescatar algunos aspectos de la vida de Femenías, a través de una exhibición fotográfica, en la que se puede apreciar distintas facetas y quehaceres del impulsor del Museo. Y por otro lado, en la parte exterior del recinto se realizará la exhibición de la réplica del cerrito indígena que emula las excavaciones que Jorge Femenías realizó en Rocha décadas atrás.
Exhibición de la réplica de un cerrito de indios
María Farías directora del Museo Taddei señaló a La Mañana que se trata de una oportunidad didáctica para que las personas interesadas puedan conocer cómo eran esas construcciones realizadas en tierra y que son patrones de asentamientos de “nuestros grupos originarios”. En su mayoría aparecen en el este del país con una concentración especial en la cuenca de la Laguna Merín.
Para Farias es una oportunidad para mostrar a los diferentes públicos “que es un cerrito de indios” y cuál fue el trabajo de campo que permitió desarrollar estos descubrimientos. Detalló además que esta muestra didáctica también incluye compartir cómo es el trabajo de excavaciones, cómo se profundiza y cuál es la importancia de llevar un control para que después en el laboratorio se intente reconstruir las formas de vida del pasado.
Para saber cómo vivían esos pobladores
Quienes visiten el lugar se van a encontrar con una réplica exacta de cómo se realizaban los enterramientos en estos cerritos. Farias señaló que para la arqueología es muy importante conocer la forma que tenían, estos antiguos pobladores, de tratar a sus muertos. De ese modo, es posible informarse acerca de qué ideas o creencias tenían los indígenas acerca de la muerte, pero también acerca de la vida y sus medios de subsistencia.
Además, a través de la cultura material que se encontró en los cerritos se pueden conocer otros detalles. La profesional describió el hallazgo de restos de peces, venados, cerámicas y herramientas de piedra. Sostuvo que le llama poderosamente la atención que no se haya encontrado restos de capibara en las excavaciones, lo que podría significar que se tratara de un animal con algún tipo de estatus o significación mítico-religiosa dentro de esas comunidades. A través de estudios más sofisticados se pudo determinar que las personas que habitaron esos lugares no solamente se dedicaban a la caza y a la pesca, sino que también manipulaban plantas, lo que hace pensar que tenían algún conocimiento rudimentario de horticultura. Por lo que los hallazgos de restos de zapallo y maíz, inducen a pensar, que nuestros antiguos pobladores realizaban algún tipo de sembrado con estas plantas.
Cerrito de Laguna Merín descubierto en 1988
La réplica del cerrito que se exhibe es de un trabajo desarrollado en 1988 por la Comisión de Rescate Arqueológico de Laguna Merín acompañado por Jorge Femenías y un equipo integrado por docente y estudiantes de la Facultad de Humanidades.
Farías contó que la mayor parte de estos cerritos aparecen en el este del país, básicamente en los departamentos de Tacuarembó, Treinta y Tres y Rocha. Aunque también hay construcciones similares en la cuenca del Río Uruguay. La profesional señaló varias diferencias entre la cultura material que aparecen en los montículos del oeste y este del país. Explicó que en el oeste aparecen artículos más sofisticados como cerámicas más decoradas, mientras que en el este existió una industria hecha en hueso. Estas expresiones culturales se comparten en el este con las tierras bajas Brasil y en el oeste con Argentina
Investigaciones actuales
Actualmente las investigaciones siguen su curso no solamente en lo que tiene que ver con los túmulos en los que se ha venido trabajando sino con sitios mucho más antiguos, relacionados con poblamientos americanos con 10 mil, 12 mil y 15 años antes del presente. Se trata de lugares que “tienen una profundidad mucho mayor que estos cerritos”.
En el caso del museo Taddei existe una investigación en curso en el departamento de Artigas que responde a los sitios arqueológicos en El Catalán descubiertos en los años 1950 y 1960 por Antonio Taddei y que forma parte del acervo del museo. A partir de 2020 se retomaron los trabajos en el lugar para determinar un marco cronológico más preciso a través de las nuevas tecnologías disponibles. En 2021 se suscribió un convenio con Francia que permite una segunda misión franco-uruguaya para continuar esas investigaciones en el departamento de Artigas.
Tras la pandemia el museo Taddei ofrece un espacio más socializante para que interesados de todas las edades no solamente puedan conocer las formas de vida de las comunidades que habitaron nuestro país sino para formarse en diferentes temas. En ese sentido la directora del museo explicó que en ese espacio de sociabilización los visitantes pueden conocer la historia de Taddei y lo que heredó para las nuevas generaciones. El espacio de investigación está conformado por una muestra sobre los lugares donde se desarrollaron excavaciones y donde se exhiben diferentes objetos hallados. Para Farías es una buena posibilidad de “contar que esa prehistoria no es tan ajeno ni tan lejana” sino que hay un camino recorrido por el hombre hasta llegar al presente.
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